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ABC CORDOBA 27-11-2012 página 46
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ABC CORDOBA 27-11-2012 página 46

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46 INTERNACIONAL Claves del decretazo Por encima de la ley Con su decreto Mursi declara que sus decisiones son inapelables por cualquier órgano, incluida la Justicia. MARTES, 27 DE NOVIEMBRE DE 2012 abc. es internacional ABC Constitución En buena parte, la batalla se centra en preservar al actual Parlamento, dominado por los islamistas, y que debería redactar la nueva Constitución Lucha de poder Mursi quiere desembarazarse por la vía rápida de la tutela ejercida por la Justicia y el Ejército del viejo régimen Oposición unida La oposición laica se ha unido frente a un decreto que otorga a Mursi más poder del que llegó a tener Mubarak El presidente egipcio intenta encauzar un decretazo que se le escapó de las manos Mursi trata de calmar a la calle, aunque desde el Gobierno no se dan muestras de que vaya a dar marcha atrás PAULA ROSAS CORRESPONSAL EN EL CAIRO E l presidente Mohamed Mursi intentó apagar ayer con los jueces el fuego que él mismo ha prendido en Egipto con el polémico decreto que le otorga poderes que escapan al control de la Justicia y que ha tenido consecuencias violentas en las calles del país. Pero mientras aumenta la presión para que Mursi dé marcha atrás, la Justicia demostró ayer que no ha cerrado otras puertas, y estudiará el próximo 4 de diciembre la legalidad del decreto presidencial. Mursi se reunió con el órgano de gobierno de los jueces, el Consejo Supremo de Justicia (CSJ) para intentar alcanzar un acuerdo que relaje las tensiones con los magistrados, que sienten que su independencia ha sido agredi- da. Desde el Gobierno se intenta quitar hierro a la crisis, pero se insiste en que el presidente estaba en su derecho a la hora de emitir el decreto, lo que hace pensar que Mursi por ahora no piensa echarse atrás. El ministro de Justicia dijo ayer que todo se debe a un malentendido y que el presidente, aseguró Ahmed Mekki, no ha sido claro a la hora de explicar sus intenciones. Mursi ha reiterado que el decretazo es sólo temporal y que busca acabar con el estancamiento en el que se encuentra la transición egipcia, constantemente atacada, aseguran desde su entorno, por un sistema judicial en manos de hombres del antiguo régimen. Mekki estaba ayer seguro de que se alcanzará un acuerdo con el Consejo de los jueces. A pesar de que el órgano ha criticado duramente la declaración, también ha insinuado que se podría alcanzar un acuerdo si se acotan los nuevos poderes del presidente a asuntos soberanos Propuesta en principio aceptada por Mursi como fórmula de compromiso. Pero aunque este órgano alcance un acuerdo con el presidente, el problema está aún lejos de solucionarse, incluso dentro de la Justicia. Hasta doce denuncias se han presentado contra el decreto presidencial, que será revisado el próximo 4 de diciembre por el Tribunal Administrativo de Egipto. Y es que el mandatario se ha situado por encima de la ley al decretar que sus decisiones son inapelables por ningún órgano. Pero la excepcionalidad de la situación actual de Egipto, que no tiene Carta Magna ni Parlamento estable, y que se guía por una serie de declaraciones constitucionales que se han ido acumulando y modificando desde la caída de Hosni Mubarak, hace difícil com- prender quién está por encima de quién o quién puede decretar qué. La principal asociación de magistrados, el Club de Jueces, que ha llamado a la huelga en tribunales y fiscalías, no parece que vaya a aceptar acatar los acuerdos a los que pueda llegar el CSJ. Tampoco la oposición laica, que se niega a negociar con el islamista tras lo que algunos denominan golpe de Estado y que sólo contempla una salida a la crisis: la retirada del decreto. Violentos disturbios No hay otra solución, el decreto debe ser cancelado. El presidente se arriesga si no a que las manifestaciones cojan aún más fuerza y empiecen a pedir la caída del régimen señala a este diario Emad Gad, analista político y miembro del partido liberal Los egipcios libres Las protestas se han sucedido desde que Mursi anunciara sus nuevos poderes el pasado jueves. En un clima tan volátil y polarizado como el que se respira en Egipto, la menor provocación produce violencia, y algunas de estas manifestaciones han acabado en disturbios. Un adolescente, seguidor de los Hermanos Musulmanes, murió Excepcionalidad Mohamed Mursi es presidente de un Egipto donde no hay ni Parlamento estable ni Carta Magna

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