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ABC CORDOBA 13-05-2012 página 80
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ABC CORDOBA 13-05-2012 página 80

  • EdiciónABC, CORDOBA
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78 LOS DOMINGOS DE ABC DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2012 abc. es ABC Dúo dinámico POR M. S. Cantantes de éxito en cinco décadas Perfectos representantes del que escogieron como nombre artístico, Manuel de la Calva y Ramón Arcusa siguen en la brecha con setenta y cinco años cumplidos. El dinamismo del Dúo (puesto a prueba con una grave enfermedad que Manolo superó) no decae y, después del disco que lanzaron al mercado la pasada Navidad Somos jóvenes ahora tienen por delante una intensa agenda de conciertos; el próximo, mañana en Alcobendas. Ramón tiene claro por qué continúan juntos sumamos, por separado no y es admirador confeso de la mentalidad americana, que no cree en el concepto de vejez. Y Manolo explica sus Máximo García Padrós Cirujano jefe de Las Ventas POR M. SÁNCHEZ ¿Podría haber sido Máximo García Padrós algo diferente a cirujano jefe de Las Ventas? Cumplidos los 68, apunta que difícilmente habría escogido otro camino: Mi padre, Máximo García de la Torre, fue siempre cirujano en la plaza. Ya trabajaba allí en 1943, el año en que yo nací, así que desde mis primeros días de vida ya iba con mi madre a los toros... Él ha sido su sucesor y, tras 27 años como cirujano jefe de la plaza más importante del mundo, sigue en el tajo, superada la edad oficial de jubilación: Hoy por hoy me compensa, man- tengo la ilusión y me encuentro en buenas condiciones físicas Por eso está buscando una transición suave hacia una futura retirada: Como ahora mi hijo trabaja también en el equipo, es él quien va haciendo, y yo superviso dice, a la vez que adelanta que cuando se retire de primera línea se mantendrá en activo con conferencias y otras actividades, porque mi experiencia resultará útil Tiene muy claro por qué sigue: Es un ejercicio mental saludable continuar en activo en un trabajo como el de cirujano, en el que siempre tienes que estar estudiando y aprendiendo nuevas técnicas. Aunque seguro que muchos por ahí estarán diciendo ¿qué hace ahí todavía ese carcamal? yo, por ahora, no desisto García Padrós: Es saludable seguir en activo Dúo Dinámico: Continuamos por nuestro éxito Begoña Zunzunegui: No concibo la vida sin trabajo BBB los amigos para cenar este sábado por si acaso a tus hijos se les va a antojar ir al cine y dejan a sus niños a tu cargo sin avisar antes ni acompañarlos tampoco con una mala pizza para evitar que prepares la cena. Te vuelves lo que se llama un yoya Yo, ya... para qué. Ya para qué dedicarte a tener un tipazo, abrirte cuenta en Twitter, aprender artes marciales, recorrer Europa en tren... cualquier cosa de las que nunca vimos aficionarse a nuestros mayores. Y, lo peor de todo, te resignas. Ya eres mayor y lo único que tienes que hacer de aquí hasta el día que te mueras es lo que los demás han decidido que deberías hacer. No lo que a ti te gusta. Ser una yoya Bueno. Pues yo no quiero vivir así. Y en este libro voy a explicar por qué. Primero lo voy a explicar en solo siete palabras: porque soy mayor. Pero no tan mayor. Y dicho esto, paso a explicarme en detalle. Sé que soy mayor. Pero no tanto como para dejar de hacer la mayor parte de las cosas a las que me dedico, claudicar de todas mis aspiraciones pasadas y abrazar una vida pasiva. Supongamos que me retiro: aunque me siga levantando a las ocho de la mañana, para no volverme holgazana. Desayuno, me voy a andar por la Dehesa de la Villa, hago una hora de clase de taichi, y a partir de las once, ¿a qué me dedico? Es la pregunta con la que respondo a todos los que primero me preguntan a mí: ¿por qué no te jubilas? Todavía no he encontrado a nadie que me responda, no ya de manera convincente, sino con cual- quier argumento medio aceptable. No soy tan mayor. Según las estadísticas oficiales, la mujer española tiene una expectativa de vida de 84 años, la más longeva del mundo después de la de Japón. Pero si llegas como yo a los 65 años vivita y coleando, entonces te esperan otros 21,77 años más. Es decir, me toca morirme en el otoño del año 2032. ¡No queda nada! Y se trata de la media. Si continúo andando una hora al día, no como grasas animales ni saturadas y sigo controlando con pastillas la arritmia con la que late mi corazón, puedes pasar de los 90 a menos que te caiga una teja en la cabeza me dice mi amigo y gran médico Eduardo Villoria Miro las estadísticas al revés y me animo muchísimo. Lo más probable es que me queden por vivir más años de los transcurridos desde que cumplí 43 hasta la actualidad. Un

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