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ABC CORDOBA 15-03-2015 página 88
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ABC CORDOBA 15-03-2015 página 88

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88 CULTURA DOMINGO, 15 DE MARZO DE 2015 abc. es cultura ABC Dudan del buen juicio de Harper Lee para publicar su segunda novela No escribió nada desde Matar a un ruiseñor en 1960. Ahora se duda de su capacidad para decidir a los 88 años JAVIER ANSORENA CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Arte Fernando Vicente, el ilustrador de caballete entra en el Museo ABC JAVIER DÍAZ- GUARDIOLA MADRID Poco después de tocar el cielo literario con Matar a un ruiseñor en 1960, Harper Lee se retiró de la vida pública y de la editorial. Apenas concedió entrevistas, declinó recoger premios y homenajes y solo publicó algunos ensayos cortos. Así se ha pasado las últimas cinco décadas, recluida en su casa de Monroeville, la localidad de Alabama en la que nació. Por eso sorprendió tanto que el mes pasado, a los 88 años, anunciara una nueva novela. La noticia fue recibida con alegría entre el ejército de entusiastas de aquella historia del profundo sur americano que fue llevada al cine, y con dudas desde algunos sectores literarios. ¿Por qué decide dar este paso ahora? ¿Ha sido forzada a publicar un libro que, sin duda, se convertirá en una máquina de hacer dinero? En el centro del debate están las posibles presiones a las que podría haber sido sometida Lee y si sus capacidades mentales son las idóneas para autorizar la publicación de un libro. La abogada de la autora, Tonja Carter, salió al paso de las especulaciones con un artículo en The New York Times publicado cinco días después de que las editoriales Harper Collins y Penguin Random House anunciaran el lanzamiento de Go Set a Watchman título de la nueva novela. Es una mujer muy fuerte, independiente y sabia que debería estar disfrutando el descubrimiento de su obra perdida aseguró Carter. En lugar de eso, está teniendo que defender su propia credibilidad y toma de decisiones El debate se avivó con fuerza esta semana, cuando The New York Times publicó un artículo en el que algunas personas cercanas a Lee, que vive en un centro para ancianos, dudaban de la salud mental de la escritora, mientras que otras confiaban en que estaba en plenas facultades para permitir un nuevo libro. Unas fuentes describían a una anciana comunicativa y vital, y otras pintaban a una autora con fuertes problemas de memoria, deprimida, infantilizada y mermada por la sordera. La denuncia de un particular sobre un posible abuso contra un anciano movilizó al Estado de Alabama, que inició una investigación del asunto a través de su Departamento de Recursos Harper Lee en 2007, cuando fue condecorada por el presidente Bush. A la izquierda, la escritora en su juventud ABC Humanos y de la Comisión de Valores Financieros estatal. Esta última anunció el jueves por la noche que había cerrado sus pesquisas. Hemos llegado a la determinación de que Lee, según la entrevista mantenida con ella, estaba al tanto de la publicación de su libro. Quiere que se publique, lo dejó muy claro decía en un comunicado. Alegría o abuso El Departamento de Recursos Humanos no ha dicho oficialmente que haya acabado su investigación, pero para el agente literario de Lee, Andrew Nurnberg, es cosa hecha. En un comunicado publicado ayer, Nurnberg se mostraba sorprendido de que alguien hubiera sugerido a las autoridades que Lee era sujeto de abusos. Puedo afirmar categóricamente que está en completa posesión de sus facultades mentales aseguró el agente, para quien los problemas de oído y vista de Lee no han afectado en absoluto a su lucidez Nurnberg lamentó las especulaciones alrededor de la publicación en vez de celebrar el descubrimiento fortui- Aparición fortuita La nueva novela apareció en la casa de la escritora. Está escrita antes de Matar a un ruiseñor con la que comparte personajes to de esta novela perdida y participar de la alegría de la autora por su lanzamiento Fue Tonja Carter abogada y amiga de Lee, como la ha definido la autora quien descubrió el manuscrito de Go Set a Watchman en casa de la escritora el año pasado. La novela fue escrita antes que Matar a un ruiseñor y presenta los mismos personajes, como explicó Lee en un comunicado cuando se anunció el nuevo libro: A mediados de los años cincuenta terminé una novela llamada Go Set a Watchman Incluye el personaje de Scout como una mujer adulta y yo creía que era un trabajo bastante decente. Mi editor, cautivado por los flashbacks a la infancia de Scout, me convenció para que escribiese una novela desde el punto de vista de la joven Scout Ahí nació Matar a un ruiseñor y la novela original quedó en el olvido, hasta ahora. A pesar de la montaña de investigaciones y comunicados, siempre quedará la duda de por qué decide Lee publicar en este momento su novela perdida ¿Olvidó su existencia? ¿Le parece publicable a los 88 años lo que no lo era en las últimas cinco décadas? Se sabe que la escritora empezó una secuela de Matar a un ruiseñor con el título The Long Goodbye que abandonó tras escribir cien páginas. También que empezó a trabajar en un libro sobre un asesino en serie de Alabama, que tampoco concluyó. Habrá que ver si esos manuscritos salen también ahora a la luz. Confiesa Fernando Vicente (Madrid, 1963) que él, en lo que quería convertirse cuando era adolescente, era en pintor. El dibujo se le dio bien desde pequeño y llegó a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios, pero cuando llegó el momento de ser admitido en Bellas Artes le falló la nota. Pero el tiempo jugaba a su favor. En aquellos años, el del Madrid de los ochenta, aquel movimiento cultural que aún no tenía nombre y al que todos terminaron bautizando como Movida necesitaba de savia nueva y talentos creativos. Y Vicente pudo dar rienda suelta a su pasión artística desde la ilustración en revistas como Madriz o La Luna de Madrid Justo con los dibujos de esos años arranca la exposición retrospectiva, con más de 200 obras de la colección personal del autor, organizada ahora por el Museo ABC (hasta el 10 de mayo) en su afán por dar a conocer la trayectoria de los grandes ilustradores nacionales e internacionales de hoy. Obras que, en el caso de nuestro protagonista, se caracterizan por sus estridentes colores y sus ampulosas formas, pero sobre todo por un amor a la pintura que le llevará desde el comienzo a trabajar no sobre la mesa, sino en vertical, sobre caballete y en grandes formatos, aunque lo que diseñe sea una baraja de cartas como así sucederá con uno de sus motivos favoritos: las insinuantes pinups, con sección propia en esta cita. Pero la Movida llegó a su fin, y Fernando Vicente se refugió en el mundo de la publicidad. Ahora bien, su vocación no murió. Resurgió en la prensa diez años más tarde, con aires renovados y un nuevo impulso estilístico. El corte es evidente. Las ceras y las acuarelas dan paso al acrílico en unas obras en las que, pese a ser dibujos, no se escatima ni en recursos ni en pinceladas (una vez más, la pulsión pictórica marca el ritmo) Son las tres décadas de éxitos en El país y sus suplementos, pero también en otras publicaciones como Gentleman (no dejen de ver sus ilustraciones de moda) Letras Libres Cosmopolitan o Rolling Stone Gracias a estas últimas, el madrileño no sólo se ha especializado en el retrato de grandes literatos (por cierto: suyo será el cartel de la próxima Feria del Libro de Madrid) sino también en otros personajes de la política y la cultura. Mención aparte merecen sus portadas de libros para adultos (ediciones sobre Conan Doyle, Jane Austen, Kafka... y también para niños: de Momo o Peter Pan al último, El pequeño Hoplita de Pérez- Reverte.

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