ABC CORDOBA 08-11-2012 página 19

ABC JUEVES, 8 DE NOVIEMBRE DE 2012 abc. es PRIMER PLANO 19 En verdad fue una gran victoria, pero fea POR RAMÓN PÉREZ- MAURA itt Romney y su equipo fallaron a la hora de conformar la coalición de electores que debía darle la vitoria. Dejaron a disposición del presidente amplios sectores del electorado que deberían haber intentado seducir: funcionarios, jóvenes, madres solteras y, sobre todo, los hispanos. Según los sondeos a pie de urna citados por Gerald F. Seib en el WSJ sólo hay encuestas para calcular estos sufragios Romney captó el 21 por ciento del voto hispano. En 2008 John McCain logró el 31 y en 2004 Bush consiguió el 40 por ciento. Así es imposible ganar nada. Frente a una campaña tan centrada en tu base y tan poco expansiva a otros reductos de votantes, se permitió al presidente Obama hacer un mínimo balance de su primer mandato y decir lo menos posible sobre lo que va a hacer en el segundo. En vez de eso se dedicó a apelar a los sentimientos que son poco efectivos para resolver problemas a presentar a M Romney como un millonario enemigo de los desfavorecidos ya se sabe que el que los millonarios creen puestos de trabajo es fácilmente utilizable contra ellos y como el enemigo de la inmigración sobre la que se creó los Estados Unidos de América. A la vista de un resultado en el que Obama aventajó a su rival en más de dos millones y medio de votos, fue una victoria fea en las formas y extremadamente efectiva en la consecución del objetivo. El 7,3 por ciento de votos de ventaja que logró el presidente en 2008 y los nueve millones y medio de sufragios de más se han visto reducidos ahora al 2 por ciento y la cuarta parte de los votos de diferencia. Es evidente que todas las encuestas daban un resultado bastante más ajustado del que realmente se ha producido. Los maestros en la ciencia demoscópica suelen sostener que en una campaña como la norteamericana, los indecisos en el tramo final tienden a ir mucho más al lado del candidato al- ternativo que al del que se presenta a la reelección. Este último ha tenido años para vender su producto. Si no lo ha logrado con antelación es porque genera muchas dudas. En cambio el candidato nuevo ofrece una alternativa que es más fácil presentar de forma seductora. Esta vez no ha sido así. Los swing states se han ido, casi sin excepción al presidente. ¿Por qué? Probablemente el huracán Sandy permitió a Obama dar una imagen de estadista que no se compadecía con los hechos él estaba en la foto, pero no en la gestión, que correspondía a los gobernadores. Y gracias al huracán la tendencia de Romney al alza, que se mantuvo durante casi un mes sufrió un frenazo y paso atrás. Romney cometió, además, un fallo La clave de Obama Hizo un mínimo balance de su gestión y apenas habló de lo que va a hacer Lección para España Obama se pasó toda la campaña aduciendo que necesitaba otro mandato para resolver la herencia que para muchos es imperdonable: decir la verdad. Denunció las ayudas federales para salvar la industria del automóvil y eso no te ayuda a ganar votos en un momento de elecciones. En un candidato como él, tan encomiable intento liberal sólo contribuye a dar una imagen de desapego hacia los trabajadores del sector a los que en verdad iría mucho mejor con una industria automovilística mucho mejor gestionada y sin ayudas. Un dato más de las encuestas a pie de urna de especial relevancia en España. Obama se pasó toda la campaña aduciendo que necesitaba más de cuatro años para resolver el desastre económico legado por Bush. Y por inverosímil que pueda parecer, una mayoría de los votantes le tomó la palabra. Según esos sondeos a pie de urna, hubo más votantes que culparon a George W. Bush por el estado de la economía, de los que culpan a Barack H. Obama después de un mandato completo. Quizá este dato pueda parecer relevante a aquellos estrategas del Gobierno de Mariano Rajoy que cuando todavía no llevan un año en La Moncloa hace ya muchos meses que dejaron de insistir ante la opinión pública en la responsabilidad que tienen José Luis Rodríguez Zapatero y su Gobierno en el desastre que nos asuela.