Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC CORDOBA 10-04-2012 página 24
ABC CORDOBA 10-04-2012 página 24
Ir a detalle de periódico

ABC CORDOBA 10-04-2012 página 24

  • EdiciónABC, CORDOBA
  • Página24
Más información

Descripción

24 CÓRDOBA MARTES, 10 DE ABRIL DE 2012 cordoba. abc. es ABC TRIBUNA ABIERTA DEFORMACIONES ADMITIDAS POR JULIO ALMEIDA Hay que preguntar cómo pueden tantos jóvenes parados convivir con padres acaso sujetos a una extraña cláusula de ultraactividad, que es contraproductiva para ambas partes; mejor dicho, para todos n cuadro comparativo que deja pocas dudas, los medios comunican los desequilibrios macroeconómicos que nos afligen en España en este momento y en Andalucía un poco más; dudas que se aclaran cuando escribe Juan Velarde en ABC. Son desequilibrios que nos ha infligido un Gobierno socialista seducido por un campeón de la inania, capaz de abatir en pocos años la curva de crecimiento que merecíamos los atareados españoles desde 1959, que ya es decir. Aunque retrasados y sin plan Marshall, de 1960 en adelante trabajamos aún más duro para subirnos al carro de los treinta años gloriosos europeos- -1945- 1975- -y después, ya en Monarquía parlamentaria, la convergencia se aceleró prodigiosamente. Pero ahora la Comisión Europea nos equipara con Chipre, porque España suspende seis de diez asignaturas. Y lo peor es el paro sobresaliente que mantiene a nuestros jóvenes perplejos y distraídos entre unos padres pluriempleados y un botellón que empieza cada jueves con puntualidad española, porque, prohibido y todo, se ha vuelto derecho imprescriptible para muchos. ¿De dónde ha venido el pantano, inflexión o como quiera llamarse, en que nos encontramos? ¿Por qué los quiceañeros andaluces permanecen sumidos en la escala internacional que mide PISA cada trienio: menos excelencia y más abandono? Adoptemos el punto de vista microsociológico y espiguemos pequeñas concausas posibles. Hoy somos diferentes porque hoy somos Europa nos anuncia la Junta de Andalucía cuando subimos al AVE esplendoroso. Sí, pero a tan ambigua afirmación se puede replicar que los europeos que nunca hemos dejado de ser, desde Grecia y Roma, no necesitan la matraca musical que nos aturde de entrada- -al entrar en suelo español- y que siempre nos acompaña, como si estuviera ahí para garantizar la mala inteligencia. ¿Eh? Más que hilo musical, como se dice, parece barullo del demonio. O si va uno a la estación a aparcar, cuando arrima el coche a la pared en la glorieta de las Tres Culturas, en aparcamientos de ayer mismo, constata con pena que coches corrientes no caben en el trazado minúsculo. Eso se llama en español no estar en sus cabales. Pasemos al embrujo de la noche, que por perezoso asentimiento, se ha consensuado en medio de la duermevela general. Dormir una hora menos de lo necesario (el puntito menos de Bretón de los Herreros, a quien José María Valverde sitúa al servicio de la vulgaridad tiene mucho que ver seguramente con los varios puntos que nos faltan para llegar a la aurea mediocritas de la OCDE. Y los horarios grandes se rebajan luego mediante puentes arrítmicos que resultan carísimos y nos alejamos de la cifra oficial de 14 días festivos. Aberración y picaresca juntas en raro contubernio. Y aun sin pensar en el mundo feliz del novelista inglés, ¿qué pintan esos reglamentos que retardan las cosas? Hemos de contar dos convocatorias a sabiendas de que ninguna vale al fin, ni siquiera la segunda; de suerte que el tiempo se dilapida sin misterio. Qué más. Los nombres de nuestras calles no caben en la ficha del estudiante ni en sobre estándar. No cabe Doctor Julián Ruiz Martín Escritora Cecilia Böhl de Faber o Avenida Ronda de los Tejares bello rótulo por cierto, quitando un elemento- -o ronda o avenida- que el uso quiere dejar en escuálido y feo Tejares ¿Y cómo una calle cambia de nombre un poco más allá? El taxista se extravía. Y si los taberneros no se enfadan, ¿por qué dos nombres para una sola taberna? Ya nos equivocaremos cuando bebamos. ¡Oh, manes de la Colonia Patricia Corduba! E Así las cosas, huelga preguntar por qué los pisos se cierran y las calles se agitan el año entero como si no hubiera nada que hacer, fuera del ruido. Hay que preguntar cómo pueden tantos jóvenes parados convivir con padres acaso sujetos a una extraña cláusula de ultraactividad, que es contraproductiva para ambas partes; mejor dicho, para todos. ¿A quién o a quiénes aprovechan tantas deformaciones que se admiten pero no son admisibles? Hace tres siglos y medio, en El criticón Gracián nos vio así: Parcos en el comer y sobrios en el beber, pero superfluos en el vestir. Abrazan todos los extranjeros, pero no estiman los propios. No son muy crecidos de cuerpo, pero de grande ánimo. Son poco apasionados por su patria, y trasplantados son mejores ¿Qué queda de todo esto? Aunque bajos hasta anteayer, ya hemos crecido; pero hemos dejado de ser parcos y sobrios y en Córdoba bebemos tanto y comemos tan bien que adolecemos de la tasa de obesidad más alta de España. JULIO ALMEIDA ES PROFESOR DE SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN EN LA UCO

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.