ABC CORDOBA 05-07-2015 página 8

8 ENFOQUE DOMINGO, 5 DE JULIO DE 2015 abc. es ABC De izquierda a derecha, Javier Zarzalejos, secretario general de FAES; Mitzy Ledezma y Mitzy Capriles, hija y esposa de Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, preso por el régimen chavista; Bieito Rubido, director de ABC; José María Aznar, presidente de FAES; Cayetana Álvarez de Toledo, directora del Área de Internacional de la Fundación, y Miguel Henrique Otero, director de El Nacional de Caracas ÓSCAR DEL POZO Campus FAES 2015 Venezuela es el espejo JUAN PABLO COLMENAREJO Tenemos en el periodismo, como dijo ayer el director de ABC, un mandato moral de colaborar e inocular los anticuerpos necesarios para que no prosperen las tentaciones del populismo. El miedo es libre, y por lo tanto la presa es fácil para quien pretende asaltar el poder con el viejo método de colarse en las urnas para después proceder a su sellado y posterior voladura controlada. Los que tachan como discurso del miedo cualquier información, análisis, crítica, entrevista o curso de verano, dedicado a poner el dedo en la llaga del populismo, son sobre todo aquellos que suelen utilizar la palabra democracia como adjetivo en vez de como sustantivo. Cuando se nos dice que hay que gobernar democráticamente el turismo, véase a Ada Colau en Barcelona, hay que temerse lo peor, porque cualquier ámbito de la vida estará expuesto a la intervención y reducción de la libertad, y por lo tanto de la iniciativa individual, a la mínima expresión. El exprópiese del caudillo Chávez en sus paseos por Caracas es el espejo en el que se miran todos aquellos movimientos populistas que desde la extrema izquierda llaman centralidad al lugar por el que pasan las mareas Ortega habló de masas y se quedó corto de la opinión pública en el siglo XXI. El presidente Aznar alertaba ayer de la existencia palpable de un populismo español que no mira a 2030, sino hacia atrás, para crear otra legitimidad una vez vaciadas las instituciones. Está en el manual de los amables leninistas el aprovechamiento del dolor causado por la crisis a través de la creación de un movimiento articulado como partido político que canalice los sentimientos de frustración, ira, venganza e incluso odio. Y es lo que ha sucedido en Venezuela, donde, una vez conquistado el objetivo, cualquier excusa es buena para encarcelar a un político, a un periodista o a quien alerte sobre la desaparición de los derechos y libertades. Los populistas españoles contribuyeron al montaje del chavismo y tienen los deberes hechos. No hay nada como una solución fácil para un problema difícil. Basta con no pagar una deuda, como se ha hecho en Grecia, y llamar criminal o terrorista en la plaza pública a quien te ha prestado el dinero. Pactar gobiernos locales y regionales con los populistas sirve para ganar tiempo en un liderazgo, como ha ocurrido en el Partido Socialista. Lo que sucede después se ve mirando al espejo venezolano, que sólo es el más reciente. INTERNACIONAL