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ABC CORDOBA 26-04-2015 página 91
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ABC DOMINGO, 26 DE ABRIL DE 2015 abc. es tv TELEVISIÓN Y RADIO 89 El bigote eternamente joven Tom Selleck, Francis Frank Reagan en Blue Bloods es uno de esos seres de Hollywood que resultan inmarcesibles. Como Jane Seymour o Morgan Fairchild. Vale que con 70 años ya no tiene la pinta que gastaba en Magnum pero a Len Cariou, su padre en la serie, le debe de tocar la placa que un tipo que solo tiene seis años menos que él haga de su hijo. Hay todavía menos diferencia de edad que en Con la muerte en los talones donde Cary Grant tenía una madre (Jessie Royce Landis) que sólo era ocho años mayor que él. En España, en la España autonómica con televisión, Tom Selleck era Magnum P. I. un detective guaperas con bigote y camisas de flores que vivía en un casoplón de Hawai (casa que parece que Obama se ha comprado) Años después, Antena 3 también emitió la serie, pero por las mañanas y cuando ya no tenía interés, si alguna vez la tuvo. El de Blue Bloods es el siguiente trabajo televisivo del actor tras Las Vegas como A. J. Cooper. Anteriormente había sido regular en Boston Legal como Ivan Tiggs. Pero su papel episódico más recordado es el del doctor Richard Burke en Friends donde hacía de novio mayor de Mónica. Poco ha aprendido Courteney Cox del paso del tiempo por las caras. Más que de Tom Selleck, que es hombre y no cuenta, de Morgan Fairchild, su suegra en la serie (del suegro, Kathleen Turner, tampoco hay que tomar ejemplo) Stany Coppet: No conozco el final, me gustan las sorpresas El actor interpreta a Khaled, el marido de Fátima y el villano de El Príncipe CARMEN ANIORTE MADRID nueva. Una vara de medir que consiste en que tenga o no una familia reunida en la mesa (si la tiene es cosa del pasado, claro) En Blue Bloods una escena fija es la cena de los domingos de esta familia católica en casa de papá Selleck (un papá viudo) Y ese es uno de los clichés que hacen de la serie un placer culpable sin sobresaltos (esto no es Scandal no es Revenge Si no fuera porque no duermen en la misma casa, sólo faltaría que, como en Los Walton alguien dijera lo de Buenas noches, JohnBoy Buenas noches, papá Pero hay más placeres. Es como ver una tertulia, sabes qué va a decir el bocazas de turno, qué va a hacer. Y sabes que cualquier crimen, de la naturaleza que sea (secuestros, robos, ataques terroristas, mafia rusa) va a ir a los Reagan, como si vivieran en Walnut Grove, el pueblo de La casa de la pradera y no en Nueva York. Es más, es posible que hasta se tengan que investigar entre ellos. A veces, incluso se producen errores de raccord Alguien puede salir de un edificio con ropa diferente de la que llevaba dentro, y esto hace de la serie un must Es mucho más divertida de ver que otras de relumbrón, tan perfectas, tan queridas por la crítica. Bridget Moynahan es la perfecta heredera física de Veronica Hamel, la Joyce Davenport de Hill Street Blues (siempre me da vergüenza escribir lo de canción triste) A Hamel la volvimos a ver en Perdidos como madre de Jack y casi morimos de la pena (cómo se estropean los cuerpos, que diría la filósofa Morgan. Lina) Blue Bloods no es la heredera de Hill Street Es la prima tonta a la que tanto se quiere. Khaled, el personaje del francés Stany Coppet en El Príncipe (martes a ls 22.30 horas en Telecinco) ha pasado de ser el perfecto prometido de Fátima al malvado líder de la red terrorista Akrab. Desde que vive en Ceuta se ha camuflado bajo la fachada de benefactor del barrio e incluso ayuda a su ahora esposa en su lucha por apartar a los jóvenes de la delincuencia. -Nadie sospecha de usted... Salvo Morey- -Sí, y me lo va a poner difícil. En la primera temporada todo era más pausado, ahora tengo más presencia y mi personaje está más elaborado. Me ha dado mucho trabajo, pero estoy muy contento. ¿Le gusta hacer de malo? -Claro, te permite ser lo que no eres. Pero en esta ocasión, tras los acontecimientos de París, he tenido un serio conflicto personal. Khaled es un personaje ficticio, pero es un empresario capaz de matar a inocentes. ¿No se meten con usted por la calle? -No, saben que estoy interpretando un personaje. Cuando me reconocen por la calle no me recriminan nada, me siento muy querido. ¿Cómo lleva la fama? -No he pensado mucho en ello. Trabajo para ser actor y no para ser famoso. Dentro de unas semanas se estrena en Francia La vida pura un largometraje en el que soy protagonista. ¿Le ha cogido el gusto a trabajar en España? -Sí, El Príncipe no es mi primer trabajo. Lo primero que hice aquí fue un papel en Águila Roja, la película No quiero irme a Francia. Mi mujer y yo estamos pensando, ahora que tenemos un hijo, afincarnos aquí. ¿Cuál le gustaría que fuera su próximo trabajo? -Lo que más me gusta es el teatro, el contacto con el público me fascina. De hecho, estudié interpretación, danza y canto en Nueva York en el Lee Strasberg Theatre. -Cuando no trabaja ¿cómo desconecta? -Estando con mi familia (he sido papá hace poco) y jugando al tenis No veo mucha televisión, me gusta más el cine. Las últimas películas que he visto, La isla mínima y El niño me han parecido fantásticas. ¿Nos puede adelantar algo del final? -Quedan muchos capítulos por emitirse... Todavía no se ha terminado de rodar, pero yo soy partidario de las sorpresas. El minuto de gloria Informe semanal (La 1) El espacio de reportajes abordó el problema dela inmigración ilegal en la costas del Mediterráneo. Después, La 1 emitió cine en lugar del cancelado Alfombra Roja

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