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ABC CORDOBA 20-07-2015 página 73
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ABC CORDOBA 20-07-2015 página 73

  • EdiciónABC, CORDOBA
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ABC LUNES, 20 DE JULIO DE 2015 abc. es estilo ABCdelVERANO 73 Siguiendo a William Yeats Uno de los mejores poetas irlandeses de todos los tiempos, pasaba largas temporadas en el condado de Sligo (en la otra página) Junto a estas líneas, retrato de Yates e imagen de la mansión Lissadell. Debajo, habitantes de la isla del lago Innishfree, donde compuso uno de sus poemas más conocidos. llevarse un verso de William Yeats y recitarlo en voz alta bajo los gritos de las gaviotas y junto al murmullo del oleaje: ¿Por qué he de culparla de que haya colmado mis días con dolor ¿con una belleza como un arco terso, con una clase (de belleza) que no es natural en estos tiempos, tan altiva, solitaria y austera? Pero ¿qué podría haber hecho ella siendo como es? ¿Habrá quizás otra Troya para que ella la incendie? Apenas hay irlandeses que no sepan tocar un instrumento musical o que no se atrevan a entonar una canción cuando cae la tarde en el pub de su pueblo. Todo gran hecho, todo personaje público o histórico, tienen su balada. Hay canciones para Connolly, Collins, O Connell, Parnell, Tone y Emmet. Pero también las hay para decenas de personajes anónimos de los que no se conoce otra cosa que la letra de la canción que habla de ellos: una vendedora de pescado, un muchacho alocado y vagabundo, un bandido generoso, un emigrante, un joven encarcelado por robar grano durante los años de la hambruna, una bella spanish Lady los Paddy, Molly, Patrick, Michael, Rose, Sean y tantos otros que pueblan el imaginario irlan- Dos velocidades Si el paisaje irlandés, como su historia, es épica pura, el alma del país es hondamente lírica La melodía irlandesa Apenas hay quien no sepa tocar un instrumento o no se atreva a cantar en un pub dés y que protagonizan historias quién sabe si verdaderas. Cada noche, en las tabernas gaélicas, los clientes cantan sus desgracias, sus hazañas y sus amores. ¡Qué mejor homenaje! Había un chico salvaje en las colonias, Jack Duggan era su nombre. Nació y se crió en Irlanda, en un pueblo llamado Castlemain. A la temprana edad de dieciséis dejó su casa materna y vagó por las soleadas tierras de Australia... Y no son pocos, entre la miríada de escritores nacidos en el país, los que han vertido su talento en componer letras de canciones que suenan por las noches en los ruidosos pubs. Como esa bella Ragland Road de Patrick Kavanagh: En Ragland Road en un día de otoño la vi por vez primera y supe que su pelo oscuro me tendería una trampa que un día podría lamentar... Irlanda es un país en donde se puede seguir el rastro de muchos de sus escritores y de sus libros. El caso más claro es James Joyce, la ruta de cuya principal novela, el Ulises se ha convertido en el principal acontecimiento cultural del país. Sucede todos los 16 de junio y la jornada se ha bautizado como Bloomsday el Día de Bloom, el protagonista de la novela. El recorrido comienza en Sandycove, una localidad al sur de Dublìn, y continúa por las calles de la vieja ciudad, con los barrios donde existieron prostíbulos en 1904 año en el que si sitúa la narración e incluso el cementerio. Pero no sólo existe el paisaje dublinés de Joyce. Si uno es amigo de la buena cerveza, no hay nada mejor que seguir los pasos del poeta Brendan Behan, muerto con poco más de cuarenta años a causa del alcohol y tan amado por sus compatriotas que, en su entierro, se concentraron tantas personas como en el del patriota y héroe nacional Michael Collins. Behan decía: Yo no soy un escritor con problemas de alcohol; soy un alcohólico con problemas de escritura Y los taberneros irlandeses siguen agradecidos a quien tanto les llenó la caja mientras vivía, ya que decenas de pubs en todo el país exhiben el retrato de este gran bebedor y autor del delicioso libro Mi isla En el condado de Sligo, al norte de la república, allá en los campos y ciudades donde pasaba temporadas largas William Yeats quizás el mejor poeta irlandés de todos los tiempos hay también una ruta marcada como Yeats Country la casa de veraneo de Elsinor, donde de niño sentía la presencia de espíritus; la boya del Metal Man, en la bahía de Rosses Point; la desolada y pétrea cima del Ben Bulben; la mansión de Lissadell de los Gore- Booth, junto a la playa; la pequeña isla del lago Innishfree, donde compuso uno de sus más famosos poemas; y el cementerio de Drumcliff, donde yacen sus restos y en cuya tumba está grabado el más bello epitafio irlandés: Echa una fría ojeada sobre la vida, sobre la muerte. Pasa de largo, jinete!

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