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ABC CORDOBA 19-02-2015 página 58
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58 SOCIEDAD JUEVES, 19 DE FEBRERO DE 2015 abc. es sociedad ABC Epigenoma, más allá del código genético El mapa permitirá conocer mejor cómo se originan las enfermedades PILAR QUIJADA MADRID Una década después del proyecto genoma humano, llega una secuela mejorada y largamente esperada: el mapa del epigenoma humano. Se trata de un proyecto ambicioso del que sólo forman parte grupos americanos. Viene a paliar los interrogantes que el proyecto genoma no pudo responder. Y es que en la vida, no todo depende de las cartas que tenemos, en este caso los genes, sino de cómo las juguemos. Hace tres años, el proyecto Encode, una enciclopedia de los elementos del ADN, echó por tierra algunas ideas preconcebidas y dejó claro que miles fragmentos de nuestro genoma, considerados basura estaban en realidad dedicados a regular cómo y cuándo los genes deben llevar a cabo su función. Este nuevo mapa epigenético que se da ahora a conocer se basa en este último estudio y pretende averiguar cómo los genes se activan y desactivan en el organismo. Los resultados que se presentan en varias revistas del grupo Nature son un resumen de cinco años de un trabajo financiado con 190 millones de dólares por el Instituto Nacional de la Salud estadounidense (NIH) Han estudiado en 111 muestras varias marcas químicas que llamamos epigenéticas (reguladoras del genoma) El trabajo refleja que todas las células del cuerpo humano tienen el mismo genoma pero diferentes epigenomas; que cuando las células madre se diferencian hacia un tejido cambia su epigenoma; que diferentes epigenomas se asocian a diferente localizaciones del ADN dentro del núcleo de las células y que variaciones genéticas, como mutaciones y polimorfismos, tienen un efecto sobre los patrones epigenéticos explica Manel Esteller, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, que forma parte de proyecto Blueprint, el equivalente europeo a este proyecto americano. Ambos proyectos son una nueva piedra Rosetta para descifrar cómo a partir de un mensaje escrito en un lenguaje de cuatro letras (ADN) se construyen distintos órganos y tejidos y da nueva información de por qué algunas veces ese pro- En cifras 127 tejidos Se han obtenido elementos que controlan la expresión génica en 127 tipos de células y tejidos adultos y embrionarios sanos y enfermos. 3.000 millones Un importante avance para entender cómo los 3 mil millones de letras delADN originan células diferentes con la misma información yecto falla y se producen enfermedades. Esto se produce añadiendo marcas al ADN o simplemente cambiando su forma 3 D, sin modificar lo escrito en los genes. De ahí el nombre de epigenética: por encima de la secuencia genética. La forma en que cada célula interpreta la información genética está muy ligada a la organización de sus elementos regula- dores, es decir, a los interruptores que permiten apagar y encender genes y que hacen que una célula del hígado sea diferente de otra del corazón o del cerebro. Más aún, igual que el ambiente determina en parte en qué nos convertiremos cada uno de nosotros, también es decisivo para nuestras células. Las malas compañías (malos hábitos, agentes químicos y un largo etcétera) dejan marcas que quedan literalmente pegadas en el material genético (metilación) enmascarando genes esenciales o activando otros dañinos. Incluso pueden hacer que el material genético cambie ligeramente de forma y se oculten genes que antes estaban preparados para producir proteínas. Entre las aplicaciones terapéuticas, se describen los perfiles epigenómicos asociados con el cáncer. Pero quizás lo más sorprendente sea el perfil epigenético del alzhéimer, que muestra en un modelo de ratón que la predisposición a padecer esta patología neurodegenerativa esta asociada al sistema inmune y no en las neuironas, mientras que los cambios visibles, como la pérdida de memoria y la dificultades de aprendizaje, tendrían su origen en factores no genéticos. Un estudio del CSIC aporta las primeras evidencias de que esta especie humana desaparecida hace 28.000 años también repartía entre hombres y mujeres ciertas tareas posteriores a la caza Los hombres tenían más desgaste de las piezas superiores El neandertal ya dividía el trabajo por sexos ALEJANDRO CARRA MADRID Hasta ahora se pensaba que la diferenciación de tareas en función del sexo era exclusiva del hombre moderno. Pero un estudio de investigadores españoles aporta por primera vez evidencias de que entre los neandertales también hubo división del trabajo. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en Journal of Human Evolution En este trabajo se han analizado 99 dientes de 19 individuos de los yacimientos de El Sidrón, en Asturias; L Hortus, en Francia, y Spy, en Bélgica. Y se ha podido observar que hay claras diferencias en el desgaste de los dientes, según fueran de hombre o de mujer. Esto se debe a la costumbre de estas sociedades de usar la boca como una tercera mano explica el paleoantropólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC e investigador principal del estudio, Antonio Rosas. Lo que hemos descubierto ahora es que las estrías de los dientes de las mujeres adultas son más largas que las encontradas en los de los hombres. Además, los individuos masculinos presentan mayor cantidad de mellas en el esmalte y la dentina de las piezas superiores, mientras que en los femeninos aparecen en las inferiores. Lo que indica que realizaban tareas distintas detalla Rosas. Es muy posible que estas diferencias se debieran a que mientras los hombres utilizaban los dientes para rematar el afilado de sus armas, las mujeres se encargaban de curtir las pieles o trabajar la madera. En cualquier caso, señala Almudena Estalrrich, paleobióloga e investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales, creemos que la especialización se limitaba a unas pocas tareas postcaza, y que es posible que hom- bres y mujeres participasen de igual manera en la captura de grandes animales La división del trabajo es muy importante, porque es el paso básico para la especialización explica Antonio Rosas. Es lo que impulsa la sofisticación de las capacidades del grupo. Este descubrimiento abre además la puerta a otra línea de investigación: Si neandertal y el hombre moderno desarrollaron la misma capacidad, es porque o bien ambas especies la heredaron de un ancestro común o porque inventaron lo mismo por separado. Pero habría que investigar restos mucho más antiguos que los de este estudio, que datan de entre 30.000 y 60.000 años. Necesitaríamos fósiles de hace al menos 1 millón de años dice Antonio Rosas. Desgaste dental Los hombres afilaban las armas de piedra y ellas curtían pieles y trabajaban la madera

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