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ABC CORDOBA 23-03-2012 página 12
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12 OPINIÓN AD LIBITUM PUEBLA VIERNES, 23 DE MARZO DE 2012 abc. es opinion ABC MANUEL MARTÍN FERRAND TODO UN AÑO Es preciso regular el tráfico de excedencias en los grandes cuerpos del Estado, especialmente en la judicatura L O mejor del 25- M, aparte del efecto regenerador que puede tener para Andalucía, es que abre la perspectiva de todo un año sin ningún proceso electoral. Votar es el más sano de los ejercicios democráticos; pero, como decía mi abuela, no es deseable la sobredosis ni de agua bendita. Aquí votamos en demasía y, como elegimos siglas en lugar de personas- -uno de los precios que hubo que pagar por la Transición- los comicios tienen menor poder de higiene y depuración del que presentan en otras latitudes. Durante ese año de tregua electoral, en el que se amontonará el trabajo de la reanimación económica nacional, los grandes partidos, y los menos grandes que manifiestan deseo de progreso en todo el Estado y no solo en la parcela de su fervor secesionista, debieran aprovechar para, con poco ruido y muchas nueces, establecer un gran pacto anticorrupción. Según dice Fernando González Urbaneja, vecino en estas páginas y analista de precisión, ni el PP ni el PSOE parecen sentirse concernidos por los hechos delictivos, escandalosos y bochornosos aflorados del Gobierno Matas como de la gestión socialista en la Consejería de Trabajo de Andalucía Ambos grupos, siguiendo la más tradicional técnica del despiste, miran hacia otro lado y, según los usos domésticos anteriores a la aspiradora, esconden la basura debajo de las alfombras. Pero la realidad está ahí. No es cosa de echar carreras para saber si hay más corrupción y ligereza en las filas del puño y la rosa o en las de la gaviota. De lo que debiera tratarse es de erradicar la existente y exigir las responsabilidades civiles y penales que correspondan a los corruptos y aventar las políticas que son de los partidos. Hay que solemnizar el arrepentimiento y certificar el propósito de la enmienda. La ley de transparencia que, presumiblemente, hoy alumbrará el Consejo de Ministros puede ser una buena pauta para ese trabajo de higiene profunda que necesita nuestra democracia y exige, con creciente indignación, la ciudadanía, harta de la impunidad con que cursa la mayoría de los casos en curso y crispada porque no se cumple la enseñanza del viejo Catecismo del padre Astete: No se perdona el pecado mientras no se restituya lo robado Es preciso, también, regular el tráfico de excedencias en los grandes cuerpos del Estado, especialmente en la judicatura, que contamina la futura independencia de quienes las disfrutan y, en general, debe pretenderse que la decencia sea una exigencia de ejemplaridad entre quienes son nuestros representantes y ocupan los cargos públicos. Hoy no es así. Tenemos todo un año para tratar de que llegue a serlo. PERDONEN LAS MOLESTIAS ARIS MORENO IDEAS SIMPLES, ATASCOS COMPLEJOS ¿Qué ocurre para que un proyecto barato y eficiente como el carril bici a Rabanales no acabe de ver la luz? F IJÉMONOS en algunos datos simples. La distancia que separa la Avenida de Carlos III y el Campus de Rabanales no excede de los tres kilómetros y medio. En ese trayecto, una bicicleta emplearía menos de 20 minutos a un ritmo de pedalada normal. Si cada día acceden a la ciudad universitaria unos 3.200 vehículos, según un estudio del Servicio de Protección Ambiental (SEPA) el ahorro sólo en gasto de combustible ascendería a un millón de euros al año, casi el doble del coste total de la ejecución del carril bici a Rabanales. A diario se desplazan a los polígonos industriales de Las Quemadas y Tecnocórdoba, situados en las inmediaciones del campus universitario, más de 30.000 vehículos. Si se lograra reconducir al 30 por ciento de ellos hacia la movilidad sin motor, el ahorro en términos estrictamente económicos se elevaría a los tres millones de euros, cinco veces el coste del proyecto del carril bici. Sólo en clave puramente crematística, la rentabilidad de la vía alternativa a Rabanales supera en más de seis veces al coste de su ejecución. Los beneficios en el orden medioambiental, mejora del tráfico rodado, salud pública, polución acústica o impacto visual, por citar sólo algunos ejemplos, los dejamos a consideración individual. Veamos más datos simples: en Europa, este viejo y falso debate está superado desde hace décadas. Allí, el uso de la bicicleta es, ante todo, un signo de civilidad. Observemos algunas cifras. En España, el 4,4 por ciento de la población es usuaria habitual de este tipo de medio de transporte. En Dinamarca, ese número se dispara hasta el 50,1 por ciento. En Holanda, es el 65,8 por ciento de los ciudadanos quienes utilizan la bici para el transporte urbano. Pero vengámonos más cerca. La revolución ciclista de Sevilla ha logrado una transformación sin precedentes en un periodo muy corto de tiempo. En apenas cuatro años, el uso de este medio silencioso y saludable se ha multiplicado por diez. En efecto, hemos dicho por diez. De 6.600 usuarios a 68.261, según un muestreo realizado en 2010. Hablamos, por cierto, de desplazamientos en días laborables. O sea, trayectos practicados como medio de transporte habitual. Detrás de este milagro urbano se encuentra una política decidida de carriles bici y zonas peatonales. Ahora hagámonos una pregunta simple: ¿qué ocurre para que un proyecto eficiente y barato no acabe de ver la luz? Sólo sabemos que el carril bici a Rabanales, impulsado en 1986, se encuentra atascado en alguna tubería de la administración. En la vida, las cosas pueden circular con naturalidad o atascarse en una cañería de la burocracia. En ese caso, una idea sencilla se convierte en un embrollo de tres pares de narices. Y en eso estamos. Sabemos que el proyecto recibió una subvención de la Junta a finales de 2010. Sabemos que se anunció su puesta en marcha para la apertura del curso 2011. Sabemos que no se inauguró para la apertura del curso 2011. Sabemos que fue adjudicado a una unión temporal de empresas en julio de 2011. Sabemos que el proyecto ha vuelto a topar con un penúltimo trámite en Urbanismo. Y sabemos que si no comienzan las obras en un plazo prudente habrá que devolver la subvención a la Junta. Lo cual qué quieren que les diga. amvillafaina gmail. com

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