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ABC CORDOBA 27-05-2012 página 72
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70 LOS DOMINGOS DE ABC DOMINGO, 27 DE MAYO DE 2012 abc. es ABC BBB tuvo que abandonar. Un par de años más tarde, sin embargo, Don Juan nombró miembro del mismo a Álvarez de Miranda, democristiano y monárquico. El régimen consideraba que el contubernio había perjudicado la candidatura que España acababa de presentar para ser miembro de la Comunidad Europea. Y en algunas concentraciones ante Franco se gritaba: Los de Múnich, a la horca rememoran nuestros interlocutores. Además, se desencadenó contra los asistentes al congreso la represión política más sonada del franquismo, con deportaciones, registros, multas y encarcelamientos. Si no hicieron más, creo que fue por- que vino a España para entrevistarse con Franco una comisión del Movimiento Europeo integrada por tres exministros (un belga, un francés y un inglés) dice Álvarez de Miranda. Reprimendas policiales En cualquier caso, quienes volvieron a España y no fueron confinados en una isla tuvieron que pasar por comisaría, relata Carlos Bru, quien se quedó sin pasaporte y tuvo que ir cada quince días a escuchar las reprimendas de la Policía. Tengo que agradecer que la cosa no fuera a más a la gran ayuda prestada por Pío Cabanillas, quien argumentó en mi favor que era notario, y que nunca se había castigado a un notario, que éramos considerados un cuerpo de orden afirma. EN EL CONGRESO QUE CELEBRAMOS EN MÚNICH CONFLUYERON EL ESPÍRITU DE RECONCILIACIÓN, DE ACABAR CON LA GUERRA CIVIL, Y LA ESPERANZA EUROPEA Hoy, cincuenta años después, Carvajal, Álvarez de Miranda y Bru coinciden en que si no hubiera sido en Múnich en 1962, habría sido en otro momento; tenía que ocurrir porque los españoles no vivían ya un espíritu de resentimiento Además, allí confluyeron el espíritu de conciliación, de acabar con la Guerra Civil, y la esperanza europea dice Bru. A mí- -agrega Carvajal- -me emocionaron las palabras de Madariaga en la sesión plenaria, cuando afirmó que con lo acordado se terminaba la Guerra Civil Y, apoyado por sus compañeros, Álvarez de Miranda sentencia: Lo importante no es solo recordar, sino recobrar el espíritu de Múnich, ese espíritu de consenso que se plasmó en la Constitución, en los Pactos de la Moncloa o en la lucha contra ETA Recuerdos y exposiciones Con motivo del 50 aniversario del Contubernio de Múnich se celebrará este miércoles un acto en el Congreso de los Diputados y, además, en la Casa de América se desarrollarán, el 6 y el 7 de junio, unas jornadas y una exposición, de cuya organización se ha encargado el Ministerio de Asuntos Exteriores. Se hará un recorrido sobre la importancia de aquella cita, los valores que en ella se defendieron y la visión que se tenía desde el exterior. En las sesiones intervendrán el ministro José Manuel- García Margallo; el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo; los protagonistas del Congreso que aún viven, periodistas españoles y extranjeros, economistas, historiadores y cuatro de los ponentes de la Constitución (Gregorio Peces- Barba, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, José Pedro Pérez- Llorca y Miquel Roca) Jaime Miralles, Joaquín Satrústegui, Carlos Suárez (amigo de los deportados) Fernando Álvarez de Miranda y Jesús Barros de Lis, en el destierro de Fuerteventura Confinados durante casi un año en el destierro canario Por L. AYLLÓN L as represalias del régimen contra los participantes en el Contubernio de Múnich no se hicieron esperar. En los días que sucedieron a la reunión, se produjeron detenciones y deportaciones de la mayoría de los implicados, mientras que otros tuvieron que optar por no regresar a España durante algún tiempo, como fue el caso de José María Gil Robles o Dionisio Ridruejo. Pero quizá la medida más significativa fue el confinamiento de nueve de los participantes en el Congreso en unas Islas Canarias que estaban aún lejos de con- vertirse en un apreciado destino turístico. Para ello, lo primero que hizo Franco fue publicar un decreto- ley que suspendía por dos años el derecho de libre residencia, garantizado por el artículo 14 del Fuero de los Españoles. Fernando Álvarez de Miranda relata que, nada más llegar al aeropuerto de Barajas, un comisario de Policía le dio a elegir entre volver al extranjero o ser confinado en una isla: Le dije que no tenía nada de qué arrepentirme, así que no entendía por qué tenía que irme al extranjero, y que estaba a su disposición. Me llevaron a la Dirección General de Seguridad y me metieron en una celda en la que estaba Joaquín Satrústegui. Al poco rato llegó Jaime Miralles, y pasamos allí la noche, hasta que nos llevaron de nuevo al aeropuerto para conducirnos, acompañados por tres o cuatro policías, a Fuerteventura. Nos instalaron en una especie de pensión, donde un día después se nos unió Jesús Barros de Lis En la isla de Lanzarote fueron confinados José Félix Pons y el hotelero balear Juan Casals, mientras que Íñigo Cavero y José Luis Ruiz Navarro tuvieron como destino El Hierro, y Alfonso Prieto, la isla de la Gomera. El confinamiento duró unos once meses, aunque fuimos regresando de manera escalonada. Los últimos en salir fueron Satrústegui y Miralles añade Álvarez de Miranda, quien subraya que, si al principio los habitantes de la isla les recibieron con cierto recelo, después se volcaron con ellos y les dejaban dulces y otros alimentos en la puerta de la casa. Ellos, por su parte, organizaron unas clases para enseñar a leer y escribir a los niños de la isla.

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