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ABC CORDOBA 25-02-2015 página 68
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68 DEPORTES Córdoba CF EL TACÓN DE SÓCRATES POR PACO MERINO MIÉRCOLES, 25 DE FEBRERO DE 2015 abc. es deportes ABC La esperanza razonable E Yo me veo fuerte y al equipo también Miroslav Djukic (entrenador del Córdoba) chando números, mirando hacia adelante- -porque detrás no queda nadie- agitando la coctelera de una plantilla exprimida por completo, rezando sus mejores plegarias y colocando toda su fe en una hazaña que aún es matemáticamente posible. Así están el Córdoba CF y el cordobesismo, que no son lo mismo por más campañas de marketing que se quieran montar, incluyendo aquella tan vieja y lastimosa de buscar enemigos comunes- -la prensa, por lo común, o alguna mano negra así, sin especificar- -para ajustar una conexión sentimental con la grada por la vía de la urgencia. Lo mejor que se puede decir de este Córdoba es que todavía depende de sí mismo para salvarse. Tiene que conseguir un buen puñado de puntos, más o menos la mitad de los 42 que aún quedan en disputa. Puede ocurrir. Ha ganado solamente tres partidos de los 24 jugados hasta ahora y solamente uno en El Arcángel, su reino convertido en una tómbola. Puede ocurrir. Le queda un asidero estadístico para alimentar su motivación: hubo algunos equipos que lo lograron antes. En los números encuentra el planeta blanquiverde su tortura y su consuelo. Si alguien salvó el pellejo en una situación similar, ¿por qué no vamos a ser nosotros capaces de hacer lo mismo? Puede ocurrir. La tendencia del Córdoba a protagonizar episodios ajenos a toda lógica es otro de los fundamentos de quienes sueñan con que el retorno a Primera, después de más de cuatro décadas, no sea recordado como una aventura efímera y la dolorosa constatación de que el club y la ciudad no están preparados para abordar una empresa deportiva de esta magnitud. No hay que dramatizarlo ni deprimirse por ello. Igual es esto. Puede ocurrir. O no. La cuestión está en construir una esperanza razonable. En ello anda Miroslav Djukic, a quien nadie ha cuestionado en el cargo- -ni desde la grada ni desde la trinchera mediática- -pero que después del frustrante evento ante el Valencia, el quinto revés seguido, se apresuró a reivindicar su figura en la sala de prensa: Me siento fuerte y veo al equipo capaz Lo dijo después de haber zarandeado por última vez la formación en busca de revulsivos, dejando un tufo a pretemporada que espanta en los estertores del mes de febrero, cuando todo el mundo tiene ya armados los bloques para pe- lear por sus objetivos. Esto es lo que cambio implica en cuanto a hay. Ha llegado la hora de ponerse mensaje. No se puede negar Los en manos de un grupo fiable de jua Djukic su interés- -llácuatro que gadores y liarse la manta a la camenlo desesperación, si vienen beza con ellos. En el Córdoba dequieren- -por encontrar De lo que pase en este butó el pasado sábado el númeuna salida a este torbero 32 de la lista, estableciendo llino. Que Dios ampare a ciclo dependerá que el el club un récord imbatible: naquien todavía no lo haya último tramo sea una die usó más jugadores distintos visto claro, porque navemontaña rusa o un en el campeonato. Y encima fue gará por la oscuridad triste paseo en el un portero, con todo lo que ese hasta el fin de la Liga. Auncarrusel de los que, a pesar de todo, hay perdedores hasta quien se salva. Puede ocurrir. Ahora el Córdoba empieza su Liga como si todo lo que ha pasado hasta aquí fuera un mal sueño. O como si jugar ante cualquiera de los seis primeros fuera sólo una oportunidad histórica para hacer caja y añadir una más a la colección de victorias morales. O como si fuera una verdad absoluta mejor pensarlo así, por pura salud mental- -aquello que decía el añorado Luis Aragonés sobre las diez últimas jornadas. Pues bien, para llegar a esos diez episodios finales de la película hace falta pasar un peaje de cuatro citas cruciales. Las próximas. Espanyol, Getafe, Real Sociedad y Málaga. En casa, sólo ante los azulones; el resto, lejos de El Arcángel. De lo que pase en este ciclo dependerá que el último tramo de la Liga sea una montaña rusa o un triste paseo sin billete de vuelta en el carrusel de los perdedores. El Córdoba es colista y el equipo sigue armándose. Ésa es la cruda realidad. Si Djukic es capaz de modelar aceleradamente una formación que eche el cerrojo a la portería tendrá buena parte del camino ganado. Con Saizar ha buscado más seguridad bajo los palos, aunque le falta por reparar el agujero en el flanco derecho. Entre Gunino y Campabadal van cediéndose los trastos en esta posición maldita, en la que el club lleva años muchísimos, desde antes de que desembarcaran los actuales gestores- -sin dar con un futbolista fiable. Pero esto es lo que hay. Hacer lo mejor posible con lo que uno tiene y en las circunstancias que le han tocado. Ése es el lema para un Córdoba que quiere recuperar, del modo que sea, lo que ha perdido. Y puede ocurrir. V. MERINO

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