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ABC CORDOBA 14-01-2015 página 60
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60 FAMILIA MIÉRCOLES, 14 DE ENERO DE 2015 abc. es familia ABC La primera generación de niños adoptados en otros países llega a la adolescencia En la década de mayor auge de la adopción internacional, casi 34.000 niños llegaron a las familias españolas M. J. PÉREZ- BARCO MADRID Beatriz reconoce que sus padres son mi mejor apoyo aunque tengan sus discusiones por tonterías V inieron de Rusia, China, Colombia, Etiopía... a finales de los noventa y en los primeros años del siglo XXI. Fueron los primeros niños que las familias españolas adoptaron de otros países, lo que se convirtió en un fenómeno demográfico sin precedentes. De hecho, solo en una década, desde 1997- -año en el que se considera que arranca la adopción internacional- -hasta 2006, 33.937 menores extranjeros llegaron por esta vía a nuestros hogares. Claro que a lo largo de los años la adopción internacional ha sufrido sus vaivenes. Mientras que en 2004 España se sitúaba a la cabeza de los países que más niños extranjeros adoptaban (5.541) solo superada por Estados Unidos, a partir de esa fecha las cosas empezaron a cambiar. Algunos países decidieron proteger a su infancia, promocionando la adopción nacional y endureciendo los requisitos para los foráneos que deseaban prohijar un niño. Entonces, la adopción internacional comenzó a decaer. Los últimos datos de que dispone el Ministerio de Sanidad cifran en 1.669 los menores que se adoptaron de otros estados en 2012. Emi admira la capacidad luchadora de sus padres ISABEL PERMUY EMILIA DESIRÉE 19 AÑOS, ESTUDIA 1 DE PSICOLOGÍA Con la adopción se forma una familia como cualquier otra Emi, como le gusta que la llamen, no aparenta su edad. El próximo mes de marzo cumplirá 20 años y llegó a su hogar con 3. Es la tercera hija de una familia numerosa que adoptó a otros tres niños de Moscú, de donde también procede ella. Esta joven ya ha trazado a grandes pinceladas su futuro: Quiero ser psicóloga para ayudar a la gente independiente no quiero casarme y, sinceramente, no me veo capaz de mantener a tres o cuatro hijos. Quiero viajar, asumir mis gastos y tener mis planes A Emi sus rasgos orientales le han acarreado más de un disgusto. Cuarto de la ESO se convirtió para ella en un quebradero de cabeza. Me costó mucho integrarme en un instituto nuevo. Lo pasé francamente mal, no estaba a gusto, me quería ir a casa, saqué malas notas... Nadie se relacionaba conmigo recuerda la joven. Me juntaron con un grupo de niñas que ya eran amigas. Con el tiempo me dijeron que no querían estar conmigo A su edad, Emi ya tiene interiorizada su adopción como la cosa más natural del mundo. La adopción es algo muy bonito. Estás ayudando a un niño a tener un futuro y crecer en todos sus sentidos. Le das amor y todo lo que necesite, porque sus padres biológicos no han podido por cualquier circunstancia. Así se forma una familia como cualquier otra, es una relación de comunidad entre personas, hay un vínculo emocional y se comparte. Y da igual que los hijos sean biológicos o adoptados Y a pesar de las discusiones, a sus padres les prodiga verdadera admiración: Son muy luchadores. El hecho de haber adoptado a cuatro niños de Rusia ha sido muy difícil, por el gasto que supone, no solo el económico, sino el tiempo, la lucha psicológica... Son muy buenos padres, nos han cuidado muy bien El reto de desmitificar Hay que quitar hierro a la creencia de que la adolescencia es horrible para un niño adoptado cuyos padres se han divorciado o que uno de los progenitores ha fallecido. Los chicos adoptados arrastran dudas sobre su origen durante toda su vida, pero eso no tiene por qué pesar más en la adolescencia Una etapa necesaria Son años de cambios, de búsqueda de respuestas, de afrontar desafíos, de creación de la propia personalidad, de recapacitar sobre todo lo que uno es... La adolescencia es una etapa buena porque te hace repensar y llegar a ser tú mismo explica Victoria Ruiz, pedagoga terapéutica de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Todo adolescente se cuestiona su entorno cercano y quiere tener un punto de vista distinto porque desea cambiar la sociedad. Y todo el mundo sufre ese proceso. Hay que quitar hierro a la creencia de que la adolescencia es horrible para un niño adoptado. En ellos puede resultar una etapa más intensa porque traen su mochila, sus propias vivencias, y se dan cuenta de que no se parecen a sus padres. Igual que los demás, se cuestionan todo. Por eso, resulta primordial la relación con su familia, que el niño se sienta un hijo querido, y que tenga una información veraz a lo largo de los años sostiene Ruiz. En busca de la identidad Aquellos primeros niños adoptados que afrontaban con sus familias españolas una aventura que nadie sabía cómo iba a acabar ya se han convertido en adolescentes. Y, como otros muchos chicos de su edad, buscan su identidad. Para desmitificar que estos niños atraviesan una adolescencia peor, o cuando menos más complicada, la Asociación para la Defensa y el Desarrollo de la Adolescencia y la Infancia (Addai) celebra esta tarde en Madrid una jornada donde se escucharán las experiencias y vivencias de esta primera generación de adolescentes adoptados. Están en plena ebullición, como todos los demás afirma Blanca Rudilla, directora de la Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI) Estos niños no sufren mayores complicaciones durante esa etapa por ser adoptados- -añade- Es un periodo diferente y difícil, y lo afrontan como el niño

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