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ABC CORDOBA 11-02-2015 página 39
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ABC MIÉRCOLES, 11 DE FEBRERO DE 2015 abc. es internacional INTERNACIONAL 39 ALFONSO ROJO PALOMAS, HALCONES Y BÚHOS Lo único que hay que agradecer en todo el embrollo de Ucrania es que Alemania está siendo prudente N Residentes de Kramatorsk, en el este de Ucrania, observan un proyectil que no estalló REUTERS García- Margallo: España no enviará armas a Kiev Para el ministro de Exteriores armar a Ucrania supondría la extensión de la guerra a todo el país LUIS AYLLÓN ENVIADO ESPECIAL A KIEV El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García- Margallo, aseguró ayer, tras ser recibido por el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, que si la reunión prevista para hoy en Minsk, fracasa, se abrirá un escenario de consecuencias impredecibles El encuentro con Poroshenko culminó una intensa jornada de García- Margallo en Kiev, en el curso de la cual se reunió también con el primer ministro, Arseny Yatseniuk, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Pavlo Klimkin, además de realizar una ofrenda floral en la Plaza Maidán, donde hace un año mu- rieron un centenar de ucranianos en las revueltas que provocaron la caída del anterior presidente prorruso Viktor Yanukóvich. El ministro, que no oculta las dificultades del encuentro, insistió ante los periodistas en que la cita convocada para hoy en Minsk entre Poroshenko y el presidente ruso, Vladimir Putin, en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, es una de las últimas oportunidades para la paz en Ucrania Hay que cruzar los dedos para que sea un éxito dijo. García- Margallo anunció que Poroshenko irá mañana jueves a Bruselas a la reunión del Consejo Europeo y que, tras conocer su opinión sobre el encuentro de Minsk, se determinará si se aplican o no las sanciones a Rusia acordadas el lunes por el Consejo de Ministros de Exteriores europeos. Con anterioridad, en rueda de prensa con su colega ucraniano Klimkin, afirmó que la entrega de armas a Ucra- nia no es un asunto que esté sobre la mesa del Consejo de Ministros. El ministro apostó por una salida dialogada a la crisis que vive Ucrania y por la búsqueda de soluciones imaginativas que eviten el conflicto y el derramamiento de sangre España se mantiene dentro de la línea marcada mayoritariamente en el seno de la Unión Europea que ve en la entrega de armas a Kiev un claro peligro de extensión de la guerra a todo el país, por la reacción que podría haber en Rusia, frente a algunas voces que en Estados Unidos claman por dotar de más medios bélicos al Gobierno del presidente Petro Poroshenko. García- Margallo fue muy claro al asegurar que España mantiene sin duda ni reserva alguna su compromiso de defender la integridad territorial de Ucrania, por lo que no reconocerá ningún referéndum ni consulta sobre la separación de un territorio, ni tampoco una declaración de independencia que vaya contra la Constitución ucraniana o es que el conflicto tenga difícil arreglo. Es que no tiene solución. A lo más que se puede aspirar es a un apaño que evite que siga muriendo gente. Con esa propensión al blanco y negro que ha inoculado la televisión en la opinión pública, se tiende a pintar el asunto como un choque entre buenos y malos. No es tan simple. Ni los prorrusos y Putin son los malvados de la película, ni los proucranianos y Poroshenko son los buenos. En el drama que sufre el este de Ucrania desde hace un año no hay inocentes, si se exceptúa a los civiles que mueren bajo el bombardeo o malviven sin comida, calefacción o sus magras pensiones. Lo único de agradecer en todo este embrollo es que Alemania, a diferencia de lo que hizo en la antigua Yugoslavia hace dos décadas, está siendo prudente y que su postura marque la del conjunto de la Unión Europea. La de Estados Unidos, donde Barack Obama se manifiesta partidario de suministrar armamento al Ejército ucraniano, es la autopista al desastre. Al Kremlin no le quedaría otra salida que subir la apuesta y alimentar la carnicería, espoleado por los que le exigen defender a los rusos de Ucrania. Hoy se reunirán en Minsk, capital de Bielorrusia, los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania y de esa cumbre entre Merkel, Hollande, Putin y Poroshenko, todo lo que puede salir es un acuerdo de alto el fuego, la creación de una zona desmilitarizada y la aceptación de observadores internacionales. Para las autoridades de Kiev, que insisten desesperadamente en que el territorio controlado por los rebeldes debe estar bajo su soberanía, es muy poco, pero no tienen opción. La alternativa al apaño diplomático es una guerra en toda regla, que terminaría desestabilizando otra vez el Viejo Continente. A estas alturas, deberíamos tener claro que además de palomas y halcones, en política internacional también hacen falta los búhos.

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