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ABC CORDOBA 25-07-2015 página 66
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66 DEPORTES SÁBADO, 25 DE JULIO DE 2015 abc. es deportes ABC Nibali muestra cómo desafiar a El italiano honra el ciclismo con un ataque desde lejos y gana la etapa en La Toussuire, donde el líder sufre ante Quintana en vísperas del Alpe D Huez J. GÓMEZ PEÑA LA TOUSSUIRE CLASIFICACIONES 19 etapa, Saint- Jean- de- Maurienne y La Toussuire, 138 kms: 1. Vincenzo Nibali (Astana) 4: 22: 53. 2. Nairo Quintana (Movistar) a 44 s. 3. Chris Froome (Sky) a 1: 14. 4. Thibaut Pinot (FDJ) a 2: 26. 6. A. Valverde (Movistar) m. t. 9. A. Contador (Tinkoff) m. t. GENERAL 1. Chris Froome (Sky) 78: 37: 34. 2. Nairo Quintana (Movistar) a 2: 38. 3. A. Valverde (Movistar) a 5: 25. 4. Vincenzo Nibali (Astana) a 6: 44. 5. A. Contador (Tinkoff) a 7: 56. S i hoy, última etapa de verdad del Tour, Quintana quiere desbancar del liderato a Froome, tendrá que parecerse a Nibali, valiente vencedor ayer en la cima de la Toussuire. Nibali, ganador de las tres grandes, hace honor a su prestigio. Tropezó en la primera semana y en la cuesta inicial, en La Piedra de San Martín. Tragó saliva y litros de rabia. Ayer sacó toda esa bilis y salió a ganar, a decirle al Tour que alguien como él no agacha la cabeza. A 7 kilómetros de la cima de la Croix de Fer, un templo del Tour, vio a Froome echar pie a tierra porque algo se la había enredado en la bici. Era el momento. No le perdonó. No se llevan bien. Que se enfade si quiere. Con hambre de tiburón que así le apodan, salió a por todo. Por la etapa, por el podio, por orgullo dijo 60 kilómetros más allá, en la meta, donde la victoria era suya y la tercera plaza en el podio de Valverde estaba al alcance, a poco más de un minuto. De su carácter orgulloso no había dudas. Atacar de lejos es la mejor solución soltó. Para poder con Froome, Quintana debería escuchar a Nibali. El colombiano se atrevió tarde a desafiar a Froome. Cuando abrió de par en par las puertas de su enorme calidad escaladora, apenas quedaban seis kilómetros de la Toussuire, la cuesta final. Por primera vez rompió el dique del líder africano. Descargó toda su fuerza en ese tramo y le arañó medio minuto. Poco. Peor: tarde. Con esa breve pérdida, Froome solventó su día más crítico. Lo hizo con temple. Jugando con los tres minutos de ventaja que tenía sobre Quintana. No perdió los nervios. Sin pánico declaró. Quintana ha atacado muy fuerte. Yo he ido a mi ritmo, como si fuera una contrarreloj, pensando en guardar fuerzas para mañana (hoy, en Alpe d Huez) contó. A Quintana, rostro pétreo igual cuando va bien que cuando no no le cuadraban las cuentas. Pensaba sacarle más a Froome. Se ha defendido bien Su asignatura preferida en la escuela, la única que le llamaba, eran las matemáticas. Echó cálculos: para recuperar los dos minutos y 38 segundos que aún le saca Froome tendrá que... atacar de más lejos asumió al fin. Quizá sea ya tarde. Aunque ayer demostró que es el ciclista que ha lle- gado hasta aquí con más furia en la piernas. Se nota con las manos más fuertes para agarrar el Tour y, a la vez, siente que su sueño amarillo es como arena que se le escurre. No se puede llegar tan tarde. Etapa trepidante Ni dejar pasar las ocasiones. El Movistar pudo reventar ayer el Tour. Cuando la etapa tocó la sirena, hubo locura. El día empezaba como terminó, en subida. Por el col de Chaussy. Remolino de fugas. Desorden. Llovía. Se largó Purito que buscaba el maillot de la montaña. También se fue Bardet, que el final se vistió el maillot de lunares. Y, pese a la pierna morada, asomó Contador. Siempre se atreve. Destapó la carrera. Nibali y Valverde se le juntaron. El Sky se diluía. Azúcar bajo la lluvia. Froome empezaba a perder a Thomas, su mejor escudo. Tenía pinta de etapa mayúscula. El llano hasta la Croix de Fer calmó el fuego. Pero a la luz de esas brasas se veía la debilidad del Sky. El oleaje de ataques les había colocado con el agua al cuello. El equipo de Froome rechinaba. Y el Astana de Nibali sí arremetió contra él. El siciliano puso a tirar a Scarponi. Rompió el candado que protegía la parcela de Froome, que ya sólo tenía a su servicio a Poels. Con las laderas de la Croix en el escaparate, Froome notó que algo se le había pegado a la bicicleta. Una molestia. Un papel o un plástico. Un freno. Paró un momento. Nada. Nibali se giró. Se percató del detalle. Y arrancó bruto. Decidido. Froome, con su balanceo de cabeza, echó pestes del italiano y le dio a la hélice de los pedales. Mientras Nibali se iba por delante y Froome venía Nibali muestra su rabia al entrar vencedor en la meta por detrás, Valverde y Quintana permanecieron inmóviles. Como simples espectadores del momento clave de la carrera. Ninguno de ellos se atrevió a irse con Nibali. Lo dejaron para después. Tarde. Froome les cazó antes de coronar la Croix. El Movistar no le crucificó allí. Le dejó resucitar. La fuga de Nibali era el mejor aliado para Froome. El italiano no le preocupaba, le tiene lejos en la general. Al Movistar, al Tinkoff y al Lotto, en cambio, sí les amenazaba el siciliano atrevido. Valverde defendía la tercer plaza, Contador la cuarta y Gesink la quinta. Para dicha de Froome, todos se vistieron del Sky. Nibali volaba, hacía timón con una rodilla para negociar los descensos. Atrapó a Rolland, que iba en fuga, y le dejó sentado en la estación que da acceso a la Toussuire, el puerto final, el Ocasión perdida Movistar pudo reventar ayer el Tour, con el líder sin equipo, pero el ataque de Quintana llegó muy tarde

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