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ABC CORDOBA 30-03-2015 página 16
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ABC CORDOBA 30-03-2015 página 16

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16 CÓRDOBA LUNES, 30 DE MARZO DE 2015 cordoba. abc. es ABC Enrique mira el hollín (a la izquierda) en el baño de su piso. Alejandro (sobre estas líneas) observa su piso, un primero- -la planta más afectada- Los vecinos comentaban ayer lo sucedido (foto superior derecha) También un comercio se vio afectado, el de Souleymane (a la derecha) Pasé miedo, fue un susto gordo Los vecinos de los bloques 44 y 46 de Julio Pellicer, afectados por el incendio de la tienda asiática, relatan su experiencia POR B. LÓPEZ noce que fue un susto gordo Intentaron bajar, pero al llegar a la primera planta el portal estaba negro Era como si hubiera un grifo de humo, era de miedo. No sé si habría una grieta... rememora. L CÓRDOBA OS habitantes de los números 44 y 46 de Julio Pellicer afrontaron ayer el día después del susto que, confiesan, sufrieron el sábado. A las 14.30 horas, un fuego en la parte de atrás (en el almacén) de un bazar chino, en lo que fue Merkamueble, causó una espectacular humareda e hizo que cundieran los nervios. Igualmente, afectó, en menor medida, a otros dos inmuebles de Antonio Maura (18 y 20) Los cuatro bloques se desalojaron, pero el mismo sábado las decenas de familias afectadas pudieron regresar a sus pisos y ahora intentan sofocar el sobresalto. Aunque no todos lo logran. El piso de Enrique Zafra y Leo Aguayo, una segunda planta en el número 44, justo debajo de las llamas, es un improvisado foro de habitantes del bloque. Enrique muestra las habitaciones donde el hollín cubre parte del suelo. Confiesa que el susto no se ha quitado. Gracias a Dios que fue de día. Si hubiera sido de noche, no sé qué hubiese pasado Cuando detectaron que había un incendio, recuerda, no sabíamos si salir fuera, porque no se podía bajar por el humo que había en la escalera. Al final, los bomberos les mandaron subir a la azotea y colocaron un extractor que les permitió salir a la calle. Lo importante es que no pasó nada resumen. Asegura que ya ha contactado con el seguro y ya valorará lo que sea He leído que el arrendatario del local tiene seguro y que su dueño tiene uno más importante concluye. Alfonso- -prefiere no dar su apellido- un vecino, se ha acercado a ver su piso, en la primera planta y por lo tanto de los más afectados. Asegura que su visión impresiona El olor a quemado, la capa de hollín que cubre el suelo y el aspecto exterior totalmente ennegrecido son termómetros de lo sucedido. Al menos, no era su vivienda habitual. La tiene vacía y, en cuanto la prensa se vaya, la inspeccionará a fondo. Avanza la mañana, el sol se abre paso igual que las luces de los cascos de la Policía Científica en medio de la negrura del local siniestrado ver información anexa Cuando Carlos Fres- neda sale con sus dos hijos de corta edad del número 46, allí están los agentes investigando las causas de un incendio, con el que, confiesa, pasé miedo El fuego le pilló en casa con sus pequeños y salimos corriendo teniendo que atravesar un portal en el que había mucho humo. No veía ni a medio metro. Fue un susto gordo declara. Al vivir en la cuarta planta, su casa no se ha visto tan afectada. Concluye señalando que con el negocio de abajo por el bazar chino no habíamos tenido ningún problema hasta el día de ayer Esa misma expresión se propaga entre otros vecinos. Es el caso de Antonio Santos, residente en el quinto del número 44. Con este comercio no ha habido problemas afirma. A su piso no le afectó el fuego, pero éste sí sobresaltó su vida y la de su esposa. Reco- Asqueroso de sucio Otro de los vecinos de Antonio, que prefiere no dar su nombre, coincide en el miedo que pasaron. Fue un impacto. Del humo que había, que yo lo que temía era el envenenamiento, no se veía la salida añade. Eso ya pasó. Lo malo para él es que al residir en uno de los primeros, la casa ha quedado asquerosa, sucia De hecho, se ha ido a vivir a otro piso que tiene. El hollín no sólo se ha apoderado de casas. También ha ensombrecido la trayectoria de un emprendedor, Souleymane Tierno Diallo, natural de Guinea Conakry. Hace un año, abrió una tienda de colchones y hace poco contrató a su primer trabajador. Pero el incendio le ha dejado sin todo su material. De esto no se puede vender nada, porque es viscoelástico dice señalando sus colchones manchados y con olor a quemado. Calcula que no podrá abrir en un mes y teme que con los seguros no recupere todo. Valora los daños, pero se le ve listo para seguir en la pelea. No está dispuesto a que un fuego le apague las ganas de salir adelante. El día después Los vecinos tratan de volver a la normalidad, aunque alguno confiesa que el miedo no se ha quitado

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