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ABC CORDOBA 22-04-2015 página 16
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ABC CORDOBA 22-04-2015 página 16

  • EdiciónABC, CORDOBA
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16 OPINIÓN POSTALES MIÉRCOLES, 22 DE ABRIL DE 2015 abc. es opinion ABC A LOS CUATRO VIENTOS Propuesta electoral Municipales JOSÉ MARÍA CARRASCAL LA MALDAD DE LAS COSAS Puede que el principal fallo del progresismo sea haber extendido la idea de que es gratis. Cuando no hay nada gratis en este mundo El control público de los veladores La idea que plantea el PP de que sean los dueños de los establecimientos de restauración en Córdoba los que controlen el buen uso de las terrazas para sus clientes carga parte de la responsabilidad de poner límites a la actividad de los bares en la vía pública en los titulares de los negocios, pero no se puede olvidar a la autoridad municipal, llamada a velar por que la colocación de mesas y sillas no entre en colisión con el derecho al descanso de los vecinos. Ahí reside el esfuerzo que plantea el PP para aumentar los medios inspectores. El PP extiende la mano... y el PSOE... El responsable de la campaña del PP en Córdoba capital, Miguel Ángel Torrico, tendió ayer la mano al PSOE para alcanzar pactos estables que permitan a la ciudad sacar adelante los proyectos que son vitales para su desarrollo. La iniciativa de Torrico deja claras dos cosas fundamentales: la primera, que el partido que gobierna en la capital reconoce como interlocutor preferente a la formación que lidera en las municipales Isabel Ambrosio en un escenario de mayoría simple; la segunda, la voluntad sólida del PP de encontrar salidas para que dejen de primar intereses partidistas. E SPERO que estén de acuerdo conmigo en que el mundo se ha hecho un lugar bastante peligroso. Lo que ya no sé es si lo estarán con las conclusiones que saco. Que el mundo se ha hecho un lugar peligroso lo comprobamos al abrir el periódico cada mañana: la muerte puede esperarle a uno en un barquichuelo atestado cruzando el Mediterráneo, en una playa de Río, en un avión alemán, en una cueva del Atlas o en un instituto de Barcelona, por citar sólo los casos más recientes de muertes que hace sólo unas décadas no ocurrían. Y la primera pregunta que viene a la mente es: ¿por qué pasan ahora? La respuesta es de cajón: porque antes esas circunstancias no se daban. Porque el Mediterráneo no se había convertido en la ruta hacia la felicidad o la muerte para millones de africanos; porque no nos íbamos a dar un garbeo por Copacabana; porque los productos alemanes nunca fallaban; porque los deportes de riesgo no existían y porque los chicos no jugaban con armas mortales como si fueran juguetes. Quiero decir que buena parte de lo que está ocurriendo se debe al desarrollo de nuestra propia civilización, que nos está dando cada vez más instrumentos, más oportunidades, más incentivos para hacer lo que queremos, lo que deseamos, lo que soñamos, algo que no tenían nuestros padres y no digo ya nuestros abuelos, quienes con poder llegar a fin de mes, se consideraban felices. ¿Significa esto que el progreso es malo? No, de ninguna manera. El progreso es bueno, y la prueba está en que cientos de millones de personas viven hoy mejor que hace dos generaciones y miles de millones aspiran a ello, jugándose incluso la vida en ello. El progreso es neutro, depende de cómo lo usemos, y ahí precisamente está el quid de la cuestión: en cómo lo usamos. Puede que el principal fallo del progresismo sea haber extendido la idea de que es gratis. Cuando no hay nada gratis en este mundo. Todo avance trae consigo un riesgo. Toda ventaja, una desventaja. La ley de la gravedad universal se extiende también al comportamiento de las personas. Los físicos lo llaman, jocosamente, la maldad de las cosas y ponen como ejemplo que si cae una tostada al suelo, siempre cae por la parte que tiene mantequilla y mermelada. Pero no es por la maldad de la tostada: es porque por esa parte pesa más. De ahí que siempre que forzamos algo, una ley, un comportamiento, una actividad, aumentamos el riesgo proporcionalmente. Que se lo digan a los personajes que están siendo citados por los jueces. Creíamos que el progreso era gratis. Sobre todo las últimas generaciones han crecido con la sensación de que todo, incluso lo más excepcional y extravagante, podía alcanzarse, además, sin esfuerzo. Como están comprobando, no es así. Hay un precio a pagar por todo. ¿La maldad de las cosas? No, no, nuestra ingenuidad, por no decir tontería. Veladores en el Centro CARTAS AL DIRECTOR Sin escudos, pero con euros El escudo, aquella moneda portuguesa del pasado tenía escaso valor, no era precisamente una divisa muy apreciada. Por eso que al señor González le preocupe poco perder los escudos. Pero los euros son otra cosa, amigo, ésos los viene apalancando desde que llegó a la ciudad y el día que se vaya se irán con él. No le quepa la menor duda. La afición ha sido paciente, muy paciente, le ha aguantado al personaje lo indecible, pero ya tiene que estallar. Es lo normal. Y ya no es la mínima inversión de esta temporada, lo peor será la próxima, sin base, plantilla, ni proyecto de equipo. Pero, entonces, casi seguro, el señor González ya no estará aquí. Que no se vaya de rositas, que no se ría de los cordobeses. Cada partido debemos superar el anterior en pitadas, abucheos y muestras de desagrado. Las peñas deben de convocar una gran manifestación. La bronca debe ser tan estruendosa como el daño que él ha causado. ALFONSO GÓMEZ LÓPEZ CÓRDOBA El fútbol y su influencia en Córdoba Recuerdo en el primer ascenso a Primera del Córdoba CF, que el equipo inicial en su nueva andadura se formó con una base coherente, ya que se mantenía la columna vertebral de la temporada anterior. Es decir, los Benegas, Simonet, Navarro, Martínez, Costa, Juanin, Miralles, ¿y qué ocurrió? pues que nos mantuvimos seis años en la División de Honor. Todo lo contrario ha ocurrido esta temporada, tras 42 años de espera, no se puede empezar una liga tan fuerte como la española, con 22 jugadores nuevos, la mayoría no fichados, sino cedidos de otros clubes. Resultado, hemos hecho el mayor de los ridículos, causando un gran daño a una afición que ha demostrado ser de Primera. Y en cuanto a la ciudad, tan poco ha salido bien parada con ciertas decisiones del club ya que en ocasiones puntuales como las visitas de los equipos de nuestra región (Sevilla, Málaga, Almería, Granada) dado el elevado coste de las localidades, se ha mermado y mucho la asistencia de esas aficiones, concretamente, acompañando al Sevilla, se esperaban unos 3.000 personas, pero los 75 euros de la entrada más barata, frenaron lo que podía haber sido una gran jornada para el comercio, la hostelería y la ciudad. Esperemos que en el próximo ascenso se hagan las cosas con más acierto y no se vuelva a frustrar la ilusión de esta gran afición y pensar algo más en las múltiples ventajas que ello conlleva. MANUEL PAVÓN TORRES CÓRDOBA A Chaves no le hacía falta el interventor Las declaraciones de Manuel Chaves en el Supremo como imputado en los ERE falsos tienen su miaja de cachondeo, a la vista de las últimas noticias. Casi al mismo tiempo que Chaves declaraba, con gran desfachatez y descaro, que no hubo ni ilegalidad ni irregularidad al contrario de Griñán, que admitió el fraude, aunque negara un plan de la Junta, se ha sabido, por las actuaciones que la juez Alaya sigue en Sevilla, que Chaves conoció el fraude en 2004. En ese año, un grupo de mineros de la Faja Piritica de Huelva, se dirigió directamente a Chaves comunicándole que muchos de los incluidos como mineros en el ERE del sector no habían visto una mina ni en pintura, o sea que eran lo que después se conocería como intrusos. Chaves, en vez de iniciar una investigación, ordenó tramitar un expediente por discriminación y el resultado, aparte de irregular e ilegal, fue esperpéntico. ¡Los siete denunciantes fueron prejubilados, sin reunir los requisitos, para que no se sintieran discriminados respecto a los intrusos, y que tampoco los tenían! CARLOS RUIZ ALCAIDE CÓRDOBA Pueden dirigir sus cartas por correo ordinario a C San Álvaro, 8, 1 3. 14003 Córdoba. Por correo electrónico: cartas. cordoba abc. es. ABC se reserva el derecho de reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas.

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