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ABC CORDOBA 30-11-2012 página 15
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ABC CORDOBA 30-11-2012 página 15

  • EdiciónABC, CORDOBA
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ABC VIERNES, 30 DE NOVIEMBRE DE 2012 abc. es opinion OPINIÓN 15 UNA RAYA EN EL AGUA EL BURLADERO CARLOS HERRERA EL CUENTO DEL PERDÓN Perdonadme por no haber sido algo más malo, por haber creído en la bondad del universo D E siempre se dijo que aquél que pedía perdón debía ejercitar de manera creíble un cierto arrepentimiento, aceptar una penitencia y expresar manifiestamente un propósito de enmienda que no dejara lugar a duda alguna. La política española ha jugado de manera arrojadiza con el concepto del perdón y ha obviado expresamente todas las anteriores exigencias. Aquí el perdón se exige y se hace de forma inclemente en todo tipo de supuestos. Es frecuente contemplar, desde la perplejidad, como algunas formaciones le reclaman a otras pedir perdón por hechos acaecidos doscientos años atrás a supuestas víctimas que nada tienen que ver con los que padecieron la afrenta en cuestión. Así hay organizaciones musulmanas que exigen se pida perdón- -la petición de perdón siempre se exige, insisto- -por la conquista violenta de Granada por los Reyes Católicos, o formaciones políticas nacionalistas que insisten en que el gobierno actual de España pida perdón por la actuación del ejército franquista en la entrada en Barcelona, o estadistas de la envergadura de Elena Valenciano que también exigen al PP que pida perdón a los homosexuales por el recurso fallido acerca de su matrimonio ante el Constitucional, o insulsos como los del PSC que demandan a Rajoy un perdón por hacer crecer con sus políticas el número de independentistas en Cataluña... La cristianísima figura del Perdón es un arma arro- jadiza en manos de unos pocos cantamañanas. Un país como España, en el que el único que ha pedido perdón ha sido su Jefe de Estado por irse a cazar un elefante en su tiempo de vacación, contempla con curiosidad como un grupo de militantes de base del PSOE filma un video en el que solicitan el perdón de los españoles por los errores de anteriores gobiernos, todos ellos bastante manifiestos. Pero algo hace sospechar que contiene truco o trampa. Y así es: la petición de perdón es fingida. Ninguno de los que acontece lamenta de verdad que la acción del anterior gobierno condujera a la economía española de una situación de superávit a una de un déficit del 11 es decir, dilapidara los fondos del Estado con la excusa de la política del bien. El mensaje del video viene a decir perdonadnos por rendirnos ante los poderosos y malvados mercados y tiburones internacionales que nos obligaron a congelaros las pensiones y a rebajaros el sueldo a los funcionarios No piden perdón por no articular un auténtico discurso nacional, ni por haber excitado el Estatuto de Cataluña que ha traído estos lodos, ni por nombrar ministro o ministra a bobos de pancarta, ni por haber pretendido volver a dividir a los ciudadanos a cuenta de viejas historias de la Guerra Civil. No piden perdón por pretender ejercitar una perversa ingeniería social, ni por pactar con cualquiera en cualquier lugar con tal de que no gobernaran los derechosos desechos de tiempos pasados, ni lo piden por alentar la creación de cordones sanitarios con los que aislar, al menos, a la mitad de la población. Piden perdón de boquilla por no haber gastado lo suficiente y por dejar de hacerlo cuando la comunidad internacional más significativa telefoneó una noche a ZP y le advirtió que se dejara de bromas. Piden perdón por lo que se hizo correctamente, no por lo que se hizo alegremente. Es cierto que lamentan no haber pinchado la burbuja inmobiliaria- -que es como decir que se cedió ante los malos, los promotores inmobiliarios- -y que son críticos con la inopia calibradora de la crisis del gobierno del 2008, pero es también una forma de decir que su alma era pura, inocente y que, en todo caso, es pecadora por no albergar maldad para identificar a los malvados. Perdonadme por no haber sido algo más malo, por haber creído en la bondad del universo. Por no haber sido más de izquierdas... Me suena a cuento. IGNACIO CAMACHO DE ROCA A DURAN La diferencia entre Roca y Duran Lleida es la que va de aquel Pujol pragmático de entonces a este independentista de ahora NTES de Duran Lleida, ese señor de (doble) cara tan amable que en Cataluña da mítines por la independencia y en Madrid recibe a embajadores en nombre de España, el representante del nacionalismo catalán en la Corte, la bisagra diplomática del régimen pujolista, era Miquel Roca i Junyent. Ponente constitucional y ahora abogado de prestigio, Roca fue siempre mejor jurista y lobbysta que político; de hecho tal vez se trate del único líder capaz de fundar un partido sin inscribirse en él y presentarse por otro. Al igual que Duran fue eterno candidato a ministro de una coalición imposible, pero su formación intelectual, su agenda de contactos y su capacidad de interlocución y diálogo le convirtieron en pieza básica de la correlación de fuerzas con que el pujolismo asentó su pragmática- -y ya autodesbordada- -estrategia de alianzas de Estado. Con evidente nostalgia del consenso de la Transición, Roca pidió la otra tarde, en un coloquio junto a González, Herrero de Miñón y Cospedal- -incrustada esta última en un cuarteto de viejas glorias- la renovación de aquel esfuerzo pactista fundacional para repensar un nuevo statu quo del modelo territorial que la crisis financiera y la crecida soberanista han sometido a una tensión insoportable, a un desgaste acusado y a un abuso inviable. Con lógica de padre fundador dejó un razonamiento de impecable apariencia: si fue posible un acuerdo con el tardofranquismo para traer las libertades y las autonomías, cómo no se va a poder forjar ahora uno entre demócratas para reforzarlas. Perfecto silogismo cívico al que sólo le sobra un cierto voluntarismo, fruto del alejamiento de la realidad propio de quien pertenece a un tiempo en el que la política conservaba ciertos objetivos de generosidad y nobleza. Porque ese pacto que tanta gente añora está bloqueado por el encanallamiento político y la degeneración democrática. El proyecto de convivencia que alentó el proceso constitucional ha sido sustituido por sectarios proyectos de poder, el respeto a la identidad ajena ha desaparecido como valor moral y el adversario se ha convertido en un enemigo aniquilable. Eso en términos generales; particularizando un poco habría que añadir en la cuestión territorial el peso histórico de la deslealtad nacionalista, que ha aprovechado el marco de autogobierno para subvertirlo en favor de un designio unilateral de ruptura. Los sucesores de Roca, y hasta el mismo Pujol, se han declarado insumisos a las leyes del Estado para emprender un camino abiertamente hostil a la concordia. Y aunque los errores y la irresponsabilidad hayan sido generalizados, la autocrítica debería empezar por quienes han tratado de romper las reglas. El consenso de la Transición funcionó porque además de lealtad mutua para crearlo hubo voluntad de cumplirlo, pero esa confianza está hecha trizas. Su evocación melancólica es un mantra de veteranos; la diferencia entre Roca y Duran Lleida es la que va de aquel Pujol a éste. Como escribió Neruda nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. A MÁXIMO

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