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ABC CORDOBA 22-07-2012 página 111
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ABC DOMINGO, 22 DE JULIO DE 2012 abc. es estilo ABCdelVERANO 111 ESTAMPAS DE HISTORIA ANDALUZA POR JOSÉ CALVO POYATO La expulsión de los moriscos E ntre los años 1609 y 1614, moriscos, sin embargo, lograron pareinando Felipe III y bajo rar la amenaza que aquella disposiel valimiento del duque ción suponía para sus señas de idende Lerma, se llevó a cabo tidad- -al tiempo que ponía de manila expulsión de los moris- fiesto su deseo de mantener las cos de los dominios de la diferencias con los cristianos viejos- -monarquía hispánica. Una parte im- mediante el pago de un donativo de portante de los expulsados se encon- 40.000 ducados. El acuerdo señalaba traba en lo que hoy llamaos el valle del que durante cuarenta años mantenGuadalquivir y en la época se denomi- drían, sin ser molestados, su lengua, naba los reinos de Sevilla, Córdoba y celebraciones, costumbres e indumenJaén. Allí habían sido asentados al ser taria. desterrados del reino de Granada, desTranscurrido el plazo estipulado en pués de sofocada la rebelión que pro- 1566 y reinando Felipe II el decreto tagonizaron en las Alpujarras entre acerca del abandono de sus formas de los años 1568 y 1571. vida y lengua se hizo efectivo, sin que La cuestión morisca surgió en una en esta ocasión sirviera la oferta de fecha muy próxima a la conquista de una donativo. Felipe II, el nuevo rey, Granada, al obligarse a los mudéjares se mantuvo inflexible en sus propósi- -nombre que se daba a los musulma- tos y la respuesta de los moriscos- -nes que vivían en territorio controla- una minoría en la corona de Castilla, do política y militarmente por los cris- pero en las Alpujarras suponían la intianos- -del antiguo reino nazarita a mensa mayoría de la población- -fue bautizarse o sufrir la expulsión de la una rebelión que tuvo su inicio en la Península. La disyuntiva que se les planteó en 1502, a iniciativa del cardenal fray Francisco Jiménez de Cisneros, violaba de forma flagrante las capitulaciones firmadas por los Reyes Católicos para la entrega de Granada. En ellas se estipulaba el respeto a sus costumbres, creencias religiosas y lengua. La mayor parte de los mudéjares optó por el bautismo, lo que no significaba que abandonasen sus creencias. A partir de ese momento fueron considerados cristianos y se les dio el nombre de cristianos nuevos o moriscos. Años más tarde, en 1526, reinando Carlos I, se les señaló la obligación de abandonar sus costumbres y lengua con el objetivo de acelerar su asiGrabado sobre la expulsión milación en el seno de los moriscos de la comunidad cristiana vieja. Los Navidad del año 1567. La lucha revis- Mediterráneo. A ello se unía el temor tió episodios de inaudita crueldad- -a una natalidad más prolífica que hamuchos sacerdotes fueron martiriza- bía llevado a que, en algunas poblaciodos y las parroquias incendiadas- -y nes, la comunidad morisca fuera cada los moriscos mostraron una capaci- vez más numerosa. En su defensa abodad de resistencia que obligó gaban algunos de los grandes a la corona a enviar a sus señores, titulares de locaunidades de élite, terlidades donde la activiHITO cios de infantería al dad económica de los En 1502,l a mando de don Juan moriscos les reporde Austria para taba pingües benemayor parte de aplastar la rebeficios. los mudéjares optó lión- -verdadera Al final se impor el bautismo, lo guerra- -que se pusieron las tesis que no significaba prolongó por espade los expulsionisque abandonasen cio de tres años. La tas, entre los que se sus creencias derrota de los moencontraba el pariscos significó su detriarca de Valencia, portación en masa del Juan de Ribera y el proreino de Granada para ser pio duque de Lerma. Se diseminados por numerosas decidió, dado su número, una poblaciones con el propósito de faciexpulsión escalonada en los diferenlitar su asimilación. tes reinos, que se llevó a efecto entre El fracaso acompañó al intento. Ni 1609 y 1614, siendo los andaluces los los cristianos viejos estaban por la asi- últimos en ser trasladados a los puermilación ni los moriscos estaban por tos para su embarque al norte de Áfriperder sus señas de identidad. Desde ca. Ignoramos el número de los expullos primeros años del siglo XVII en cír- sados, se apuntan cifras que oscilan culos cortesanos y eclesiásticos se abrió entre 200.000 y los 300.000 y se ha deel debate sobre su expulsión. Se les batido mucho sobre las consecuencias consideraba una amenaza que les atri- demográficas y económicas derivadas buía la posibilidad de actuar como de su expulsión. También sobre los que quintacolumnistas ante un posible ata- lograron evitar la expulsión o cuántos que turco a las costas peninsulares del lograron regresar. ABC

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