ABC CORDOBA 19-12-2012 página 44

44 INTERNACIONAL MIÉRCOLES, 19 DE DICIEMBRE DE 2012 abc. es internacional ABC La tragedia de Newtown acelera la negociación para evitar el abismo fiscal La matanza escolar quita las ganas de otro pulso ideológico en Washington PEDRO RODRÍGUEZ UNA BOMBA DE RELOJERÍA ¿Qué es el abismo fiscal? El próximo 31 de diciembre expira el plazo para una serie de reducciones fiscales. Si en esa fecha no se ha alcanzado un acuerdo sobre el volumen total del gasto público y del nivel impositivo, se introducirán una combinación de fortísimos recortes, ajustes y subidas de impuestos. Estados Unidos podría encontrarse ante una situación caótica que supondría una grave amenaza a su crecimiento económico e incluso una posibilidad de recesión dial. Si no hay acuerdo el 31 de diciembre, la crisis en la eurozona pasaría a un segundo plano, pero no porque se haya resuelto, sino porque ha estallado una crisis internacional más importante y grave. La recesión podría ser global asta finales de año, la agenda política de Washington prometía una batalla campal en torno a impuestos y gasto público, cuestión clave en un país nacido hace más de dos siglos precisamente al hilo de una rebeldía fiscal. Sin embargo, la matanza escolar de Connecticut no por repetida menos traumática parece haber servido para que republicanos y demócratas pierdan las ganas de enzarzarse en pulsos sobre sus respectivas prioridades a la hora de hacer frente a la insostenible sangría de números rojos en las arcas de Estados Unidos. Se animan las negociaciones las diferencias se estrechan y pistas de acuerdo son algunas de las expresiones repetidas para indicar que el presidente Barack Obama y el líder republicano John Boehner han acelerado sus esfuerzos para evitar todo ese cúmulo de recortes presupuestarios automáticos y subidas de impuestos previstas a partir de las doce campanadas. Panorama que en la creativa jerga política americana ha sido bautizado como abismo fiscal H ¿Hay una posibilidad de compromiso? La clase política americana incurriría en una gravísima irresponsabilidad si no se llega a un acuerdo. Hay signos alentadores de que se empieza a avanzar hacia un compromiso. Pero, para despejar incertidumbres, el acuerdo tendría que llegar bastante antes del 31 ¿Por qué existe esa bomba de relojería? El presidente Obama y el Congreso no han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre el volumen de gasto público y de nivel impositivo. En agosto, crearon un comité bipartidista para alcanzar un compromiso. Pero, para obligarse a llegar a un acuerdo, resolvieron también poner en marcha una bomba de relojería por la que o se llega a un compromiso o entran en vigor una serie de temibles recortes, ajustes y subidas de impuestos: el abismo fiscal ¿Qué impide haber alcanzado un acuerdo? El Partido Republicano exige una mayor reducción del gasto y se opone a que se supriman las exenciones fiscales existentes en la actualidad para los más ricos. En tanto que Obama aboga por el mantenimiento de una política fiscal más expansiva y quiere eliminar las exenciones a los ricos Cuadrar números Con unas ganas de consenso multiplicadas por el drama de Newtown, el debate sobre las cuentas públicas de Estados Unidos ha emigrado hacia la necesidad de repartir sacrificios y cuadrar números. Una transformación que refleja las presiones, más efectivas que nunca, para que los republicanos en control de la Cámara Baja opten por salvar la cara y se acerquen a las propuestas fiscales de Obama, que según las encuestas gozan de un respaldo mayoritario entre la opinión pública americana. En el capítulo de impuestos, los conservadores empeñados en no subir impuestos han aceptado la posibilidad de aumentar la presión fiscal para aquellos contribuyentes con unos ingresos anuales por encima del millón de dólares (unos 750.000 euros al cambio) La Administración Obama era partidaria de subir impuestos a partir de los 250.000 dólares anuales. Con un compromiso final que previsiblemente se situará entra esas dos cifras, quizá en el umbral de los 400.000 dólares. ¿Qué consecuencias tendría en el resto del mundo? Sería la mayor amenaza a la recuperación económica mun- ¿Cómo afectaría a la economía de EE. UU. Se calcula que se perderían 550.000 millones de dólares. Un 3,5 del PIB de Estados Unidos Para aumentar los ingresos del gobierno federal, además de una cada vez más inevitable subida de impuestos para los más ricos, avanza la posibilidad de recortar las deducciones aceptadas en la declaración de la renta. La iniciativa sobre la mesa es algún tipo de encarnación de la vieja propuesta de la Casa Blanca para limitar esas desgravaciones a un 28 en lugar del 35 actual. Más impuestos y menos subvenciones a los contribuyentes pueden generar más de un billón de dólares. En el frente del ajuste presupuestario, los demócratas han aceptado lo que en la práctica supone un sacrificio para los 56 millones de pensionistas con cargo a la Seguridad Social de Estados Unidos. Todo hace indicar que a partir de ahora, estas prestaciones se actualizarán pero con un cálculo más restrictivo de la inflación. Para estas cuentas se utilizará lo que se conoce como el índice de precios al consumo encadenado La Oficina Presupuestaria del Congreso ha estimado que este recorte de pensiones ahorrará a las arcas federales 112.000 millones de dólares entre 2012 y 2021. La negociación bipartidista también contempla nuevos objetivos de recorte presupuestario, por valor de un billón de dólares pero sin entrar todavía en muchos detalles. Las cuestiones más explosivas pasarán a ser debatidas por el Congreso en la próxima legislatura. Y en caso de que republicanos y demócratas no lleguen a un acuerdo habrá recortes automáticos pero menos apocalípticos que los previstos a partir del 1 de enero. En conjunto, republicanos y demócratas aspiran a recortar 1,2 billones de dólares del presupuesto federal durante los próximos diez años. En sus números, la Casa Blanca anticipa un abaratamiento en la financiación de la deuda nacional, con unos ahorros estimados en 290.000 millones de dólares. Los republicanos consideran que estas cuentas no cuadran porque una eventual bajada de los intereses de la deuda pública americana no debería contabilizarse como ahorro. De los recortes puros y duros, la Administración Obama apunta sobre todo hacia la cobertura sanitaria para pensionistas e indigentes, subsidios agrarios, defensa y otros programas domésticos. Pero con salvedades como 80.000 millones de dólares para un nuevo paquete de inversiones en infraestructura y una extensión del subsidio de desempleo. La Casa Blanca también quisiera permiso para aumentar su capacidad de endeudamiento durante dos años pero los republicanos solo han ofrecido una tregua de un año. Para que no todo sea como quisieran los demócratas, el presidente de la Cámara Baja ha propuesto ayer empezar por aumentar impuestos solamente a las rentas anuales superiores al millón de dólares y retrasar el debate sobre recortes para principios del año