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ABC CORDOBA 29-09-2012 página 65
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ABC SÁBADO, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2012 abc. es cultura CULTURA 63 A la izquierda del Guernica La estrella fugaz de Miró. A la derecha, Máscara de Montserrat gritando de Julio González, y la Declaración de Principios de la República española de Renau FOTOS ISABEL PERMUY Arte y poder en tiempos de guerra, en el Reina Sofía El museo celebra el 75 aniversario del Guernica con una muestra que reúne 400 obras en 2.000 metros cuadrados y que la Reina inaugurará el martes NATIVIDAD PULIDO MADRID E uropa vivía asediada y secuestrada por los totalitarismos de Hitler, Mussolini y Stalin, mientras España apuraba con la II República sus últimos sorbos de paz antes de que estallara la Guerra Civil. En Estados Unidos no les iba mucho mejor: el crack del 29 quiebra Wall Street y hunde al país en una Gran Depresión. Son los convulsos años 30, un periodo conflictivo, complejo, no estudiado a fondo, con el que la Historia oficial no ha sido muy justa. Tras la revolución de las vanguardias a comienzos de siglo, arte y poder tuvieron que convivir, no sin problemas, en los años 30. El Museo Reina Sofía celebra (con algo de retraso) el 75 aniversario del Guernica con una ambiciosa exposición en la que aborda a fondo el ambiente en el que Picasso creó su célebre mural. Encuentros con los años 30 que ilustra este periodo con 400 obras, repartidas en 2.000 metros cuadrados, cuenta con la colaboración de Acción Cultural Española y será inau- gurada el martes por la Reina Doña Sofía. Son años en los que el arte está dominado por el eclecticismo. Los fascismos proclaman una vuelta al realismo ¡el arte para el pueblo! En la Sala A 1 del CARS cuelgan importantes préstamos de Siqueiros, Beckmann o Berni. De éste último ha cedido el MoMA New Chicago Athletic Club (1937) inédito en España. Junto al realismo, hay otros dos ismos que son el eje en torno al que giran los años 30: la abstracción y el surrealismo, presentes en sendas salas. La primera, representada por Arp, Calder, Miró, Mondrian, Kandinsky, Klee... La segunda, por Magritte, Delvaux, Oscar Domínguez, Ferrant, Picasso o Dalí. Se echa en falta más obra de este último, pero protagonizará en este museo una gran monográfica en 2013, tras su paso este año por el Pompidou. La comisaria general del proyecto, Jordana Mendelson, ha tendido puentes transversales en el montaje, que rememoran las exposiciones internacionales de la época, en la que los artistas se comprometían con proyectos gubernamentales. Arte y pro- paganda van de la mano. Los artistas son conscientes del poder que tienen los medios de comunicación en la difusión de sus obras y se aprovechan de ello. Se impone la cultura de masas, donde carteles, postales, cine y fotografía juegan un papel decisivo. Fotografía documental de Bill Brandt, Cartier- Bresson o Rodchenko se exhiben junto a instantáneas experimentales de moda de Man Ray. Guernica reencuentros Ya en la segunda planta del Reina Sofía, gira en torno al Guernica la segunda parte de la exposición. Los años 30 son de una gran teatralidad. No es gratuito, pues, que se haga un guiño al teatro: ahí están Lorca y la Barraca, La Argentinita (importantes fondos inéditos salidos de sus baúles y cedidos por la familia) las Misiones Pedagógicas, el telón que hizo Alberto para La romería de los cornudos La Escuela de Vallecas convive en armonía con la Escuela de París: lo telúrico de Benjamín Palencia, Lekuona, Alberto o Maruja Mallo, frente a la vanguardia de Miró, Ferrant, Picasso, Bores, Gargallo, Manuel Ángeles Ortiz, Julio González... La obra de Picasso vuelve a reencontrarse, en su 75 aniversario, con viejos conocidos junto a los que colgó en el pabellón español de la República del 37 en París. Además de Calder y Alberto, vecinos habituales, se exhiben otras obras que también estuvieron en ese mítico espacio, como Procesión de la muerte de Solana, o Espanto. Bombardeo de Almería de Ramón Gaya. En ambas está la huella de Goya. De ahí que el aragonés se cuele en el CARS con una selección de sus Desastres de la Guerra De hecho, se hizo una edición especial de copias de estos grabados que se vendían en el pabellón. También hay importantes ausencias: el mural perdido de Miró se suple con un destacado préstamo de este artista de la National Gallery de Washington: La estrella fugaz El Museo Stedelijk de Amsterdam acaba de reabrir sus puertas y no ha querido desprenderse de La Montserrat de Julio González. En su lugar, vemos su Máscara de Montserrat gritando Y junto a la maqueta del pabellón, los trece puntos de la Declaración de Principios de la República española, obra de Renau. También tienen su espacio en torno al Guernica el dibujo de guerra satírico (de nuevo Goya, en esta vez con sus Caprichos y el exilio, una deuda pendiente del museo: obras recientemente adquiridas de Remedios Varo y Esteban Francés; Los olvidados de Buñuel... No falta la visión de la Guerra Civil de artistas extranjeros, con potentes obras de David Smith (la serie completa de las Medallas del deshonor Philip Guston Bombardeo Picabia La revolución española y una sala completa con obras de Masson. La muestra se cierra con un documental sobre la muerte de Durruti, con las masas en la calle.

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