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ABC CORDOBA 26-04-2015 página 16
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ABC CORDOBA 26-04-2015 página 16

  • EdiciónABC, CORDOBA
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14 OPINIÓN VIDAS EJEMPLARES PUEBLA DOMINGO, 26 DE ABRIL DE 2015 abc. es opinion ABC LUIS VENTOSO PENSAMIENTO MÁGICO Lo que puede y no puede hacer un Gobierno A mentalidad española es más estatalista que individualista, más intervencionista que liberal. El primer reflejo es acudir al Estado, buscar en él culpas y soluciones, en lugar de centrar el foco en la responsabilidad y la capacidad de las personas. Un maquinista se despista, entra a 179 km h en una curva limitada a 80 y provoca una tragedia. En lugar de admitir el error humano, la primera reacción es mirar al Estado, a ver por qué diantres no ha blindado esa curva. Si un niño pierde la cabeza y mata con una ballesta a un profesor, se inicia de inmediato un estéril debate sobre el colegio y la inspección, en lugar de admitir que siempre habrá desarreglos mentales, o de ahondar en los valores familiares y de amistad de los chavales. Si una provincia es un páramo industrial, se demanda al Gobierno autonómico que haga algo. Su solución suele ser plantar un parque empresarial en medio de la nada, que criará rastrojos en breve, y encargar cuatro informes para que chupen fondos públicos un par de consultoras amigas y algún diputado afín. No se ha asumido todavía lo elemental: las empresas y el empleo vienen del talento y esfuerzo de los empresarios. Cuando nos ponemos colorados con el fracaso escolar, a pesar de que invertimos más que otros países, se empieza a maquinar la enésima reforma educativa. Pero nunca se hablará de que las familias están descuidando la formación de sus hijos, o de que tal vez nuestro siempre reivindicativo profesorado no trabaja como debería. Ese pensamiento mágico se extrema cuando se habla del Gobierno, al que se conceden atribuciones milagreras totalmente irreales. Una gran parte de nuestro entorno regulatorio viene ya marcado por la UE, que ha trazado infinidad de líneas rojas que restringen la acción de los Ejecutivos nacionales. Luego, en la práctica, todo lo medular educación, sanidad y justicia lo gestionan las comunidades. Por último, la economía bascula en gran medida al albur de la coyuntura europea y mundial ¡quién nos iba a hablar del petróleo a 30 dólares! y de que acuda la inversión extranjera y emerjan empresarios valiosos, de los que crean riqueza real con la simple fuerza de sus ideas. Al Gobierno hay que pedirle poca cosa. Mayormente, que no haga el indio. Un entorno de seguridad jurídica, orden contable y que garantice las prestaciones sociales elementales. Poco más. ¿Fácil? Pues tampoco. Vivimos en un país donde campan la arbitrariedad y la indefensión, donde un juez fija una fianza de 800 millones de euros y luego viene otro y dice uy, ¡que te has pasao, Andreu! y la baja a 34 (sin que le ocurra nada al que se columpió) Donde una posible evasión fiscal aún no demostrada se convierte en la detención de Hannibal Lecter, con posible soplo incluido de un funcionario enrolado en el PSOE, según ha descubierto ABC. Donde toda la reforma de la Justicia de un ministro la tumba el siguiente, sin una sola explicación de quien encargó la primera y la segunda. Donde el saneamiento de la banca que no nos iba a costar un duro nos costó un rescate. La solución no está en las utopías telegénicas. Bastaría con un aburridísimo Gobierno de centro que construyese un soso país normal. L LA FERIA DE LAS VANIDADES FRANCISCO ROBLES LA CULTURA ES DE IZQUIERDAS La derecha se empeña en premiar a los de enfrente para superar ese complejo de inferioridad cultural que padece A cultura es de izquierdas. Y viceversa. La izquierda es culta por antonomasia. Lo malo de este tópico no es que se lo crean solamente los progres, sino la propia derecha. Esta semana hemos comprobado, en dos ocasiones, que el tópico sigue vivo y coleando. El secretario general del PSOE nos ha dejado un tuit digno de figurar en la antología general de la ignorancia. Este Sánchez, el mismo que se olvida de las vocales al escribir su nombre como si hablara en árabe, situó la cuna de Machado en Soria. ¡Ole! De momento se olvidó del hermano, del padre y del abuelo. Machado es un apellido con demasiado linaje intelectual para dejarlo en manos de este sucesor de Pablo Iglesias que tiene pinta, facha y habla de presentador de televisión hortera. ¿O no es así? Pongan a Pedro Sánchez al frente de un concurso, de un gran hermano, de un programa del corazón. Vestido en plan modernito y luciendo palmito. Y sáquenlo del mundo de la poesía, de las letras que esconde cuando se presenta como Snchz. Del impresor que fundó el partido, al iletrado que lo dirige hoy: degenerando como el banderillero de Belmonte que llegó a gobernador civil. Imaginen ahora que ese error lo hubiera come- L tido un dirigente del PP. ¡La que le habría caído! Esa crema de la intelectualidad progre estaría bramando sin cesar. Y como las comparaciones las carga el diablo, recordemos que Aznar es un gran lector de poesía que está al tanto de la lírica del siglo XXI. Esto último no se lo reconocerán jamás los propios poetas a los que lee el marido de Ana Botella. El sectarismo de estos progres es como la ignorancia de Snchz: no tiene límites. Ahora vámonos que nos vamos con Goytisolo, otro sectario como él solo. La derecha se empeña en premiar a los de enfrente para superar ese complejo de inferioridad cultural que padece. Como decía muy bien ayer mismo el profesor Amorós, a los miembros Snchz diría también a las miembras del jurado del Cervantes habría que condenarlos a leerse la obra completa de Goytisolo. Quien lo sufrió lo sabe. Ya no se puede ser más plasta ni más aburrido. Y ahora que no vengan los de siempre con la confusión de costumbre. Lo profundo no tiene nada que ver con lo aburrido, sino todo lo contrario. El libro más divertido que se ha escrito en nuestra lengua es El Quijote. Goytisolo se apunta al postureo progre y sitúa al hidalgo deshaciendo desahucios: la paronomasia no es del premiado, que conste. Identificar a Cervantes con Ada Colau es la mayor metáfora surrealista que se ha perpetrado en nuestra vieja piel de toro, pero Goytisolo no lo ha hecho por eso, sino por el prurito de parecer más progre que nadie. Alguien debería recordarle que el Caballero de la Triste Figura se dedicaba a liberar a los galeotes que luego lo molían a palos, así que la justicia social teñida de progresía no tiene nada que ver con el carácter de aquel loco que resolvía, según la añorada Cándida Martínez, los conflictos de forma pacífica. Jamás olvidaremos aquel argumento pedagógico de quien se cargó buena parte del sistema educativo andaluz. ¡Don Quijote también era progre! A Goytisolo sólo le faltó condenar a los que condenaron a Cervantes en África, que como todo el mundo sabe eran los fachas españoles que ya usurpaban Melilla. ¿O no diría eso Pedro Sánchez, el guapo presentador de Telesoria en la cuna de Machado?

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