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ABC CORDOBA 16-01-2015 página 14
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14 OPINIÓN VIERNES, 16 DE ENERO DE 2015 abc. es opinion ABC A LOS CUATRO VIENTOS Jueces metidos a políticos Necedad al alza El debate de la puerta giratoria del juzgado La posible llegada de un destacado alto cargo del último Gobierno socialista, José de la Mata, a la Audiencia Nacional, a un juzgado que tramita sumarios que afectan a un partido del que fue adversario político, reabre el viejo e inconcluso debate sobre la oportunidad de que siga funcionando la puerta giratoria en la magistratura, donde entran y salen jueces José de la Mata que han estado al servicio de unas siglas. El caso de Garzón es palmario en este sentido, pero el supuesto ha afectado también a magistrados con cargos en gobiernos populares. Quizá sea necesario valorar las incompatibilidades para evitar futuras alegaciones de enemistad manifiesta A la neutralidad del oficio de juez le pasa como a la mujer del César: se trata de ser y parecerlo Ahora resulta que crecer no importa Resulta grotesco comprobar cómo las cifras de crecimiento que baraja el Gobierno para 2015 algunas voces lo sitúan en una horquilla entre el 2,5 y el 2,7 son para la oposición intrascendentes. El argumento de que una cosa es la macroeconomía y otra la economía real no se tiene en pie. Por lo que se ve, la necedad cotiza al alza. Primera entrevista desde la cárcel Luis Bárcenas, confesión de parte ABC ofrece hoy a sus lectores la primera entrevista a Luis Bárcenas desde la cárcel. En declaraciones a Marisa Gallero, el recluso en la prisión de Soto del Real se queja amargamente del trato recibido por la Justicia- -hoy la Audiencia volverá por quinta vez a estudiar su petición de libertad, hasta el momento denegada- -y asegura que está sufriendo un atropello. ¿Por qué no tengo el mismo trato que Rato? se pregunta. Establecer paralelismos con situaciones procesales distintas es humanamente comprensible, tanto como sentirse atropellado pero la situación de privación de libertad de Bárcenas es consecuencia de sus propios actos, presuntamente delictivos, lo que no le convierte en víctima de una injusticia. Está en prisión por orden de un juez y su decisión ha sido avalada por la Audiencia. Luis de Guindos MONTECASSINO CARTAS AL DIRECTOR de Charlie Hebdo una severa represalia por lo que se consideró una ofensa. La inmensa mayoría de los seres humanos, creyentes o no, suscriben la afirmación del Papa de que no se debe ofender la fe de nadie. Y coinciden en que las creencias religiosas, como la parte más íntima y sagrada de su identidad para la persona creyente, deben ser respetadas como las que más. Lo suscriben todos menos quienes viven de la ofensa y la agresión verbal, entre ellos la redacción de Charlie Hebdo o quienes disfrutan del humor más zafio e hiriente, que es una afición tan detestable como legal. Pero ese acuerdo cuasi universal de que no es bueno ni decente agredir a nadie con una ofensa a su religión, solo se mantiene en el mundo occidental si dicho respeto surge de la libre voluntad. Si la falta de respeto y el ejercicio de la ofensa no tiene que temer otra sanción que la reprobación personal o social. Nos pueden parecer despreciables quienes se dedican a la mofa de la religión. Pero todo tipo de represión legal o justificación de represalias por una ofensa de opinión nos lanza por una senda en la que comenzamos patinando y todos pronto nos romperíamos la crisma de nuestras libertades. Una vez que se penaliza la ofensa hay que definirla. Y la ofensa no es la misma para un seguidor del Liverpool que para el Ayatolá Jamenei, ni la del Papa es la de un sátrapa africano. Para Kim Sung Un es una terrible ofensa no inclinarse ante la estatua de su abuelo. Suficiente para encarcelar por muchos años a sus súbditos. Y de las ofensas a su persona ya saben mucho la compañía Sony y Hollywoood. La soldadesca del Estado Islámico castiga a los maridos por la ofensa que supone que las mujeres levanten con el talón su túnica al andar. Y ser homosexual es tal ofensa en muchos rincones del Islam que a los culpables se les ahorca. Los apóstatas ofenden tanto a dios que en unos sitios se les encarcela y en otros se le corta la cabeza. Cuidado con legitimar la represalia del ofendido. Porque los ofendidos son insaciables. Y acaban ofendiéndose porque se lea la Biblia, como en Corea del Norte, porque se quiera votar o porque se diga que la tierra gira en torno al sol. Carta abierta a Susana Díaz Me dirijo a usted, señora Susana Diaz, como buen andaluz que soy, y para más señas cordobés de pura cepa. Y me dirijo para hacerle llegar a través de estas líneas mi más profundo malestar por la polémica que, tanto usted como el Gobierno que preside, está llevando con el asunto de la Mezquita- Catedral de esta ciudad. Por mucho que quieran emperrarse con el tema, este monumento es propiedad de la Iglesia Católica, y si por casualidad no lo sabe, yo se lo digo (una clase de historia no viene nunca mal) lo es desde el año 1236. Pero por lo que se ve, tanto usted como sus acólitos, parece ser que no andan muy bien de historia, pero eso es lo de menos. Yo le propondría que, en vez de estar enredando con este asunto, se dedicase a gobernar. Se dedicase a acabar con la tasa tan alta de paro que existe en nuestra comunidad. Se dedicase a combatir la corrupción que hay en su partido, que por lo que estamos comprobando da ya verdaderas nauseas. Yo le propondría así mismo que la administración paralela que existe en Andalucía fuese borrada de un plumazo. Considero así mismo que debería poner más empeño en colaborar con la juez Alaya, en vez de estar poniéndole constantemente palos en las ruedas. Debería así mismo acabar con las tasas de analfabetismo que hay en esta bella tierra. Le recomendaría así mismo que suprimiese el PER, ese granero de votos cautivos que le ha permitido a su partido estar gobernando más de 30 años. Así mismo le pediría que no le suba el sueldo a los altos cargos de su administración. Todo lo escrito anteriormente y más le pediría, señora Susana. Porque con lo de HERMANN LA RESBALADIZA SENDA DE LA OFENSA La inmensa mayoría de los seres humanos suscriben la afirmación del Papa de que no se debe ofender la fe de nadie H A sorprendido a muchos la forma en la que el Papa Francisco ha entrado en el debate sobre la libertad de expresión, sus límites y el trato de la ofensa. Lo ha hecho en el avión que le trasladaba de Sri Lanka a Filipinas. Y a preguntas de los periodistas tras los trágicos acontecimientos de París y la nueva publicación de la imagen de Alá. Nadie puede creer que el Papa improvisara su reflexión sobre los límites de la libertad de expresión y la forma de definirlos, defenderlos y marcarlos. Dijo el Papa Francisco que es verdad que no se puede reaccionar violentamente, pero si Gasparri, gran amigo (en referencia a un colaborador suyo sentado junto a él) dice una mala palabra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo. Es normal Y añadió: No se puede provocar, no se puede insultar la fe de lo demás. No puede uno burlarse de la fe. No se puede. Tenemos la obligación de hablar abiertamente, de tener libertad, pero sin ofender La cosa no es tan fácil. Y el terreno tan resbaladizo hubiera requerido unos cuantos anclajes más para no asustar a muchos. Porque decir que la respuesta normal a una ofensa es un puñetazo plantea la legitimidad de la represalia física a una ofensa verbal. Que es lo que se produjo en París en la redacción

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