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ABC CORDOBA 07-06-2015 página 55
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ABC DOMINGO, 7 DE JUNIO DE 2015 abc. es internacional INTERNACIONAL 55 HORIZONTE El Atatürk islamista D. IRIARTE La cautela con la que en el pasado los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) han manejado la figura de Mustafa Kemal Atatürk el fundador de la moderna República de Turquía (y el responsable de que en ella se impusiese el secularismo) ha sido sustituida por un nuevo entusiasmo por este personaje, aunque con un matiz: ahora, el padre de la Patria aparece a menudo acompañado de Erdogan. El AKP está embarcado en un proyecto político de transformación del país, que denominan la Nueva Turquía y que tiene a Erdogan como figura central. Quien hace década y media no era sino uno más en el puñado de líderes que fundaron el AKP ha pasado a convertirse en el eje de la política turca, cuyo rostro está cada vez más presente en los pósteres callejeros, en las televisiones (que retransmiten en directo todos sus discursos) en los REUTERS espacios públicos. Es probable que el estilo de gobierno de Atatürk que impulsó las reformas que consideró cruciales para el país sin tolerar oposición alguna a su revolución sea el mismo que anhela Erdogan con su proyecto presidencialista. Sus partidarios copian viejos eslóganes kemalistas, adaptándolos a las nuevas circunstancias. Y no en vano, su programa de grandes infraestructuras se denomina Objetivo 2023 el año en que se cumplirá el centenario de la proclamación de la República. Todo con tal de pasar a la historia. RAMÓN PÉREZ- MAURA EL CANDIDATO APOLÍTICO La imagen de los kurdos ante el mundo es hoy radicalmente distinta de hace veinte o treinta años ecep Tayyip Erdogan se juega mucho en las elecciones turcas de hoy, en las que no es candidato y ahora que ya no es miembro de su partido, el de la Justicia y el Desarrollo (AKP) con el que ganó consecutivamente seis elecciones. La constitución turca obliga al presidente de la República a ser apolítico, lo que hace especialmente singular que Erdogan haya actuado en los últimos meses como un candidato apolítico... apoyando su partido. En la primera semana del mes de mayo tuvo 44 horas de cobertura televisiva de sus discursos de campaña atacando a sus rivales. Es decir, él solo, aparte de su partido, tuvo más tiempo que todos los demás partidos políticos sumados. Como no era candidato, su minutaje no entraba dentro del reparto del tiempo que practica la televisión oficial. En estas elecciones en las que Erdogan espera ser el ganador sin presentarse, lo que se juega el AKP es lograr una mayoría arrolladora para lograr reformar la constitución sin necesidad de convocar un referendo y sin consultar con nadie más. Es decir, una constitución de unos contra otros, lo menos democrático que puede darse, aquello que pretenden quienes creen contar con la única legitimidad que les importa, la que obtienen directamente de Dios. Y con esos mimbres pretende seguir construyendo un cesto en el que Turquía se presenta como una víctima a la que no dejan entrar en la UE. Nada tiene de extraño que así sea en un país en el que el poder parece excesivamente concentrado y en el que el ectual presidente ha ido quitando de su camino, progresivamente, a los rivales que tenía dentro de su propia formación. Y que ha podido contar con la suerte del pasado terrorista de una parte relevante de la población del Kurdistán. Pero esta última es una excusa que empieza a diluirse, pues vista la situación en Irak y quién es capaz de plantar cara a los islamistas terroristas, la imagen de los kurdos ante el mundo es hoy radicalmente de la que fue hace veinte o treinta años. Erdogan se juega mucho este domingo. Pero frente a él se lo juega también Occidente. R poder entrar en el Parlamento. El CHP y el MHP tienen garantizado su espacio en el hemiciclo, pero el HDP no lo tiene nada claro. La mayoría de las encuestas le otorgan entre un 10,5 por ciento y un 12 por ciento, pero no todas. En caso de lograrlo, se le adjudicarían automáticamente un mínimo de cincuenta escaños, lo que no solo abortaría los planes presidencialistas de Erdogan, sino que el AKP podría tener problemas para gobernar en solitario. Una mujer turca se manifiesta bajo el retrato de Kemal Ataturk Propaganda gubernamental No es de extrañar que los medios progubernamentales insistan en la necesidad de votar por la estabilidad frente a la incertidumbre Diarios como Sabah el más cercano al ejecutivo, están llenos de artículos describiendo cómo los gobiernos de coalición han lastrado la economía y de cómo la prensa extranjera critica la constitución plural y democrática que promete el AKP debido a sus prejuicios contra el presidente Erdogan El temor al fraude electoral también se ha extendido entre la oposición. El secretario general del CHP, Gürsel Tekin, ha enviado circulares alertando contra posibles intentos de utilizar a refugiados sirios y de otros países para suplantar la identidad de personas fallecidas durante el día de la votación. El Alto Consejo Electoral ha tratado de confrontar estas dudas, asegurando que la manipulación es imposible Pero a nadie se le olvida que se trata del mismo organismo que ha evitado tomar medidas contra Erdogan por haber violado su juramento de imparcialidad al hacer campaña a favor del AKP, a pesar de las repetidas denuncias de los partidos de la oposición. La posibilidad menos mala es que el AKP se rompa y vaya a por una coalición con otros partidos, y se forme un gobierno tripartito que recupere todo lo que se ha perdido en el sistema democrático turco en los últimos cinco años. Todos los demás escenarios son extremadamente peligrosos indica Aktar. En un gobierno en minoría, sería imposible tomar ninguna medida. Y no puede haber una coalición con otro partido dominada por Erdogan, porque el sector minoritario tendría que explicar este pacto a sus votantes, y eso es imposible. Por no hablar de que el AKP consiga la mayoría absoluta dice. Este analista considera que la extrema presión es el motivo de la violenta campaña de agresiones contra el HDP, cuyas sedes electorales han sufrido más de sesenta atentados de diversa intensidad en el último mes y medio. Los incidentes más graves ocurrieron el viernes, cuando militantes EPA ultranacionalistas atacaron un convoy electoral de este partido, incendiando varios vehículos e hiriendo a decenas de personas, una de ellas muy seriamente. Esa misma tarde, el estallido de dos bombas en un mitin del HDP en la ciudad de Diyarbakir dejó cuatro muertos y 184 heridos. Los riesgos son muy grandes. Podríamos encontrarnos con una amplia manipulación de votos, y podríamos ver cómo el HDP se queda fuera del Parlamento. El AKP está totalmente acorralado, y siente que la corriente no le es favorable dice Aktar. De un modo u otro, tanto si el HDP llega o no al Parlamento, Turquía entrará en una fase muy caótica para la economía, la política y la sociedad asegura.

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