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ABC CORDOBA 21-10-2012 página 47
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ABC CORDOBA 21-10-2012 página 47

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ABC DOMINGO, 21 DE OCTUBRE DE 2012 abc. es andalucia ANDALUCÍA 45 públicos para repartir la carga de trabajo y evitar tener que hacer despidos. En Francia se bajó la jornada laboral 35 horas y fue un fracaso. De hecho, el Gobierno socialista actual no la ha recuperado. El reparto de trabajo puede funcionar en algunos puestos, como, por ejemplo, aquellos que realizan tareas mecánicas. Sin embargo, bajarle la jornada laboral a estos empleados significa que el mismo personal debe hacer el mismo trabajo con un 10 menos de jornada. Por ello, considero que una bajada del 10 en la jornada laboral se traduciría en un 20 de la bajada de la productividad. Manuel Ángel Martín Presidente de la Comisión de Economía de la Confederación de Empresarios de Andalucía 1. Hay que señalar que el tema del llamado sector público empresarial hay que situarlo dentro de uno más amplio que se refiere a la reforma de la Administración a la luz de los principios de eficiencia, eficacia y rendición de cuentas reconocidos constitucionalmente. No es sólo en las más singulares formas de gestión (empresas, agencias, consorcios, etc. donde hay que podar las ramas secas, sino también en las estructuras clásicamente administrativas. Las duplicidades e ineficacias son más llamativas en las empresas instrumentales y en la administración paralela producto de la huida del derecho administrativo. Sin embargo, en ocasiones los empleados públicos paralelos resultan más productivos que los funcionarios. Dónde y en qué orden se reduce, exige análisis objetivo y decisiones valientes, de lo que no creo que sean capaces los políti- José Ignacio García Pérez No tiene ningún sentido que haya empresas públicas que entren en colisión con el sector privado cos. Se optará por la fórmula más cómoda de reducir linealmente en términos de recursos humanos y financieros. Pero si hablamos de entidades públicas para la producción de bienes y servicios, es ahí donde se debe ser muy restrictivo. Sobran todas las empresas públicas que compitan (casi siempre deslealmente) con las privadas, las sustituyan o las desplacen. Sobran todas las que están sobredimensionadas y no tengan mecanismos para adaptarse a la realidad de la demanda. Sobran aquellas que no crean valor, sino que lo destruyen gastando más que lo que producen. La tenden- Francisco Ferraro Deben cerrarse las empresas cuyas funciones no estén justificadas, otras deberían ver si pueden reducir sus plantillas cia debe ser a la gestión y financiación privada, considerando en algunos casos la financiación pública si se persiguen objetivos políticos de asignación o redistribución que maticen la mera rentabilidad económica. Aquí tocamos dos sectores claves y controvertidos, la sanidad y la educación, propicios al pronunciamiento ideológico, pero que es dónde se sitúa el grueso del gasto y la mayor importancia estratégica. Hay que liquidar muchas empresas y reducir el tamaño de la administración casi en un 30 2. Hay que privatizar todo lo privati- zable, dejando fuera las actividades esenciales del Estado como son justicia, seguridad, defensa, etc. Tampoco me gustaría que las privatizaciones se hicieran mal o que aumentaran la dependencia de Andalucía de centros de poder externos. En Andalucía hay poca acumulación de capital privado. Los poderes públicos, en alianza con otros núcleos de influencia, se han preocupado durante años de desmantelar el incipiente crecimiento de un capitalismo burgués y de impedir la prevalencia de la empresa capitalista. Ahora, los procesos de privatización serán más complicados. Sin duda se podría privatizar las empresas medioambientales, las dedicadas a la gestión urbanística y a la promoción inmobiliaria, y las de gestión turística. Incluso RTVA podría ser privatizada en todo o sólo en parte si se considera que es un nexo de unión útil entre los andaluces. Pero en la circunstancias actuales las privatizaciones van a ser casi imposibles o muy costosas. 3. Hay que reducir el personal por eficacia, porque no hay trabajo y porque no hay dinero. Por eficacia hay que hacerlo siempre. Si la productividad es una asignatura pendiente de los sindicatos en la empresa, en la administración pública es todo un curso suspendido desde hace años. Además, ahora ha disminuido el nivel de actividad general (ahí están las gerencias de urbanismos infladas de plantilla cruzada de pies y manos) y es necesario introducir flexibilidad frente a la demanda. Por si fuera poco, resulta que tampoco hay dinero, y por tanto tampoco se pueden mantener las plantillas. Cada situación exige un tratamiento. En algún caso se tratará

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