ABC CORDOBA 21-08-2012 página 88
- EdiciónABC, CORDOBA
- Página88
- Fecha de publicación21/08/2012
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MARTES 21.8.2012 Editado por Diario ABC, S. L. San Álvaro, 8, 1 3, 14003 Córdoba. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.299 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. 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La concentración de sal en el mar es inferior en comparación con otras costas del sur de Europa y su latitud es casi la misma que la de San Sebastian, aunque llueve menos y el agua es más cálida. La cadena montañosa que rodea a Yalta por el norte en semicírculo, formando un anfiteatro, la protege de los vientos fríos procedentes de Rusia. Lo que se llama la Yalta grande incluye una franja de costa de unos 70 kilómetros que va desde Foros, en donde descansaba Mijaíl Gorbachov en agosto de 1991 cuando le dieron el golpe de Estado, hasta la localidad de Krasnokámenka. Las saludables propiedades de su excelente clima subtropical fueron descubiertas por los médicos rusos en el siglo XIX. El príncipe Vorontsov, cuyo palacio es una de las actuales atracciones turísticas de Crimea y a quien el zar nombró Datos útiles Qué comer: Económicas las Pelménnaya que ofrece los sabrosos pelmeni una especie de ravioli grande con carne, champiñones patata o pescado. Para ver: Recorrer los 80 kilómetros que separan Yalta de Simferópol en trolebús. Jardín Botánico Nikitsky. Tiene más de 50.000 especies. Dónde alojarse: Si el bolsillo lo permite, el Villa Elena o el Oreanda También el Hotel Yalta, el antiguo Intourist, bien situado y muy animado. gobernador de la región, recibió en 1823 el encargo de convertir una aldea como era Yalta en una ciudad- balneario para la familia real y el resto de la nobleza. La ciudad, rodeada de bosques naturales, se llenó además de parques. La mayor parte de los palacetes y mansiones cons- truidas entonces se pueden ver hoy día. La de Vorontsov fue diseñada por el arquitecto británico Edward Blore creador del Buckingham Palace. El insigne novelista ruso Lev Tolstói estuvo en Yalta y se sometió a terapia en sus sanatorios. El escritor estadounidense, Mark Twain visitó la ciudad siendo joven. Sin embargo, el que más tiempo pasó allí fue Antón Chéjov. Su casa se ha convertido ahora en museo. En Crimea escribió varias de sus obras, entre ellas Las tres hermanas y El jardín de los cerezos La acción de La dama del perrito discurre precisamente en Yalta. Los hoteles de alto postín empezaron a erigirse a finales del siglo XIX. El Frantsia (Francia) uno de los más emblemáticos, no existe en la actualidad, pero sí el Oreanda y el Villa Elena inaugurados respectivamente en 1907 y 1912. La residencia de los zares en Yalta era el palacio de Livadia, en donde se repartieron el mundo los primeros mandatarios de Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido, en febrero de 1945. En uno de sus aposentos falleció el zar Alejandro III en 1894. Yalta, tal y como había sido concebida por sus creadores, cambió profundamente tras la Revolución Bolchevique. Sin embargo, los gerifaltes soviéticos recuperaron después la pintoresca localidad como lugar de descanso. Solían pasar allí el verano Nikita Jrushiov, Leonid Brezhnev, Gorbachov y los no muchos ciudadanos de la URSS que a duras penas conseguían cupo en sus centros de trabajo para pasar una semana en las playas del Mar Negro. Yalta es visitada cada año por cerca de dos millones de turistas. cho de cada diez españoles, según las últimas encuestas, se sienten orgullosos de España. Es natural. No es lo mismo perder el trabajo y la casa en España que... en Alemania, sin familia y sin hablar alemán. Que viva España, pues, ahora que los cursis del taurineo ponen cara de estar oliendo una bosta al oír fiesta española acojonados por si eso fuera un invento de Millán Astray, y no de gente como Tierno y Bergamín en época en que los rojos no llevaban sombrero, pero sí corazoncito, como prueba esta perla rescatada por Gregorio Luri: Sentimos nuestras venas inflamadas de entusiasmo por el orgullo de ser españoles. Que eso escribió El orgullo de sentirnos españoles el comunista Jesús Hernández, pretendiente a la sucesión de José Díaz al frente del PCE. Conflicto de españolidad en los toros, por cursis, y por zoquetes, en el fútbol. Los españoles, por ejemplo, no pueden jugar en el Madrid, porque los vendedores triplican sus precios, si el mejor club del mundo, que es español, se interesa por ellos. A los españoles sólo les queda jugar en el Barcelona, donde merced al birlibirloque nacionalista tienen consideración de extranjeros Catalonia is not Spain o en el Athletic, donde, merced al mismo birlibirloque nacionalista, sólo pueden ser españoles de Navarra o españoles de La Rioja, al modo como en la buena cocina regional las fabes sólo pueden ser de El Puntal, o de Fuentesauco, los garbanzos. Cuando los españoles de Navarra o de La Rioja se hartan del entrenador argentino del Athletic buscan colocación en Alemania, y entonces los aficionados les gritan ¡Españoles! e ¡Hijos de p... pues no saben que hoy, como ayer, son españoles... los que no pueden ser otra cosa.