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ABC CORDOBA 28-06-2015 página 44
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44 ANDALUCÍA DOMINGO, 28 DE JUNIO DE 2015 abc. es andalucia ABC Alberto Jorge Barreiro Magistrado del Tribunal Supremo El juez al que el caso ERE hizo perder peso PERFIL Tímido, discreto y de sesgo progresista, este juez ha imputado a Griñán, Chaves, Viera y Zarrías por el mayor caso de corrupción de nuestra historia MANUEL MARÍN MADRID del Código Penal porque les atribuye criterios conservadores. Su firma se ha plasmado durante años en numerosos documentos de jueces muy críticos con el Gobierno socialista de Felipe González por sus despropósitos en el caso GAL; instruyó la segunda causa contra el juez Baltasar Garzón, que motivó su condena por prevaricación al haber vulnerado de modo flagrante el derecho a la defensa por intervenir las comunicaciones en prisión entre acusados de caso Gürtel y sus abogados; se significó con una novedosa doctrina que terminó fulminando la llamada ley Corcuera de la patada en la puerta declarada inconstitucional porque el conocimiento policial de un delito no era por sí mismo argumento suficiente para un registro arbitrario. Y suscribió artículos en defensa de las libertades y comunicados proponiendo, por ejemplo, la despenalización de la okupación ANDALUCÍA INSOSTENIBLE FERNANDO DEL VALLE EL EJE D Alberto Jorge Barreiro, nacido en Santiago de Compostela hace 66 años, es un magistrado atípico y siempre huidizo del foco público. Nunca le gustó, pese a que ha sido el protagonista de numerosas sentencias y resoluciones que han condicionado parte del devenir judicial de nuestra historia reciente. Siempre eludió ser un juez estrella porque lo aborrece. Porque en cierto modo está chapado a la antigua y es de los que se aferran a la máxima de que los jueces solo hablan a través de sus resoluciones. Ahora también lo ha hecho desde la Sala Penal del Tribunal Supremo, a la que llegó en 2009, para inculpar a la que fue cúpula del PSOE andaluz durante 20 años, por prevaricación administrativa en el desvío masivo de fondos públicos para financiar falsos ERE a militantes del partido, familiares y amigos. En total, 855 millones de euros. Su reEl magistrado Alberto Jorge Barreiro solución ha causado una auténtica convulsión en el PSOE y ha acabado con la carrera política de Manuel Chaves y José Anto- pica e impropia de la realidad jurídica. Durante su dilatada carrera, Albernio Griñán, entre otros. to Jorge ha compartido debates y escriElogios por su capacidad tos de la izquierdista Jueces para la DeAlberto (de nombre) Jorge (de primer mocracia con magistrados como Maapellido) y Barreiro (de segundo) a nuela Carmena, María Teresa Fernández menudo la prensa lo confunde preci- de la Vega, Juan Alberto Belloch, José samente porque se maneja en la esfe- Antonio Alonso, José Antonio Martín ra interna de los tribunales y no se ha Pallín y, sobre todo, con Perfecto Andado a conocer ante las cámaras es, drés Ibáñez, también magistrado del sin embargo, un magistrado que nun- Supremo con quien durante años hizo ca ocultó, ni en sus resoluciones ni en tándem en la sección decimoquinta de escritos de Jueces para la Democracia, la Audiencia de Madrid. Sin embargo, un sesgo progresista muy marcado. ninguno de sus compañeros de la Sala Pertenece a esa generación de jueces Penal le niega un elogio por su capacide los ochenta que se tildó a sí misma dad técnica, independencia y, sobre de comprometida muy combativa todo, al contrario que ocurrió con otros frente a la derecha judicial que tradi- jueces fichados por el PSOE o IU, dicionalmente ha dominado el conser- cen de él que no es un hombre de parvadurismo de la carrera. Y es un fer- tido Sus principios son izquierdistas, viente defensor del garantismo extre- pero a la hora de dictar sentencia repemo, tanto, que a menudo se le ha le la justicia politizada. Cosa distinta atribuido una visión demasiado utó- es que no comparta muchos aspectos El Cesid y Manglano También fue el responsable de lo que en el CESID (hoy CNI) se tildó de persecución a su antiguo jefe, el general Emilio Alonso Manglano, por el espionaje telefónico a través de los primeros móviles que existieron en España. Desde la Audiencia de Madrid, Jorge Barreiro ordenó reabrir ese caso, que una juez había archivado, redirigiendo la instrucción no solo hacia el coronel Perote, algo procesalmente impropio porque de facto planteaba anticipadamente el procesamiento de Manglano. Aunque el general fue condenado, después el TC desautorizó de modo contundente a la Audiencia y lo exculpó por haber vulnerado derechos fundamentales de algunos acusados. Patológicamente tímido, discreto y hasta solitario, la instrucción del caso ERE, el ABC mayor escándalo de corrupción de la democracia, le ha costado perder peso y desmejorar su aspecto físico. Ha hecho el mayor esfuerzo de su vida como juez y le ha desgastado enormemente sostiene un compañero de Sala por haber abordado una instrucción muy compleja y laboriosa a partir de la investigación de la juez Alaya. Está ahora mismo bajo el síndrome del postparto... Pero su trabajo ha sido ejemplar añaden. Hijo de un catedrático gallego de Medicina, hermano de un catedrático de Penal, y casado con otra juez, Alberto es técnicamente un número uno sostienen de él compañeros antagónicos en lo ideológico. Incluso, carece de la frivolidad de otros magistrados que han pasado por la Sala Penal. Su amigo Andrés Ibáñez recuerdan emitió un voto particular alegando que el asalto al Parlamento catalán respondía a criterios de libertad de expresión... Alberto nunca se habría atrevido... E Andalucía suele decirse que es la resta de sus ocho provincias. Una manera elegante de referirse a la escasa, por no decir nula, vertebración de un vasto territorio con historias dispares y una secular inconsciencia para darse cuenta de que la unión hace la fuerza. El poder político ha contribuido en gran modo a este estado de las cosas. No sólo. Lo ha hecho acompañado de los que hasta hace no mucho eran un importante poder fáctico en cada una de las ensimismadas plazas que componen la comunidad. Mirar las portadas de los periódicos provinciales tras el nombramiento de un nuevo gobierno era llorar. A ninguno le importaba más allá de cuantos consejeros de su terruño había. Pero, por ser precisamente lo que parece que está cambiando, centrémonos en la responsabilidad política de la cultura del agravio. Ésta no es la primera vez en que se habla del eje Sevilla- Málaga, o al revés. Pero en las otras ocasiones en las que se ha puesto sobre la mesa la bondad de las intenciones de actuación conjunta la cosa no ha pasado de ahí. El victimismo vende, y cualquiera que haya usado el Avant entre las dos capitales puede haber escuchado por la mañana que la Junta ha hecho en Málaga el Metro que niega a Sevilla y atender por la tarde a una explicación de cómo la Junta obliga al Ayuntamiento de Málaga a financiar obras en torno al metro de las que salvó al Consistorio sevillano. Y así todo. Sin muchos más matices. Por poner sólo un ejemplo concreto y no aludir a los celos por las leyes de capitalidad o las pelusas por los museos abiertos. Ahora, animados por el empuje de la sociedad civil, que en el fondo es la que cuenta, los alcaldes dan la impresión de haberse tomado en serio las ventajas que puede traer dejarse de tonterías y falsos ventajismos. Y lo hacen con la bendición de la Junta, otra que ha mirado hacia otro lado sin ayudar nada cuando ha hecho falta. Estas cosas son lentas y no sé qué se gritará en los estadios la temporada que viene. Pero el camino se demuestra andando. Y si es con alta velocidad, mejor.

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