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ABC CORDOBA 30-06-2015 página 68
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68 CULTURA MARTES, 30 DE JUNIO DE 2015 abc. es cultura ABC La erosión y la mano del hombre destruyen casi un tercio de la Gran Muralla china Se han perdido 2.000 de los 6.259 kilómetros de este monumento, que es Patrimonio de la Humanidad PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL EN PEKÍN El monumento, en cifras Longitud: 6.259 kilómetros Extensión total con ramificaciones: 21.196 kilómetros Tramos perdidos: 2.000 kilómetros Fecha de construcción: 221 antes de Cristo (Dinastía Qin) Tramos mejor conservados: Dinastía Ming (1368- 1644) L a Gran Muralla china frenó durante siglos las invasiones bárbaras de los mongoles y se convirtió en una de los obras más colosales de la Humanidad, pero se enfrenta a dos nuevos enemigos imbatibles: el paso del tiempo y la mano del hombre. Por culpa de la erosión, la falta de una conservación adecuada y, sobre todo, la destrucción humana, ya ha desaparecido casi un tercio de esta construcción, que mide más de 6.000 kilómetros. Según el Diario del Pueblo altavoz del autoritario régimen de Pekín, tan desolador hallazgo ha conmocionado a los chinos, que ven cómo uno de sus símbolos nacionales se desvanece por no estar suficientemente protegido pese a que la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987. A tenor de un estudio llevado a cabo el año pasado por la Sociedad de la Gran Muralla, solo se conserva en buen estado el ocho por ciento del tramo levantado durante la Dinastía Ming (1368- 1644) que es precisamente la parte más visible y visitada en la actualidad. Además de la erosión que provocan las lluvias en Pekín y en la vecina provincia de Hebei, que causan corrimientos de tierra que resquebrajan al muro, los árboles y matorrales que crecen entre sus grietas amenazan con derribarlo. Pero, más allá de estos efectos de la Naturaleza, el mayor peligro al que se enfrenta la Gran Muralla es la acción del hombre, que ha desmantelado buena parte de sus tramos para vender sus ladrillos. Algunos de ellos, que incluso tienen grabados caracteres en mandarín, se venden por solo 30 yuanes (4,3 euros) en el condado de Lulong, denuncia el citado informe. Con el fin de atraer a los turistas, los gobiernos locales reparan pequeños tramos de la Gran Muralla, pero la mayor parte de la construcción se cae a pedazos o ha sido engullida por la maleza o las tormentas de arena. Como consecuencia de esta dejadez oficial, durante los últimos años se han perdido casi 2.000 kilómetros, lo que supone un gravísimo perjuicio para el patrimonio cultural de China. Para Dong Yaohui, vicepresidente de la Sociedad de la Gran Muralla, la grandeza y longitud de esta obra arquitectónica la convierten en un magnífico legado cultural, por lo que su reparación y protección debería extenderse a todo su trazado, y no solo a determinadas secciones Polémicas reconstrucciones De hecho, la mayor parte de sus 6.000 kilómetros, que van desde el paso de Jiayuguan, al noroeste del país, hasta la costa oriental de Bohai, se hallan en ruinas y solo los tramos más turísticos, como los de Badaling, Shanhaiguan, Simatai o Mutianyu, resisten el paso del tiempo. Con el propósito de captar visitantes, muchas de estas secciones han sido reconstruidas durante los últimos años, pero a veces de manera poco fidedigna a su estado original. Como ejemplo, destaca el paraje de Badaling, cercano a Pekín y donde se ha instalado una montaña rusa que serpentea en torno al muro para hacer las delicias de los turistas que han tenido la energía suficiente como para ascender a uno de sus puntos más elevados. Por otra parte, esta descomunal edificación también sufre el acoso de los expoliadores, que se dedican a saquear sus valiosos materiales de construcción. 2005, annus horribilis Una fiesta rave con miles de jóvenes causó graves daños al monumento y 150 metros fueron desmantelados Sin protección oficial hasta 2005 Pese a su trascendencia histórica y ser Patrimonio de la Humanidad, el Muro de los 10.000 li (como se conoce a la Gran Muralla en China porque cada li son 500 metros) no estuvo amparado por ninguna norma hasta 2005. Desde entonces, cualquiera que organice actividades comerciales en los tramos cerrados a los turistas o haga pintadas como las que abundan en las zonas más visitadas puede ser multado con entre 5.000 y 50.000 euros. Pueden ser castigados incluso con penas de hasta 10 años de cárcel quienes roben sus piedras y ladrillos para usarlos en las obras. Antes de esa ley, pagar las multas por saquear la Gran Muralla costaba menos que comprar los materiales de construcción. Tramo de la Gran Muralla en Badaling, uno de los más visitados por su cercanía a Pekín

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