ABC CORDOBA 21-10-2012 página 120
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página120
- Fecha de publicación21/10/2012
- ID0006156968
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DOMINGO 21.10.2012 Editado por Diario ABC, S. L. San Álvaro, 8, 1 3, 14003 Córdoba. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.361 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Publicidad 957 497 675 Suscripciones 901 400 900 Atención al cliente 902 530 770. LOS DOMINGOS DEL OBISPO DE SAN SEBASTIÁN José Ignacio Munilla Es un engaño creer que la independencia hace feliz Tras años de programa diario en Radio María, Munilla se define no como un obispo que trabaja en la radio, sino como un cura que trabajaba en la radio al que hicieron obispo Le preguntó al nuncio si lo dejaba, y el nuncio le contestó que no. ANNA GRAU ntonces monseñor Munilla sigue levantándose de lunes a viernes entre las cinco y media y las seis de la mañana para hacer en directo su programa de 8 a 9. Los fines de semana se emiten repeticiones y eso le da un respiro. Los domingos puede tomárselo con calma Entendiendo por calma andar de la ceca a la meca con visitas pastorales. Tanto es así que ha decidido anclarse ante los ojos de los fieles celebrando todos los domingos una misa en la catedral a las seis de la tarde. Así saben dónde está su obispo se ríe. Si no está oficiando o visitando, lo más probable es que esté con su madre, que es viuda y se llama como él, Josefa Ignacia. Habérsela llevado a vivir con él es una de las grandes decisiones vitales de monseñor Munilla. Se lo pasan muy bien juntos: Con mi madre varias noches nos hemos ido a la Playa de la Concha, a mojarnos los pies por toda la orilla rezando el rosario, madre e hijo. Aparte de que es un lujo rezar el rosario en la Playa de la Concha mojándote los pies, también así la gente entiende que en el fondo si tú eres obispo es porque has tenido una madre que te ha transmitido la fe. Que tú eres hijo de, ni más ni menos Josefa Ignacia cocina, cultiva su huerta y confecciona toda la ropa que viste el obispo. Quien inevitablemente se azora: Cuando veo el salto de la generación de mi madre a la mía, y de la mía a la de mis sobrinos, me digo, pero cómo va bajando esto... espero que Dios tenga algún plan para hacernos crecer de nuevo, igual precisamente nos hacía falta una crisis como esta para reaccionar Creo, pero aumenta mi fe es el título de un libro que el obispo de San Sebastián acaba de publicar. Tiene formato de entrevista, y en él monseñor Munilla se afana en dar respuestas a los interrogantes de la fe. Y de la crisis. Él cree que sólo en el cristianismo, en su oferta de amor y de sentido cabe buscar una respuesta a la desesperación actual. Que a su juicio no es tan grave en lo material siéndolo mucho como lo E Monseñor Munilla centra los domingos en su tarea pastoral es en lo afectivo. Toda la gente carga heridas afectivas tremendas constata, triste, preguntándose si la criLA MADRE Y LA FE sis, más que un casti Con mi madre a menudo go, no será una oporvamos de noche a la Playa tunidad de romper con tanto individe la Concha, a mojarnos dualismo. los pies por la orilla rezando Vivíamos un el rosario. Hay que entender engaño, el Mayo que tú eres obispo porque del 68 nos había has tenido una madre que llevado a creer que te ha transmitido la fe. Que el ideal del hombre tú eres hijo de, ni más ni eran la autonomía, la independencia, la aumenos toderminación, ser cada vez más auto, auto, auto... razona, para concluir que el gran error es haber creído que la felicidad era no depender de nadie, cuando lo que más dignifica al hombre no es la autonomía sino la comunión, amar y ser amado Dadas las circunstancias y las fechas nos resulta casi imposible no abalanzarnos sobre las connotaciones políticas de todo esto que el obispo de San Sebastián dice. Él caza al vuelo nuestra intención y la clava con un inflexible alfiler: A mí me interesa la im- ISABEL PERMUY plicación espiritual de todo esto que digo, no entrar en cálculos políticos; no es que me escaquee de hablar de estas cosas, pero no creo que este sea el momento Punto pelota. Prefiere contarnos cómo le llegó la oleada de vocación para ser sacerdote. Teniendo dieciséis años y estando de ejercicios espirituales, el padre que los dirigía les pidió a todos escribir en un papelito sus compromisos de futuro y quemar luego el papelito en un simbólico fuego frente al altar. José Ignacio Munilla se fue quedando el último porque no sabía qué poner en ese papel. Al fin lo firmó y lo entregó en blanco. ¿Un cheque en blanco para Dios? Sí, le vine a decir, pídeme lo que quieras, y yo lo firmo... Esa misma noche la idea de entrar en religión le sobrevino con una fuerza tremenda Ya antes de acostarse se lo contó a su madre. Y así pasan la vida y el domingo. Monseñor Munilla se recoge temprano, que el lunes ya le toca volver a madrugar. Por supuesto reza antes de acostarse, aprovechando el lujo que es tener una capilla en casa y consciente de que durante el día no es fácil hacerle hueco a la oración. Uno siempre corre el peligro de ser un camarero mal alimentado... se cura en salud.