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ABC CORDOBA 28-11-2012 página 61
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ABC MIÉRCOLES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2012 abc. es cultura CULTURA 61 Antonio Soler Ni el Gran Capitán ni Boabdil se dejaban llevar por el fanatismo ESCRITOR En Boabdil, un hombre contra el destino novela la amistad del militar cordobés con el último rey de Granada, forjada cuando compartieron cautiverio Antonio Soler, en la malagueña calle Larios, en una imagen reciente SALVADOR SALAS LUIS MIRANDA CÓRDOBA -La relación de amistad entre el Gran Capitán y Boabdil va más allá de lo que se pensaba de los dos personajes. ¿Cómo podían ser amigos siendo tan dispares? -Nos parecen dispares por las informaciones que nos han llegado del colegio: muy escuetas, casi una especie de retrato robot de los personajes. Pero ahondando un poco en la personalidad de cada uno, esa amistad no se ve tan extraña. Tanto uno como otro tenían una visión muy parecida: eran moderados en sus ideas políticas, no se dejaban llevar por los fanatismos que imperaban en la época. Por otro lado, Boabdil era rey de un reino pequeño, y antes de ser rey estaba muy impregnado de la cultura de Castilla. El Gran Capitán era un hombre de la frontera, cuando estuvo destinado en los pueblos limítrofes, también se acercó mucho a la cultura árabe, y de hecho hablaba árabe. Ese no ver al que no es como tú como un enemigo ayudó a que hubiera una especie de comprensión, mutua, de afecto y de respeto. Cuando Boabdil se ve obligado a dejar a su hijo mayor con los reyes castellanos, pone la condición de que su tutor sea el Gran Capitán, porque eso le ofrecía muchas garantías. -En Córdoba tenemos una imagen heroica del Gran Capitán. ¿Cómo es el Gonzalo Fernández de Córdoba que aparece en la novela? -He intentado ceñirme a la realidad, a lo que ha llegado por los documen- tos más fidedignos a través de la vi- difícil de atrapar. Le ponían la etiquesión de historiadores contemporáneos ta de cobarde y traidor, pero era una que lo han estudiado a fondo. El Gran persona que no se sentía especialmenCapitán era un personaje muy imbui- te llamada para ser el rey de un reino do de ciertos valores como la lealtad lleno de convulsiones, que casi literaly la fidelidad, lo que le hace imponer- mente se vio obligado a entrar en una se a sus propias creencias personales guerra civil contra su propio padre, y enfrentarse a Boabdil porque se lo impulsado por su madre, buscando un piden los reyes. Pero también era una posible paz con Castilla. persona muy interesada por todo lo- ¿No pudo imponer su forma de ver el mundo? que venía del exte- -Se dio cuenta de rior, con avidez de coque no era viable, nocimientos. Desde que los extrepués de la caída de mos estaban gaGranada, cuando va nando tanto en su a Italia, se convierte bando como en el en un hombre del Recristiano. Le tocanacimiento, tenienba el papel muy dedo en cuenta que en El Gran Capitán sagradable de liquiesa época la guerra Era de frontera y ávido dar un reino con siera casi un arte. El de conocimiento; al llegar Gran Capitán es un a Italia se hizo un hombre glos de historia: los árabes lo declarapersonaje muy comdel Renacimiento ron Guerra Santa y pleto y cuando emlos Reyes Católicos pecé a documentarBoabdil se las ingeniaron me fue el gran descu Le ponían la etiqueta de para que el Papa brimiento. les diera la catego- Llora como mu- cobarde y traidor, pero no ría de cruzada. El jer lo que no has sa- se sentía llamado a ser bido defender como rey con tanta convulsión terreno estaba abonado para toda claun hombre Esa frase de fanatismos y se se asocia a BoabBoabdil estuvo bastante perdido. Apedil, que es como una caricatura... -Sí, ha quedado la caricatura, que re- nas pudo tomar decisiones, padeció la sume muy bien esa frase, que es una historia, más que la decidió. leyenda y no consta que se dijera. Sí- -Siempre se puso a Córdoba como en parte fue la actitud que hacia él tu- el gran ejemplo de convivencia entre vieron sus enemigos y su propia ma- culturas, lo que también se duda. En dre, que en algunos pasajes de la his- muchos pueblos y ciudades, sin emtoria es casi una rival. Boabdil fue un bargo, sí había buena vecindad. ¿Sepersonaje muy sutil, huidizo y por eso ría algo como la relación entre el Gran Capitán y Boabdil? -Sí, ellos tienen esa relación, pero en algún pasaje he introducido la reflexión por parte de Boabdil de que ese tiempo de convivencia él no lo había conocido y sus antepasados inmediatos tampoco. Había gente que precisamente por conocer a los demás, por estar, en el buen sentido, contaminado de la cultura de los otros, creían en el mestizaje, en el tráfico de ideas de un lado a otro, que enriquece. Pero esta gente, como siempre que los conflictos empiezan, se quedan en minoría. -La novela histórica tiene ahora mucha gente que la cultiva. ¿Piensa que es un género en sí mismo o por el contrario un tema para el que un escritor trabaje, con independencia de que sea en otra época? -Depende del enfoque. Normalmente creo que se hace novela de género, que nunca me ha atraído especialmente. Boabdil se me ha ido cruzando una y otra vez por delante, hasta que ya he pensado que tenía que abordar el tema. En ese sentido, tenía presentes a algunos novelistas que han sido importantes, y que en un momento escribieron novela histórica bajo mi punto de vista con bastante acierto. Ramón J. Sender escribió Bizancio y La aventura equinoccial de Lope de Aguirre magníficas. Hay otro escritor, Carlos Rojas, que ahora está muy olvidado, y que hizo una novela magnífica sobre la Inquisición, titulada Auto de Fe He intentado seguir esa estela, como la de Miguel Delibes con El hereje de buenos novelistas que abordan en un momento el género histórico.

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