Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC CORDOBA 13-05-2012 página 96
ABC CORDOBA 13-05-2012 página 96
Ir a detalle de periódico

ABC CORDOBA 13-05-2012 página 96

  • EdiciónABC, CORDOBA
  • Página96
Más información

Descripción

94 SOCIEDAD DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2012 abc. es sociedad ABC JOSÉ FRANCISCO SERRANO OCEJA POR TANTOS E l agitprop radical defiende hasta la extenuación el principio de contraprograma que algo queda La semana en la que la Iglesia lanza la campaña de la Renta 2012 brotan los IBI, los impuestos municipales y demás familias, en permanente ceremonia de confusión. La comunicación de un principio elemental, la ley del por tantos, la máxima de que todo lo que no se da se pierde, el principio de que la Iglesia multiplica hasta el infinito lo que tiene, corre el peligro de acabar reduciéndose a estética publicitaria. Pongamos tres ideas básicas sobre la mesa: son mejores las historias que las cifras, pese a la fascinación numérica del periodismo; no hay información laica o católica, confesional o atea, solo hay información de calidad, verdadera; y la credibilidad es el principal patrimonio de la comunicación de la Iglesia en la sociedad plural. En esta materia, también en la Iglesia, la credibilidad juega con una variable positiva: la transparencia. El Código de Derecho Canónico pide a los administradores que manejen el dinero como buenos padres de familia, una especie de definición aristotélica. En la televisión americana se emite un programa, titulado Donde Dios llora sobre minorías perseguidas en el que uno de los lemas de enganche dice así: No queremos dinero, queremos robarles el corazón En este tiempo es inevitable hablar de números. En el libro de J. Otaudy y D. Zalbidea, El sostenimiento de la Iglesia católica en España. Nuevo modelo texto que es un antídoto contra frivolidades, Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de asuntos económicos de la CEE, concluye su colaboración con una mirada al futuro en esta materia. Dice que la transparencia informativa, en el plano económico, va a ser fundamental como un mecanismo más de comunicación con la sociedad. Todo esfuerzo en esta dirección es absolutamente necesario Así sea. Isidre Charles, ayer, en la parroquia de Os de Balaguer INES BAUCELLS Animadores En Cataluña son cuatro los laicos que ejercen de animadores de la comunidad en espera de presbiterio Los animadores en espera de presbítero ofician en parroquias catalanas donde no hay sacerdote También mujeres De los cuatro animadores dos son mujeres: una en el obispado de Solsona y otra en el de Tarragona Laicos en el altar de los párrocos JAVIER CABALLERO LÉRIDA Isidre Charles tiene 41 años, ha estudiado Filosofía, ha realizado estudios teológicos en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas y desde el pasado septiembre tiene la titularidad de la parroquia de Os de Balaguer (Lérida) Hasta aquí, todo habitual. Pero ¿qué le hace tan particular? Pues que Isidre no está ordenado como sacerdote. De hecho, no le está permitido oficiar misa. Isidre pertenece a los llamados animadores de la comunidad en espera de presbítero Estas personas, que se sitúan al frente de los ministerios laicales, son laicos que acuden a uno o varios pueblos a actuar como párrocos, vestidos con la túnica blanca de los bautizados, cuando aquel no puede acudir cada domingo a la iglesia por cuestiones de salud. Que el término laico no confunda: los animadores no son ajenos a la fe cristiana, sino que no están consagrados. Y es que tan involucrados están con la religión que profesan, que Isidre lleva ya doce años actuando dentro de estos ministerios laicales. Em- pecé mi andadura como profesor de religión en varias escuelas de la comarca de La Noguera cuando me mudé a su capital, Balaguer cuenta Isidre. Me ofrecieron dar apoyo al capellán de tres pueblos, para que celebrase la misa cuando él se encontraba indispuesto, y no dudé en aceptar confiesa. Desde entonces, Isidre ha dirigido la celebración de la palabra casi semanalmente, sea en uno u otro pueblo. No se le puede llamar misa porque no consagramos, no nos está permitido explica Isidre. ten dos excepciones, siempre con la autorización del obispo: pueden bautizar y casar. Todo pasa por el obispo, al que debemos fidelidad, pues es él quien da el visto bueno para que seamos animadores dice Isidre mientras recuerda agradecido su labor en Os de Balaguer. Fue una familia de uno de los pueblos donde da clase quien le puso en contacto con el cura del municipio. Desde el primer momento hubo una buena relación, e Isidre le reconoce que intercediese a su favor frente al obispo. En el pueblo, los fieles están encantados con su nombramiento. A veces echan de menos al cura y los ritos habituales de la misa, pero no se quejan confiesa. En total, son cuatro los animadores que se encuentran en Cataluña, aunque los otros tres, a diferencia de Isidre, no gozan de la titularidad, sino que sirven de apoyo. Uno celebra la palabra de Dios en un pueblo próximo, Àger. Los otros dos, una en el Obispado de Solsona (Lérida) y otra en el de Tarragona, curiosamente son mujeres. Una de ellas, de hecho, lleva ya 34 años ejerciendo como tal. Isidre señala, para concluir, la importancia de esta figura para perseguir un objetivo todavía no alcanzado: que los laicos asuman más responsabilidades en la Iglesia. Fieles encantados Pueden bautizar y casar Y es que los animadores tienen tres ritos prohibidos: la consagración, la confesión y la extremaunción. Para dar la comunión, cuentan con hostias previamente consagradas por un sacerdote. Por contra, se les permi- Ritos prohibidos Los animadores de la comunidad no pueden consagrar, confesar ni dar la extremaunción

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.