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ABC CORDOBA 29-07-2012 página 79
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ABC DOMINGO, 29 DE JULIO DE 2012 abc. es deportes Di Francesca destrona a Vezzali La italiana se proclamó campeona olímpica de florete femenino e impidió que su compatriota ganara su cuarto oro consecutivo. El hockey se jugará en un campo azul El Riverbank Arena ya está preparado. El tradicional campo verde de hockey ha sido sustituido por un terreno de juego azul. DEPORTES 79 Londres 2012 Mark Cavendish Los chicos están absolutamente desgastados, lo dejaron todo en la carretera y estoy muy orgulloso trono de Phelps El mejor nadador de la historia se queda sin medalla en los 400 estilos mientras su rival logra una victoria incontestable JON AGUIRIANO ENVIADO ESPECIAL A LONDRES NATACIÓN Belmonte, última en una carrera de récord mundial ABC La piscina del Centro Acuático de Stratford fue ayer tarde el centro deportivo del mundo. El primero de los grandes duelos de los Juegos de Londres había despertado una expectación extraordinaria. Era un momento histórico y bien que se notaba. Final de los 400 metros estilos masculinos. Michael Phelps contra Ryan Lochte. Eso decían los carteles. El mayor gigante de la historia de la natación frente al hombre destinado a rebajarlo a su condición de mortal. Las gradas reventaban. Olía a cloro, humedad, sudor y eternidad. Todo estaba preparado, aunque el escenario iba a ser diferente al que todos habían imaginado. La clasificación matinal había estado a punto de provocar una hecatombe. Phelps había ganado su serie con comodidad, con tanta, de hecho, que su tiempo acabó siendo el ocCUARTO tavo, el peor de los finalistas. De modo que estuvo a Pereira y Hagino, punto de quedar fuera de plata y bronce, la lucha por las medallas eran felices. y protagonizar una sorMichael, cuarto, presa histórica. Por la tarde se pudieera víctima de ron sacar conclusiones a lo las leyes de la que se antojó un despiste. vida Sencillamente, Michael Phelps no era Michael Phelps. Su cuarto puesto provocó una enorme decepción entre los miles de espectadores presentes. Era la primera vez que el gran nadador estadounidense se quedaba sin una medalla en una prueba olímpica. Sólo los brasileños y japoneses, seguidores de Thiago Pereira y Kusuke Hagino, eran felices. El resto asistía, con la melancolía propia del caso, a lo que sin duda era el principio del crespúsculo de un competidor inigualable. No fue algo agradable de ver. No suelen serlo las leyes de vida. El tiburón de Baltimore se vio obligado a nadar por la calle 8, un lugar por el que sólo transita en los entrenamienEFE tos. Como Lochte iba por la cinco, la lu- cha no iba a ser un mano a mano, corchera con corchera, como se esperaba. Ambos nadarían sin referencias, probablemente incómodos por la falta de noticias de su rival. Cuando terminaran, su primer gesto sería mirarse entre sí en la distancia antes de dirigir la vista al marcador electrónico. Los pronósticos eran favorables a Lochte, que en lo alto del podio parecía un general romano. La condición de favorito del nadador de Canandaigua no sólo tenía que ver con el hecho de ser el campeón del mundo sino con su nivel de determinación. Dominó la carrera de principio a fin, con una autoridad exultante. Las posibilidades de que Phelps siguiera su ritmo hasta poder llegar a un final apretado comenzaron a desvanecerse en los primeros cien metros mariposa. Se dejó en ellos tres décimas y media, lo que sin duda rompía sus mejores cálculos. Lochte era un torpedo. El neoyorkino aprovechó su dominio en espalda para abrir hueco y llegó al ecuador de la prueba con casi un segundo y medio de distancia sobre el segundo, que todavía era Michael Phelps. No había pulso porque no podía haberlo. El campeón del mundo en 2011 no tenía rival. Era evidente que se iría solo en busca de la medalla de oro de una prueba que encumbra al nadador más completo. Lo peor para Phelps, sin embargo, estaba por llegar. La braza siempre ha sido su punto débil. El campeón de Baltimore se hundió. Thiago Pereira y Husuke Hagino le adelantaron sin dificultades. Phelps recortó distancia, aunque nunca estuvo cerca de las medallas, que el brasileño y el japonés se disputaron hasta la última brazada. Ryan Lotche les observó llegar. También a su amigo Michael, al que le hubiera gustado ver junto a él en el podio, un peldaño más abajo. La nadadora española Mireia Belmonte se quedó sin medalla en la primera final que disputó en Londres, la de los 400 metros estilos. La de Badalona selló la octava posición en una prueba en la que la china Ye Shiwen fijó un nuevo récord mundial (4: 28.43) La plata fue para la estadounidense Elizabeth Beisel y el bronce para la china Xuanxu Li. La catalana, que comenzó muy bien, llevaba el tercer mejor tiempo en la segunda posta, cuando la mariposa le permitía clasificarse entre las mejores y dar a la natación española su primera medalla. Sin embargo, la espalda castigó a Belmonte, que se rezagó con la australiana Rice y acabó en última posición. La nadadora española, de 21 años, aún tiene otras cinco pruebas (200 estilos, 400 y 800 libres, 200 mariposa y los relevos 4 x 200) para intentar conseguir una presea, y así deshacerse del mal sabor de boca de hace cuatro años en Pekín, donde no pudo pelear por el podio al no clasificarse para ninguna final. La otra española que saltó al agua en la jornada de ayer, Judit Ignacio, quedó eliminada a pesar de ganar su serie de clasificación para la final de los 400 metros estilos. En esa prueba, la estadounidense Dana Vollmer batió el récord olímpico de la distancia con 56.25, que estaba en poder de la holandesa Inge de Bruijn desde Sydney 2000 en 56.61. Galería de las mejores imágenes de la primera jornada de los Juegos

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