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ABC CORDOBA 25-06-2015 página 61
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ABC JUEVES, 25 DE JUNIO DE 2015 abc. es cultura CULTURA 61 Amazon pagará a los escritores por página leída, no por libro Enorme presencia en casi 200 países Defienden que sus activos son: la cercanía con la industria, las alianzas con otras empresas o festivales de música y media partners además de un catálogo compuesto por 35 millones de canciones y de ser la plataforma con más presencia en el mundo, con actividad en casi 200 países. También 9,99 Tras implantar una tarifa plana, el gigante busca compensar a los autores con éxito JAVIER ANSORENA CORRESPONSAL EN NUEVA YORK serciones publicitarias. Ya está disponible desde el navegador web y para los sistemas operativos iOS y Android, aunque de momento centrado en el mercado norteamericano. Competencia similar Bajando sobre el terreno, la mayoría de las propuestas ya iniciadas y las que vendrán próximamente contemplan varias similitudes. Y algunas diferencias. El número de canciones varía en función de cada servicio. De momento, Apple Music se alza, gracias a su veteranía dentro del sector a raíz de iTunes, como líder al ofrecer un catálogo de más de 37 millones de canciones. Frente a esta próxima apuesta se encuentra Spotify (30 millones de canciones) Deezer (35 millones) Google Play Music (20 millones) o Rdio (20 millones) Pero el caramelo con el que intentan las empresas conquistar al gran público es, precisamente, por los periodos de pruebas. A partir del 30 de junio comenzará a rodar Apple Music con una cuota de suscripción de 9.99 dólares al mes (presumiblemente será de 9.99 euros en España cuando esté disponible, pero no ha trascendido oficialmente) Aunque también aseguran que ofrecerán un periodo gratuito de hasta tres meses. Por su parte, Spotify ofrece una versión libre pero con anuncios (o tres meses por 0.99 céntimos) Precisamente estos ganchos gratuitos han levantado polvareda últimamente, por la denuncia de Taylor Swift, que ya había retirado su música de Spotify en desacuerdo con el modelo de pago. La cantante se indignaba con Apple Music debido a que en este periodo de prueba los artistas no cobraban derechos de autor. No pedimos iPhones gratis. Pero, por favor, no nos pidan que proporcionemos nuestra música sin ningún tipo de compensación escribía Swift en una carta abierta. La compañía de Cupertino cogió el guante, rectificó y anunció que pagará a los artistas por los derechos durante estos noventa días de prueba. La historia de la industria editorial está llena de libros exitosos que no se acaban de leer. Un ejemplo clásico es Moby Dick la novela de Herman Melville que muchos lectores dejan a medio camino. Uno reciente es El capital en el siglo XXI del nuevo economista de cabecera de la izquierda, Thomas Piketty, un tocho teórico de 700 páginas que viste muy bien en la estantería. Que no se lea un libro no ha sido hasta ahora un problema para sus autores. Lo importante era que se vendiese. El sistema podría tener los días contados con el último experimento que Amazon pondrá en marcha la semana que viene: a partir del 1 de julio, algunos de sus autores cobrarán en función de las páginas que se lean. Desde los años 90, el gigante de internet ha protagonizado los mayores trastornos que se recuerdan en el sector editorial: conquistó la venta de libros por la Red, forzó a las editoriales a bajar los precios y movió a millones de lectores a leer libros digitales. Ahora también quiere revolucionar el cobro de derechos de los autores, lo que, a la larga, quizá también podría cambiar la forma en la que escriben. La medida se aplicará de momento solo para los autores independientes que publican sus libros a través de su plataforma Kindle Direct Publishing. Cuando un suscriptor descargue libros de Amazon pertenecien- Las estadísticas de lectura real, no las descargas, cuantificarán el pago ABC Nuevo sistema La todopoderosa Amazon plantea darle totalmente la vuelta al sistema tes a estos autores, la compañía pagará en función de las páginas que el usuario lea, no por el número de descargas: Hemos decidido este cambio como respuesta a los numerosos comentarios de autores que nos pidieron que adaptáramos los pagos a la extensión de los libros y a lo que los usuarios leen explicó Amazon en un comunicado. Cada mes, la compañía destina una cantidad de dinero a pagar derechos a estos autores independientes. Por ejemplo, este mes son tres millones de dólares. Ese dinero se divide después entre los autores con criterios objetivos, hasta ahora basados en el número de libros descargados. Pero ahora, si una persona lee un libro de 300 páginas, su autor cobrará lo mismo que el de un libro de 600 páginas leído hasta la mitad o el de uno de solo cien páginas, pero que tres personas han leído hasta el final. La noticia ha sido recibida con división de opiniones. Algunos ven justo cobrar por lo que de verdad se lee, mientras que otros advierten problemas que afectarán al contenido. El autor Peter Wayner teme en un artículo en The Atlantic que el nuevo sistema favorezca finales con suspense y misterio, cualquier cosa que mantenga al lector enganchado La nueva estrategia de Amazon despierta, además, otra preocupación, que tiene que ver con los datos personales de los usuarios: el sistema deja claro que la compañía controla qué parte de cada libro leemos. A tanto la hoja ANÁLISIS JUAN GÓMEZ- JURADO L a nueva política de Amazon de pagar a los autores por página vista en lugar de por título descargado ha sido percibida por casi todo el mundo como algo negativo, cuando tiene algunos aspectos positivos que vienen a intentar paliar un problema del que nadie estaba hablando. Escribo esta columna como autor de novelas, no como periodista. Las mías están publicadas en Amazon también, como es lógico, y son susceptibles de entrar en el programa Kindle Unlimited, la nueva tarifa plana que los de Seattle introdujeron hace unos meses, una especie de Spotify de los libros Aunque el plan suena bien para el consumidor, en esencia es un desastre para el autor, que ha visto yo incluido caer sus ingresos un 75 desde el lanzamiento del nuevo programa. Los consumidores optan por una tarifa fija en esta enorme librería digital porque es más barato y porque les permite conservar los mismos derechos de acceso a las obras excepto el de conservarlas una vez dados de baja en el servicio. Por tanto, en esencia si planeas continuar no tienes que volver a comprar un libro nunca. Muy bueno para el lector, malo para el autor. Amazon ha recibido las quejas de los autores ante la caída de ingresos y la confusión que supone el nuevo servicio, pero no está dispuesto a dar un paso atrás en su tarifa plana, así que ha decidido implementar este nuevo sistema de pago a simple vista humillante de pago por página vista. Está centrado en aquellos autores que formen parte del programa, como una manera de que recibamos una compensación algo más alta que la que tenemos por poner nuestras obras dentro de Unlimited. Si finalmente es beneficioso para los escritores y volvemos a los niveles de ingresos de antes de la tarifa plana, está por ver. Pero mientras tanto parece un regreso al siglo XVI, en el que los escribanos, para no morir de hambre, se sentaban en la plaza poniendo sus letras a disposición de los transeúntes a tanto la hoja, a cuanto el verso.

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