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ABC CORDOBA 02-03-2015 página 12
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12 OPINIÓN LLUVIA ÁCIDA PUEBLA LUNES, 2 DE MARZO DE 2015 abc. es opinion ABC DAVID GISTAU EL DESENLACE El kirchnerismo extirpó por las bravas la estructura de poder secreto del servicio de inteligencia. Ahora construye otra L caso Nisman ha comenzado ya a trazar la trayectoria de descenso y pronto quedará almacenado, como en un frasco de formol, en el museo de los horrores políticos sin resolver. Nadie esperaba que la presidenta Fernández de Kirchner pudiera pronunciar el discurso de apertura en el parlamento casi liberada de las sospechas de crimen de Estado. Ni tampoco que la muerte de Nisman habría perdido un espacio preponderante en las portadas de la prensa crítica, tan escandalizadas durante los primeros días posteriores al hallazgo del cadáver. Lo que ha sucedido es que el juez Rafecas ha desbaratado de un manotazo toda la construcción argumental de la acusación que Nisman iba a presentar en el congreso. Y buena parte de los actores de la oposición ha admitido que el juez tiene razón y que la acusación de encubrimiento de Nisman era endeble en los términos jurídicos por más que pudiera resultar devastadora en los políticos. Así, como en un desenlace tan aséptico como la prosa de un funcionario, se ha disuelto en el aire, igual que una pompa, la adjudicación de un móvil criminal al oficialismo, supuestamente aterrado por la firmeza de las acusaciones que iban a arrasar la Casa Rosada. Sigue sonando ridícula una conjetura divulgada por el cristinismo para apoyar la tesis del suicidio, que Nisman era tan consciente de que iba a hacer el ridículo en el parlamento que prefirió matarse. Pero de pronto la investigación del fiscal no le parece tan peligrosa a nadie como para justificar la orden directa de un asesinato de Estado que toda la opinión pública argentina iba a tardar un segundo en adjudicar a Fernández de Kirchner. La prensa crítica ha comenzado a prestar más atención a otros asuntos judiciales que pueden hacer daño al cristinismo, relacionados esta vez con funcionarios cleptocráticos, y por tanto rutinarios. Ese cambio de foco ayudará a la sociedad a terminar la pesada digestión de una indignación que alguna vez, durante este mes y medio, aspiró a cambiar la Argentina. Los oficialistas podrán ahora potenciar la teoría de que el asesinato tenía como propósito echarle un muerto a la presidenta para destruirla. Pero el asunto ya tiene menos que ver con a quién perjudica políticamente que con la sórdida naturaleza clandestina del servicio secreto y sus guerras propias, de las cuales Nisman fue un elemento instrumental más. El kirchnerismo, que combatió un enemigo detectado en las facciones hostiles del espionaje, y que probablemente precipitó al hacerlo el asesinato de Nisman, extirpó por las bravas, de un día para otro, toda la estructura con décadas de poder secreto del servicio de inteligencia. Y ahora construye otra para la cual sólo admite como reclutas a militantes de la Cámpora, algo así como una organización de juventudes kirchneristas liderada por el primogénito de la presidenta, Máximo. Así pues, otro servicio ideológico que siembra otro futuro de intrigas y sordidez con el que tendrán que bregar los presidentes del poskirchnerismo. E EL BURLADERO JUAN MANUEL DE PRADA CAVANDO NUESTRA PROPIA TUMBA La Historia nos demuestra que quienes se llenan la boca de palabras grandilocuentes son los primeros en hacer gárgaras con ellas LLÁ por 1950, Agustín de Foxá escribía una Tercera clarividente en ABC, en la que alertaba sobre el error de los vencedores de la segunda Guerra Mundial al pretender implantar artificialmente pacíficas repúblicas democráticas entre pueblos que repudiaban tal forma de gobierno. Las culturas escribía Foxá tienen su tiempo, como el crecimiento de los vegetales. Y nadie puede acelerar el ritmo botánico de una selva Como ejemplo de los peligros de esta obsesión democrática, Foxá citaba (tal vez a modo de captatio benevolentiae) el ejemplo de la América española, que separada de su madre se constituyó en múltiples repúblicas democráticas para luego resignarse a vivir bajo el cetro de sus dictadores Pero lo cierto es que la América española había sido previamente civilizada y evangelizada; y su repudio de las repúblicas democráticas se puede explicar en razón de su filiación hispánica, que luego sus dictadores malversaron en beneficio propio. Pero la crítica de Foxá se dirigía específicamente contra las potencias vencedoras de la segunda Guerra Mundial, que en lugar de cristianizar a los pueblos, los habían enseñado a manejar las ametralladoras Y remataba su artículo con una premonición: Estos pueblos se aprovecharán de nuestra penicilina y nuestra democracia, y desdeñarán nuestra alma escéptica Es muy posible que por A este error estemos los occidentales cavando nuestra propia tumba Aquella premonición de Foxá se ha cumplido plenamente. Los occidentales, en efecto, hemos cavado nuestra propia tumba, pretendiendo implantar por doquier pacíficas repúblicas democráticas Sólo que este empeño de llevar hasta los confines del atlas la libertad, la democracia y la sociedad abierta escondía tras su fachada grandilocuente sórdidos propósitos expoliadores; pues lo que en verdad se oculta tras esa trinidad de eufónicas palabras es el Dinero, dios al que se rinden los sacrificios más cruentos. El hambre de dinero, todavía disfrazada con una cínica pátina de cristianismo, guió la creación de pacíficas repúblicas democráticas tras la segunda Guerra Mundial; el hambre de dinero guió los procesos abiertos tras el colapso del comunismo en los países que padecieron su tiranía (a los que, a cambio de ingresar en la sociedad abierta se obliga a renunciar de su tradición cristiana) y el hambre de dinero guió los procesos que se han pretendido realizar en los países islámicos, donde el Nuevo Orden Mundial, con tal de llevar a cabo su designio, no ha vacilado en liberar los demonios encadenados por aquellos tiranuelos a los que previamente entronizó; y ahora, con los demonios desatados, pretendemos conjurar el peligro invocando un quimérico islam moderado frente al yihadismo y otras memeces con olor a diarrea. En el artículo que citábamos arriba, Foxá auguraba que la palanca que un día descuelgue la bomba atómica sobre Roma sería movida por un brazo oscuro, recién salido de la Prehistoria Pero ese brazo oscuro no necesitará descolgar bombas atómicas sobre Roma: le bastará con degollar muy de vez en cuando a algún solitario carca recalcitrante, mientras profana tranquilamente los templos de Roma, con el beneplácito de los mamporreros del Nuevo Orden Mundial, que le harán pasillo (sociedad abierta... de esfínteres) y lo jalearán con el mismo entusiasmo con el que antes jaleaban la constitución por las buenas o por las malas de pacíficas repúblicas democráticas entre pueblos que repudian tal forma de gobierno. La Historia nos demuestra repetidamente que quienes se llenan la boca de palabras grandilocuentes son los primeros en hacer gárgaras con ellas.

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