ABC CORDOBA 20-03-2015 página 66
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página66
- Fecha de publicación20/03/2015
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66 PUBLICIDAD VIERNES, 20 DE MARZO DE 2015 ABC C ine Pasolini Adoro a Pasolini, fue una figura muy profética Willem Dafoe, en una secuencia de la película de Abel Ferrera ABC Willem Dafoe Pasolini era un pensador y un valiente El actor encarna al mítico cineasta italiano en la nueva película de Ferrara GLORIA SCOLA Las cenizas de Pier Paolo PASOLINI Dirección: Abel Ferrara. Intérpretes: Willem Dafoe, Ninetto Davoli, Maria de Madeiros ANTONIO WEINRICHTER Willem Dafoe los retos le estimulan. Tanto es así, que este hombre americano (de Wisconsin) ciertamente simpático, amante del teatro experimental y con una carrera cinematográfica plagada de personajes raros y polémicos, se mete ahora en la piel de Pier Paolo Pasolini (1922- 1975) una de las figuras italianas culturales más importantes del siglo XX. Lo hace en la nueva película de Abel Ferrara, que, tras su paso por los festivales de Venecia, San Sebastián y Toronto, llega ahora a la cartelera española. Y lo sorprendente es que el parecido físico entre Pasolini y Dafoe es notable. El cineasta, poeta y novelista italiano quien diría: Escandalizar es un derecho. Ser escandalizado, un placer fue asesinado en circunstancias no aclaradas el 2 de noviembre de 1975. Tenía 53 años. Dafoe cumple 60 el próximo 22 de julio, y, en un año cargado de actividad en el que incluso ha sido jurado en el Festival de Cannes, atiende a ABC. Pasolini según Ferrara y Dafoe. Sí, mostramos dónde estaba al final A de su vida, qué pensaba, y su familia fue muy generosa con nosotros. Yo adoro la figura de Pasolini. Es estimulante en su trabajo, un pensador increíble, un valiente en su vida privada, y, además, muy profético. Para mí es una figura importantísima. Fue brutalmente asesinado. Al parecer, cuando mantenía un encuentro sexual con un chico. Pasolini es una figura controvertida. Hay gente que cree que hubo una conspiración y que estaba muy planeado, y otros piensan que fue espontáneo. Nuestra película muestra el asesinato, pero no pregunta quién mató a Pasolini. Y tampoco es un biopic a la Wikipedia, sino un retrato. Usted fue jurado en el Festival de Cannes. Sí, una experiencia estupenda. Y ahí Cate Blanchett se quejó de que las mujeres siguen cobrando menos. Bueno, ella no está mal pagada (ríe) Pero lo entiendo. Durante 27 años tuve María de Madeiros en Pasolini una compañía teatral con una mujer directora que era mi compañera, y ahora mi mujer es directora, así que estoy muy en el mundo de las mujeres. Woody Allen me dijo que los actores están ridículamente bien pagados. Depende de quién. Este es un negocio muy competitivo y la mayoría no tiene una carrera larga, así que... Pero usted la tiene. Sí, y la tendré, ¡maldita sea! (Ríe) Pero ser actor es extraño porque estás delante de la cámara y tu nombre forma parte de tu vida. Estás muy expuesto. Y cuando tu carrera se acaba, lo pagas en tu vida personal. ¿Alguna vez ha hecho una película solo por dinero? Nunca. Porque no hay nada más doloroso que estar incómodo en una película. Si ruedas a las malas, te estás casando por dinero, no por amor. Y entonces, te metes en un lío. ¿Ni siquiera al principio? No. Al principio es peor. Ahora, si cometo un error, estoy más protegido. ¿Es cierto que Michael Cimino le echó del rodaje de La puerta del cielo Sí. Y me afectó. Yo era un pobre extra, y le caía bien. Mientras preparaban las luces, una mujer me susurró un chiste verde y solté una carcajada. Cimino me oyó, se dio la vuelta, y en un momento raro descargó su frustración en mí y dijo: Willem, vete ¿Recuerda el chiste? No. ¡Y debería! Creo que era sobre el tamaño del pene (ríe) U na película biográfica norteamericana sobre un controvertido artista europeo: la primera duda que a uno le asalta es que se haya tratado de hacer un biopic, que es la más aburrida de las categorías del cine histórico. No es así porque, a su manera, Abel Ferrara es, como su protagonista, un enfant terrible del cine hecho en los aledaños de Hollywood, primero a través de un cine de género muy hard boiled, y desde hace un tiempo porque ensaya procedimientos narrativos cada vez más alejados de la corriente principal del cine comercial. Tampoco parece posible, de todos modos, hacer un biopic con Pasolini: su figura no se puede reducir a los parámetros más o menos beatos, más o menos hagiográficos, del retrato del gran artista. El pecado de Ferrara es haber explotado el lado amarillo de su biopic sin explicar su contribución artística y sus intervenciones políticas que le convirtieron en un emblema de la cultura italiana. Pasolini muerto. Todo esto lo da Ferrara por entendido, sin ofrecer el más mínimo contexto: podía haber recreado Accatone para explicar la atracción del poeta cineasta por los ragazzi della vita, pero todo esto son oportunidades perdidas.