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ABC CORDOBA 25-03-2015 página 39
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ABC La Cuaresma en ABC MIÉRCOLES, 25 DE MARZO DE 2015 cordoba. abc. es Faltan días 4 Domingo de Ramos para el CÓRDOBA 39 La década misteriosa Los últimos diez años del siglo XX dejaron varias polémicas y vieron salir numerosas cofradías nuevas La imagen del Señor del Silencio en el traslado a su parroquia A. V. ANTONIO VARO CÓRDOBA E ntre 1991 y 2000, la Semana Santa de Córdoba darían motivo de sobra para una compleja tesis doctoral. Tanto la irrupción de pasos de misterio como los misterios o hechos poco aclarados que dejó ofrecen atractivo suficiente para un análisis minucioso de lo que ocurrió. En 1990, se bendijo la imagen de Nuestra Señora de la Presentación, titular de la Hermandad Universitaria. Era una obra de Miguel Ángel González Jurado que se esperaba completar con un Crucificado con la advocación de Cristo de las Almas, que seguramente iría en la línea del de la Buena Muerte o el Calvario de Sevilla. Pero el promotor de la hermandad, Francisco Beltrán, murió en accidente y el proyecto se retrasó, pasando por una etapa guadianesca que duró una década o más y de la que salió la actual cofradía, transformada como en una crisálida con una presencia muy distinta de lo que en aquellos años de pensó. En 1991 salió por primera vez la Archicofradía de la Vera- Crux (entonces se escribía así) fundada en 1982. El Lunes Santo de ese año no fue para sus hermanos un día feliz: poco antes de la salida se detectó un problema estructural de la imagen y no hubo tiempo más que para una actuación de urgencia. Fue, eso sí, la primera cofradía que desde su primera comparecencia procesional ha hecho estación en la Catedral todos los años. El mismo 1991, pero en otoño, una noticia inesperada mantuvo expectantes a todos los cofrades: una imagen de Ortega Bru iba a ser trasladada a Córdoba para incorporarse a la hermandad Traslado de Cádiz del Cristo del Amor. Era el inicio de un nuevo paso de misterio que se configuraría poco después, aunque a costa de perder el valioso paso antiguo en que inicialmente procesionó. Y la llegada de ese Cristo fue también un asunto un tanto misterioso las causas reales de tan sorprendente decisión- -al parecer, tensiones con el obispo de Cádiz de una nonata cofradía local- -siguen teniendo zonas oscuras. Segundo misterio. En 1992 tuvieron trabajo los imagineros, cuyo número y calidad empezó a crecer. A González Jurado, dado a conocer en 1988, se sumaron Antonio Bernal y Francisco Romero. En 1993 se presentaron en la calle los dos primeros grandes pasos de misterio de la nueva Semana Santa. El Domingo de Ramos, un largo y profundo recibió en la plaza de San Andrés al grupo escultórico de Jesús de las Penas, de la hermandad de la Esperanza. Y algo parecido ocurrió un día después en el entonces romántico jardín de San Nicolás. En la Cuaresma de 1993 se celebró en la Diputación una exposición homenaje a Fray Ricardo de Córdoba, promovida por la hermandad de la Merced. Fue una muestra de los dibujos, diseños y trabajos que el incansable capuchino había repartido por cofradías de muchas ciudades y pueblos. Pero el año estuvo marcado sobre todo por un acontecimiento inesperado. La hermandad de la Expiración celebraba su 75 aniversario, y al presentar al obispo Infantes Florido los actos conmemorativos, éste propuso la coronación canónica de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, imagen bendecida veinte años antes, creando así una situación sin precedentes. El 31 de octubre de 1993, en la Catedral y con los dos pasos en la Capilla Mayor, se impuso la primera corona de oro a una imagen cordobesa. Un año después tuvo lugar la coronación pontificia de Nuestra Señora de la Fuensanta. Fue un empeño decidido y bien planificado por Juan Bautista Villalba, que fue tomando cuerpo en su segundo mandato y culminó en la mañana del 2 de octubre de 1994, cuando unas 8.000 personas asistieron en el paseo del Gran Capitán al pontifical presidido por el nuncio Mario Tagliaferri. Pocos días después, una llamativa comitiva paraprocesional llevó a la Catedral las imágenes pasionistas de casi todas las cofradías de Córdoba- -faltaron la Sentencia, la Misericordia y los Dolores- -y varias de las más caracterizadas de la provincia, para integrar la exposición La Pasión de la Virgen organizada por Cajasur. Se la llamó La Magna y se cometieron errores o mentiras: en el libro- catálogo se incluyen como presentes en la muestra imágenes que no estuvieron en ningún momento. En 1994 salió por primera vez la hermandad de la Sagrada Cena, aún con el titular en solitario y desde el patio del colegio de la Trinidad. Una cofradía más que aportaría otro paso de misterio. El crecimiento seguía. En 1995, casi veinte años después de su La Magna de 1994 bendición, salió por primera vez la Virgen del Desconsuelo en su Soledad, cotitular del Santo Sepulcro, en un original palio de duelo en el que la acompañaban las imágenes de San Juan y la Magdalena, obras de González Jurado. Y antes de acabar la década, las hermandades de la Agonía y el Perdón se ponían en carrera oficial. Ese año Rafael Mariscal, en su segundo intento, alcanzó la presidencia de la Agrupación de Cofradías. La recuperación de los palcos en carrera oficial y la apertura a la colaboración con la Diputación marcaron la etapa del nuevo presidente. Una gran exposición titulada El Patrimonio Cultural de las Cofradías celebrada en La Merced en enero de 1999, mostró una rica muestra de la variedad de la Semana Santa en la provincia, coincidiendo con un congreso provincial sobre el tema cuyas actas, que llegaron a estar en planchas de imprenta, nunca fueron publicadas. La década terminó con los peores augurios. En 1997 tomó posesión el obispo Javier Martínez, cuyos encontronazos con las cofradías comenzaron pronto: ese mismo año pretendió llevar a la Virgen de los Dolores y el Rescatado a la Catedral para presidir el comienzo del Adviento, pero sin que se llevaran en sus pasos, a lo que las hermandades se opusieron. En 1999, tras la Semana Santa, se preparaban unas elecciones a la Agrupación con dos candidatos: Rafael Mariscal y Francisco Alcalde, este último un hombre de Castillejo Pero las elecciones no se celebraron porque un inesperado decreto episcopal- -el baculazo -las suspendió. Nunca se dijeron los motivos reales de dicha intervención, que impuso una gestora encabezada por Manuel González. Final negro Problemas iniciales La primera vez que la VeraCrux iba a salir en 1991 se detectó en la imagen un problema estructural El baculazo En 1999, un decreto episcopal frenó en seco las elecciones de la Agrupación de Cofradías

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