ABC CORDOBA 01-05-2015 página 5

ABC VIERNES, 1 DE MAYO DE 2015 abc. es ENFOQUE 5 Rafael Catalá rectificó ayer y negó que el Gobierno se plantee multar a los medios de comunicación que publiquen sumarios JAIME GARCÍA Catalá rectifica El jardín de los hechizos JAIME GONZÁLEZ Meterse en un jardín como el de las sanciones a los medios de comunicación sin conocimientos de paisajismo es arriesgarse a que la flora se revuelva en tu contra. Antes de tan compleja incursión hay que analizar la composición del suelo, las formas del terreno, las elevaciones, los cauces de agua y las condiciones climáticas, porque es posible que te enfrentes a plantas carnívoras tan peligrosas como la legendaria atrapamoscas de Venus, la Jarra Deadly o la Lirio Cobra, que no solo se alimentan de insectos. Parece mentira que a estas alturas, y con la que está cayendo, el ministro de Justicia no reparara en que para adentrarse en terrenos pantanosos es recomendable utilizar botas de agua, a ser posible reforzadas con plomo en la zona de las pantorrillas. No me perderé en disquisiciones sobre el derecho a la información y otras cuestiones igualmente procelosas, porque estoy convencido de que no hay ánimo censor en Rafael Catalá, a quien tengo por persona cabal y, sobre todo, prudente. Lo malo de sus declaraciones no es que escondan la aviesa intención de amordazar a la prensa, sino que han servido de munición a los enemigos del Gobierno que son muchos para utilizar a discreción la brocha gorda. Que haya matizado sus palabras no les servirá de consuelo, sino de catapulta para seguir mordiendo en el flanco que el ministro ha dejado al descubierto. ¿Qué extraña fascinación por los jardines lleva a personas como Rafael Catalá a meterse en la boca de la Lirio Cobra o de la Jarra Deadly? Es una pregunta que no puedo dejar de plantearme y para la que no tengo respuesta. Como periodista, lo dicho por Catalá no me suena a amenaza, sino a huero circunloquio, si bien me gustaría aprovechar estas líneas para denunciar otros aspectos intervencionistas del Gobierno en materia de libertad económica que sí que me resultan inquietantes. Tiene el Ejecutivo un tic controlador de la vida y la hacienda de todos que me provoca alarma y estupefacción a partes iguales. Y que merecería que nos revolviéramos como la legendaria atrapamoscas de Venus, que no solo se alimenta de insectos. Dicho esto, el ministro de Justicia me va a permitir un consejo: no es conveniente hablar mal del puente hasta haber cruzado el río. ESPAÑA