ABC CORDOBA 17-11-2012 página 95

ABC SÁBADO, 17 DE NOVIEMBRE DE 2012 abc. es estilo GENTESTILO 91 Los eyeliners autoadhesivos revolucionan el maquillaje Inspirados en la estética de los 60, triunfan los perfilados de quita y pon en la alfombra roja TERESA DE LA CIERVA A ESTA ALTURA Están ahí Por MARTA BARROSO M Ya habíamos visto a Kate Moss, Taylor Momsen, Christina Aguilera, Rachel Bilson y Britney Spears luciéndolo en los escenarios, platós o portadas de revistas. Pero fue Keira Knightley, el pasado miércoles, quien acaparó todas las miradas con sus falsos ojos de gata en el estreno en Los Ángeles de su última película, Anna Karenina Mientras todos los flashes se dirigían hacía su persona, nosotros nos fijamos en sus ojos: llevaba un eyeliner de pega Keira recurrió a un método sencillo que ya está arrasando: colocarse un par de adhesivos sobre los párpados, ahorrándose la difícil tarea de trazar el perfilado perfecto. Este invento, inspirado en la imagen de Brigitte Bardot, promete revolucionar la forma de realizar el maquillaje. La idea partió de la firma Dior, que lanzó el año pasado Velvet Eyes el primer kit con cuatro trazadosde terciopelo (dos de ellos tienen, además, cristales de Swarovski) que se adherían a ras de las pestañas. Aquella fue una edición limitada que dejó la miel en los labios. Tanto, que la firma Sephora ha lanzado su propia versión, siguiendo la tendencia que triunfa en las pasarelas: una línea que se ensancha y eleva. Divas con falsos ojos de gata. Brigitte Bardot (arriba) siempre llevó un impecable trazado sobre el párpado superior. Ahora, actrices y cantantes la emulan en las grandes ocasiones. Keyra Knightley (izquierda) ha marcado tendencia esta semana con su eyeliner Trazo grueso El trazo en el párpado superior es muy negro, muy grueso, muy marcado, y con el rabillo que se alarga en cada temporada cuenta Damian Giorginni, maquillador de Sephora y ganador del premio Make up Master 2012. Y si no se tiene el pulso de un cirujano, se es ambidiestro (los ojos nunca quedan iguales) o no se tiene mucho temple, no es fácil perfilar el ojo Por eso, esta propuesta no solo ha seducido a la protagonista de Anna Karenina. Somos muchas las que hemos sucumbido al perfilado de quita y pon No requiere el toque de un maquillador profesional, ni siquiera el odioso proceso de desmaquillado. Este beauty tip se pega, se despega y se guarda hasta la siguiente ocasión. Se puede reutilizar tres o cuatro veces más. Sephora Al precio de 9,90 euros, la firma acaba de lanzar el Eyeliner patch un perfilado que se puede poner y quitar hasta cuatro veces Christian Dior Una edición limitada con cuatro eyeliners autoadhesivos de terciopelo, al precio de 68,12 euros e compro un libro del que no sé nada. Momentos de inadvertida felicidad El título me atrae. La portada me gusta. Me divierte lo que leo sobre él. Me hace sonreír. Desde que lo tengo me ha hecho vivir uno, unos, de esos momentos de inadvertida felicidad. Como tantos otros que vivimos día a día, casi sin percibirlos, y que nos producen una sonrisa inesperada. Como los que cuenta con inteligencia y sentido del humor Francesco Piccolo, su autor, en esta pequeña obra en la que es imposible no verse reflejado. La vida, lo cotidiano, lo más simple, los lugares comunes, cuando menos te lo esperas surge ese momento. Me hubiera gustado escribir este libro. Siento cierta miento, mucha envidia hacia Francesco. Me gusta cómo desmenuza la realidad, los sentimientos, cómo hace de esos instantes efímeros un mundo de diversión, sus reflexiones. Me identifico con él. Desde la felicidad que le produce quitar el pepinillo de la hamburguesa de turno hasta lo valioso que le resultan esos días de agosto que pasa solo en la ciudad. Pienso en qué momentos, aparte de los que cuenta el autor, siento yo de forma inesperada una placentera felicidad. Y sonrío. En modo mujer. Como cuando suena el teléfono de casa y mi marido dice cógelo que es para ti Y es su hermana. O cuando en la puerta del cine se empeña en que tengo las entradas y, tras un duro enfrentamiento, aparecen en su mano. O cuando después de un tiempo, en un restaurante cualquiera, nos encontramos a esa mujer que a él le resulta tan atractiva, tan inteligente, tan estupenda... con doce kilos de más. O cuando resulta que esta vez no ha sido tu hijo, ha sido el hijo perfecto de esa madre insoportable que repite porque mi hijo, porque mi hijo O cuando escuchas que aquél con el que hablas por teléfono tira de la cadena y al descubrir donde está sonríes. Porque es lo que te sale. En modo hombre o en modo mujer. En cualquier momento. Son esos instantes, como dice Francesco, de inadvertida felicidad. Es fácil descubrirlos.