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ABC CORDOBA 15-04-2015 página 73
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ABC MIÉRCOLES, 15 DE ABRIL DE 2015 abc. es deportes DEPORTES 73 Córdoba CF Fútbol EL TACÓN DE SÓCRATES POR PACO MERINO Consuelo de tontos E L Córdoba lleva mucho tiempo descendiendo. Lo hará un día de estos, cuando se lo digan las matemáticas. Las mismas a las que se viene agarrando, de modo tragicómico, para montarse una película épica que después se encargan de desmentir los hechos cada fin de semana. En el campo, la verdad dice el himno. El césped, como el algodón, no engaña. La derrota ante el Elche y sus consecuencias, tanto en la clasificación como en el juego de equilibrios del cordobesismo, se ha dejado sentir. El equipo va diciendo adiós con una sonrisa forzada mientras continúa su caída libre. Hacia Segunda, según esperan los más optimistas. Los profetas del Apocalipsis vaticinan destinos más funestos para un club que sigue buscando que su identidad y su modelo de negocio coincidan o, al menos, no entren en colisión. Y ahí estamos. Los últimos por derecho. Recibiendo piadosos cánticos de ánimo y ovaciones por parte de las aficiones rivales, que siempre encuentran un momento para la misericordia ante un adversario vencido, con los umbrales de energía por debajo de la reserva y el callo formado por la acumulación de desgracias. Las que sobrevienen y las que uno se fabrica a conciencia. Siempre se podrá decir que a otros les fue peor. Igual dentro de unas semanas, la máxima referencia a la hora de hablar de campañas penosas en la historia de Primera División es el Córdoba. José Antonio Romero, el veterano entrenador de la casa enamorado de los métodos de gestión mental, está tratando de exprimir todas sus tácticas motivacionales para que los suyos ganen una competición dentro de otra que la está empezada según explicó como buenamente pudo el otro día en la sala de prensa. Se entiende que quiere evitar, al menos, la última posición. Ser subcampeón en una miniliga de tres en la que todos terminan en Segunda. Bueno, todo es cuestión de buscar el lado positivo. Aunque uno sospecha que todo este tipo de argucias emocionales le importan bien poco a la mayor parte de quienes se visten de blanco y verde cada fin de semana. Sus lágrimas tienen más que ver con el porvenir que les aguarda en sus carreras deportivas más que con el camino que tome el Córdoba, un equipo que no deja de ser para muchos de ellos- -y bien que se les nota- -un incómodo lugar de trabajo, donde lo que les interesa es que llegue el final de mes para cobrar y estar pendientes del reloj para que llegue pronto la salida. El curso del sesenta aniversario está calcando, en muchos aspectos, al del cincuentenario. En aquel tiempo, el Córdoba invirtió un dineral en hacer una plantilla para ascender a Primera y terminó descendiendo a Segunda B. Y todo el mundo aplaudió en medio del desastre. ¿Se acuerdan de aquel Córdoba- Valladolid? ¿De aquel 34 en la penúltima jornada? ¿De aquel descenso que se entendió como una terapia para regenerarlo todo aunque después no ocurrió casi nada? Carlos González, presidente del Córdoba CF Esta vez el asunto fue más curioso: el Córdoba ascendió y reconstruyó por completo una plantilla sustentada en sus puestos clave por jóvenes cedidos. Bajo los parámetros del low cost y los límites de gasto de la LFP, el club empleó hasta el último céntimo de lo permitido- -el presidente, Carlos González, lo recuerda permanentemente aunque nadie le haga caso- -en buscar piezas para montar una máquina que nunca ha llegado a funcionar. Hemos vuelto, pero ya nos vamos. El hombre de fútbol es el único ser que es capaz de limpiar y colocar cuidadosamente en medio de su camino la misma piedra en la que volverá a tropezar. Disfrazado de sí mismo, el Córdoba está entrando en la historia del fútbol con un catálogo de llamativos récords: asombrosos y negativos hasta lo hilarante. Un sector del cordobesismo, amplio, se ríe por no llorar y se percibe ya la desbandada de quienes se sumaron a la causa blanquiverde al calor de la fiesta, imprevista y caótica, del ascenso a Primera después de cuatro décadas. Quienes se apuntaPlan ron a esto para salir en los González admite Manolos meter cuello en el el fracaso del curso zapping y oler el perfume y da por hecho el caro de las estrellas del Real descenso. A ver qué le Madrid ya tienen poco que cuenta Romero a hacer por El Arcángel, el reisus chicos en la no donde el dueño es el que caseta ahora menos manda. Una paradoja más para la paradójica vida de un Córdoba que fue el último en llegar a la Primera y será el primero en marcharse. Faltan siete partidos y los protagonistas, aguantando el bochorno, siguen acudiendo a la sala de prensa diciendo las cosas que se dicen en estos casos: que mientras hay vida hay esperanza, que reacciones más raras se han visto y que no sé qué de la ética profesional y la deuda de gratitud con una afición desconcertada. La gente, más que una disculpa, se merece una indemnización por secuelas. Lo de irse lentamente, sin ruido, no está hecho para el Córdoba. Su propio presidente se ha encargado de clavar las puntillas al ataúd desvelando que ya tienen apalabrado un entrenador y que la estrategia de marketing para socios sube al máximo grado: quienes se abonen en el próximo curso tendrán carné gratis si hay ascenso a Primera. A ver qué les cuenta Romero a sus chicos en la caseta ahora. Igual se lo ahorra, porque no le van a entender nada. Este curso en Primera está sirviendo para que toda una generación de aficionados cordobeses al fútbol, criados con la televisión y las estampas- -ahora se llaman trading cards- se enV. M. teren de por dónde van los tiros. Lo malo es que se los están pegando todos al mismo.

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