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ABC CORDOBA 06-03-2015 página 74
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ABC CORDOBA 06-03-2015 página 74

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74 ABCdelOCIO VIERNES, 6 DE MARZO DE 2015 abc. es ABC C ine Diego Lerman El maltrato a la mujer es ya un problema universal Estrena Refugiado proyecto de tres años que ve el conflicto a través de la mirada de un niño JOSÉ MANUEL CUÉLLAR No puedes volver a casa REFUGIADO Dirección: D. Lerman A. WEINRICHTER e le nota a Diego Lerman desasosegada el alma. Ha tardado tres años en culminar un proyecto que ha sido duro en su planteamiento y en su trayecto, aunque liviano en su ejecución (rodó en siete semanas) Quise ver el maltrato a la mujer a través de la mirada de un niño, la mirada constructora de un mundo donde cuestionan cosas que el mundo adulto ya da por hechas. Son esponjas inocentes que absorben todo y tenía un gran deseo de abordar este tema desde ese punto de vista La elaboración de Refu Quería giado fue costosa: La investigación la realicé somostrar las bre todo en mujeres. Fue consecuencias ISABEL PERMUY Diego Lerman, en su visita a Madrid una investigación larga, de la de año o año y medio, con violencia muchas entrevistas a mujeres en diferentes situacio No quería enseñar la violen- silencio era tremendo, estremecedor. nes y de diverso estrato social. cia explícita, sino sus consecuen- Era, en suma, la imagen de un campo Algunas de ellas convivían aún con sus cias en un problema que es universal. de refugiados, tal cual maltratadores cuando las entrevisté. Sé que las cifras de este asunto en EsLerman es consciente de que ha Conocía a sus hijos, pero me centré paña son muy altas, pero también lo abordado un tema que traspasa fronmás en ellas. Algunas trabajaron como son en Argentina, donde esto se pro- teras y estratos sociales: Más allá de extras o en pequeños papeles en el fil- duce diariamente y en gran número que la gente piense que esto es un prome. La película está construida como El cineasta argentino se encontró blema de clase baja, de educación o de una ficción que no solo es ficción. Es en su camino de investigación con mo- culturas, creo que no es así. Yo estuve una road movie en la que no se es- mentos especialmente duros: Un día en Suiza y se me acercaron mujeres pecifica la violencia en sí, sino los ras- entré en una de estas casas de acogi- de alto nivel social, que vivían en un tros que va dejando das. Las mujeres estaban mirando la país culto como ese, y me contaban Por este motivo Lerman ni siquiera televisión, unas con escayolas en di- que el maltrato también existía allí y muestra el rostro del maltratador. Ape- versas partes del cuerpo, otras con mo- que muchas de ellas lo estaban sufriennas una sombra, un esbozo de figura ratones, y observaban justo un pro- do. Este, desgraciadamente, es ya un de espaldas y una voz en off, nada más: grama de maltrato de las mujeres. El conflicto universal S L a historia que cuenta Diego Lerman aquí no resulta, por desgracia, especialmente novedosa: una mujer huye del hogar conyugal, víctima de los malos tratos de un agresor que multiplica luego sus disculpas y sus promesas de no reincidencia. A él no le vemos: sólo oímos su voz por teléfono. Esa es una de las premisas: ahorrarse las explicaciones de la crisis, ahorrarnos la presentación de la violencia, y centrarse en los efectos de la misma. Lo vemos en la cara y la actitud perpetuamente asustada de la madre y puede que no haya nada más que contar. Donde película y realizador muestran sus mejores virtudes es en la forma de crear una dialéctica entre la madre nómada y el pequeño que la acompaña en la huida. El niño no puede, por fuerza, entender de la situación más que algunos detalles que gestiona con algún tipo de pensamiento mágico, es decir, y por decirlo con más crudeza, en defensa propia. Y lo más difícil es entender, como rezaba el título de aquella película de Nicholas Ray, que ya no puede volver a casa, que aquella casa con sus juguetes y sus dos padres ya no existe. Este es el desolador trayecto, anímico y geográfico, que nos hace recorrer la película; sin las apoyaturas dramáticas o sentimentales que una producción menos valiente hubiera brindado al espectador a modo de muleta afectiva. Color y brillo para los fanáticos LOS CABALLEROS DEL ZODÍACO: LA LEYENDA DEL SANTUARIO Espejito trágico OCULUS Dirección: Keiichi Sato. Intérpretes: Animación por ordenador J. M. CUÉLLAR Dirección: Mike Flanagan. Intérpretes: Karen Gillan, Brenton Thwaites, Katee Sackhoff, Rory Cochrane, Annalise Basso F. MARÍN BELLÓN iene esta parte del manga una historia sempiterna, de años y años de capítulos, aventuras e hinchas fanáticos que les siguen allá donde se mueven con el fervor que solo consiguen esta clase de proyectos. Llevado al cine, le ha sucedido lo de casi siempre: que meter más de cien capítulos en hora y media hace que se coma medio trayecto en- T tre casa y casa de los doce signos del zodíaco. Así pues, la narración se hace confusa para los conocedores e imposible para los neófitos. Eso sí, el estallido de fuegos artificiales, la puesta en escena, el color y el brillo dados al montaje son inigualables. Para los forasteros será, probablemente, insuficiente; para los adoradores de Kurumada, un trance de placer insuperable. os objetos malditos ya sea un muñeco diabólico, un coche como Christine o un espejo con menos tacto que el de Blancanieves, tienen larga tradición. Lo difícil en estos casos es sorprender, algo que Mike Flanagan no parece ni intentar. Después de poner las manoseadas cartas sobre la mesa, el director y guionista (firma el texto junto a Jeff Howard) consigue sin L embargo momentos de buen cine, sobre todo cuando la protagonista femenina (la niña mejora a su versión de joven) explica su plan para acabar de una vez con el diabólico enemigo. El meollo, por tanto, tiene chicha. Lo de antes y después es mera guarnición. La cinta es una de las cuatro que llegan a las pantallas procedentes de Sitges, junto a los delirantes Castores zombis

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