ABC CORDOBA 24-04-2015 página 6
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página6
- Fecha de publicación24/04/2015
- ID0006445443
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6 ENFOQUE VIERNES, 24 DE ABRIL DE 2015 abc. es ABC La Fiesta de las Letras Goytisolo, premio Cervantes La tuna canta al paso de Doña Letizia, ayer, en la Universidad de Alcalá de Henares EFE El premio reivindica JESÚS GARCÍA CALERO No hay premio Cervantes sin reivindicación y está bien que así sea. Cada año, el galardonado incide en algún aspecto de la realidad para subrayar yerros y tuertos cervantinos en nuestra sociedad. Así son los escritores: privilegian la reflexión cuando iluminan el mundo con su inteligencia. En la fiesta de las letras que distingue las más valiosas obras literarias en las dos orillas del idioma español, a veces, como ayer Juan Goytisolo, los autores no son precisamente personajes festivos: con premeditado desaliño, el autor recibió de manos del Rey el premio correspondiente a 2014. Luego pronunció un discurso breve y aleccionador, titulado A la llana y sin rodeos que dibujó, invocando causas justas, brillantes reflexiones y algunas reprimendas sobre la escritura, el éxito, la cultura, y también sobre la pobreza, el hambre, el nacionalismo, los desalojos, la corrupción, el paro y otras lacras del mundo actual que sin duda podemos dicho así con minúscula denunciar. No nos resignamos a la injusticia proclamó justamente. Ni la comentada y despreciativa falta de chaqué ni su crítica sobre la búsqueda de los huesos de Cervantes (mejor que desenterrarlos y convertirlos en reliquias turísticas made in China dijo, deberíamos alumbrar los episodios más oscuros de la vida del autor) pueden ocultar que el escritor cumplió, a rajatabla, con otras etiquetas generacionales: honda cultura herida por el exilio que insufla un pesimismo tan poco lozano como el retrato de Dorian Gray. El ministro Wert (al que Goytisolo se empeña en desconocer) aventuró en la laudatio que sus coetáneos Jaime Gil de Biedma o Ángel González no tendrían hoy la tentación de escribir determinadas quejas desgarradas sobre la España franquista. Pero Goytisolo, con coherencia palmaria, permanece impávido en una visión amarga de la realidad española. No se trata de poner la pluma al servicio de una causa por justa que sea dijo, sino de asumir la locura de Don Quijote como una forma superior de cordura contra la inicua realidad. Digamos bien alto que podemos sentenció. Como en una precampaña, con minúscula. Está bien que el Cervantes reivindique. Y puede apreciarse su gesto integrado en un acto institucional. Recordemos que Goethe puso en boca de Dios (en su Fausto aquel elogio del impertinente Mefistófeles: De todos los espíritus que niegan, el pícaro es quien menos me molesta CULTURA