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ABC CORDOBA 26-10-2012 página 12
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12 OPINIÓN AD LIBITUM PUEBLA VIERNES, 26 DE OCTUBRE DE 2012 abc. es opinion ABC MANUEL MARTÍN FERRAND LA CANDIDATA Aznar es el gran precedente del PP en lo que al entendimiento con CiU respecta, como acredita el Pacto del Majestic, de 1996 C ON mucho fasto y muchísimos cruasanes, como corresponde a la madrugadora moda madrileña de convertir los almuerzos en desayunos, Mariano Rajoy presentó ayer a Alicia Sánchez Camacho como candidata del PP en las próximas elecciones catalanas. La función principal de ese tipo de actos litúrgicos reside en que su contenido, cuando lo tienen, se repique en las televisiones y, a poder ser, también en los diarios impresos que siguen siendo, y lo serán por muchos años, el más fiable de los testimonios de la actualidad. Las palabras habladas se las lleva el viento y las contradice la confusión reinante, pero las escritas quedan como memoria impertinente y tozuda. La candidata estuvo arropada, además de por Rajoy, por varios ministros del Gobierno como muestra y señal del apoyo que tiene de los suyos y, al tiempo, para subrayar la moderación la confianza y la responsabilidad que, según dijeron, ostenta su compañera en tiempos de tanta dificultad La previsión sociométrica de estos comicios autonómicos es favorable para CiU, que podría alcanzar la mayoría absoluta; demoledora para el PSC que, en su afán diferencial con el PSOE, puede perder siete y ocho escaños en el Parlament y más o menos neutra para el PP que mantendrá, se supone, sus escaños actuales y, de hecho, mejora su imagen, más que sus expectativas, en las cuatro provincias cuatribarradas. De ahí la sorpresa ante el hecho de que la candidata aprovechara la ocasión de su desayuno para confrontar sus palabras con las de José María Aznar en el acto, también reciente, de la entrega del Premio Faes de la Libertad a Mario Vargas Llosa. Aznar es el gran precedente del PP en lo que al entendimiento con CiU respecta como acredita el Pacto del Majestic, de 1996, del que se deriva, fiscalidad incluida, buena parte del distanciamiento de Cataluña respecto al Estado del que forma parte. Un caso singular de un órgano que rechaza al cuerpo a que pertenece en contra de lo acostumbrado en la observación clínica. Aznar dijo antier que el problema del nacionalismo no es con España, sino con el Estado de Derecho y Sánchez Camacho afirmó ayer que no se debe proceder a una reordenación y recentralización del Estado, una afirmación anfibológica contra una rotunda y cabal. Rajoy fue testigo de las palabras de ambos y de la confrontación que conllevan; pero, fiel a su estilo, más pragmático que ético, no intervino en el asunto. Conviene entender como categoría, al hilo de esta anécdota que señalo, que el demoledor proceso que atraviesa el socialismo español se debe a la pérdida de sentido español que le confiere su sigla. La aventura parcelaria de Zapatero como le llama Baura al fenómeno, es génesis de su ruinoso presente. ¿Lo tienen claro Sánchez Camacho y sus mandatarios? Ojalá. PERDONEN LAS MOLESTIAS ARIS MORENO LA EXCEPCIÓN El sueldo del señor gerente de Urbanismo contraviene un compromiso por el cual ningún salario superaría al del alcalde L A excepción, querido contribuyente, confirma la trampa. Como la del señor gerente de Urbanismo que, por razones que vaya usted a saber, se va a meter en el bolsillo la nada despreciable cantidad anual de 100.818 euros con diez céntimos, según figura en el anexo de Personal de los presupuestos del organismo autónomo. La cifra contraviene un compromiso del señor alcalde (y del Pleno) por el cual ningún salario municipal se elevaría por encima de la remuneración del regidor. Pero, como todo el mundo sabe, los compromisos en periodo electoral (y postelectoral, por lo visto) se los lleva el viento. Y tal. La idea pretendía poner fin al barullo de retribuciones, pluses, incentivos, gratificaciones, privilegios, sobresueldos, asignaciones, extras y, en fin, complementos de toda naturaleza con que las empresas municipales obsequiaban en su apéndice presupuestario. Con los señores gerentes a la cabeza, por supuesto. Nuestro alcalde tuvo este impulso regeneracionista de ordenar el desorden y anunció que ningún alto directivo municipal cobraría por encima de los 60.723 euros que percibe el propio presidente de la Corporación local. Todo muy lindo. No lo discutimos. Hasta que antes de ayer supimos que el señor gerente de Ur- banismo se va a convertir en un endemismo retributivo (o lo que sea) y se embolsará no sólo un treinta por ciento más que el regidor sino que todo un señor ministro, que es lo más que se despacha en la materia. Los ministros perciben, por cierto, 68.981 euros, diez mil castañas menos que el presidente del Gobierno y tres veces más que el salario medio del país. Al presidente del Ejecutivo, todo hay que decirlo, también le dio un arrebato regeneracionista y predijo que ningún alcalde ni presidente de la Diputación cobraría más que el titular de Exteriores, por poner un ejemplo. De los gerentes de Urbanismo no le escuchamos decir ni una palabra y es ahí, suponemos, donde el señor Nieto se habrá agarrado para convertir al citado alto cargo en una excepción. Y la excepción, como todo contribuyente sabe, confirma la trampa. En esas estamos. Al señor gerente aplicándosele prerrogativas que nadie explica con claridad y a los señores empleados asignándoles una bajada del sueldo del orden del 30 por ciento. Lo segundo podría entenderse como parte de la reordenación del enredo de nóminas y gratificaciones con que nos han mareado todos estos años en el organigrama municipal. Pero lo segundo no hay hijo de vecino que lo comprenda. Llegados a este punto, perdonen que objetemos la teoría según la cual hay individuos que se merecen retribuciones hasta noventa veces por encima de las de sus congéneres. Que es lo que en este país viene cobrando la pomada económica por sus servicios profesionales, por cierto, muy mejorables vistos los resultados calamitosos con que nos desayunamos un día sí y otro también. La política retributiva, por consiguiente, es un plato que se cocina (y se almuerza) en un lugar reservado. Oséase. En cualquier caso, el sueldo del señor gerente de Urbanismo no se encuentra en esta horquilla salarial de escándalo. De acuerdo. Pero es la excepción que confirma la regla. O la trampa. Que vienen a ser, con demasiada frecuencia, la misma cosa.

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