ABC CORDOBA 09-08-2015 página 75

ABC DOMINGO, 9 DE AGOSTO DE 2015 abc. es estilo ABCdelVERANO 75 Cena romana en Baena Un convivium bajo las estrellas La Plaza de la Constitución acoge un festín al estilo patricio inspirado en los banquetes de los grandes emperadores S. N. T BAENA R ecién caída la noche, los comensales de la II Cena Romana Ituci Virtus Iulia organizada por el restaurante Casa Mesón del Monte, comenzaron a llegar a la Plaza de la Constitución de Baena. Allí les esperaba una gran mesa dispuesta como los banquetes organizados por los grandes emperadores romanos. El gusanillo del hambre crecía mientras escuchaban a Guadalupe Campillos, guía de la visita, relatar cómo eran estas cenas, organizadas por importantes patricios o emperadores para conmemorar alguna hazaña, festividad o simplemente para alardear de riqueza y posición so- cial. Un recorrido por el museo arqueológico sustituyó a la visita vespertina a las termas. Con el sol ya acostado se iniciaba el convivium Miembros de la escuela de teatro de Cristóbal Pérez acompañaron a los comensales del museo al festín. Lo primero y más importante antes de comenzar esta particular degustación: lavarse bien las manos en los cuencos de barro con agua y limón pues, para sorpresa de algunos de los asistentes, no había cubiertos: se come con las manos. Grandes platos de barro cocido fueron saliendo de la cocina. Eran los gustaticia paté de olivas, queso con nueces, huevos duros con salsa, mejillones in metulis gambas y ensalada marcial. Junto a ellos, jarras llenas de mulsum Asistentes al convivium romano de Baena S. N. T. vino macerado con miel para alargar la fermentación alcohólica, según la tradición romana, y agua fresca. Con los entrantes servidos y los comensales deleitando su paladar llegaron a las mesas asados de cordero y de cerdo, aderezados con diferentes salsas. Mientras saboreaban los primeros platos, con el rabillo del ojo muchos inspeccionaban una mesa adyacente, la de la secundae mensae flan de huevo, torrijas, torta de leche, dátiles rellenos y frutas. Tradicionales pero con el singular toque romano. Sin azúcar ni aderezos, solo miel y pimienta. Sorpresa y agrado en las caras de los comensales. Las recetas salieron del único tratado de gastronomía de la Roma clásica, De re coquinaria atribuido a Marco Gavio Apicio (siglo I d. C. que el gerente del mesón, José Luis Rojano, y sus cocineros, se afanaron por imitar veinte siglos después. No todo fue comer en esta recreación del convivium romano. El teatro también tuvo un hueco gracias a la escuela de teatro de Cristóbal Pérez, que representó, para abrir boca, un fragmento de la obra de Aristófanes Pluto