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ABC CORDOBA 13-02-2012 página 12
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  • EdiciónABC, CORDOBA
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12 OPINIÓN SALA DE ESPERA PUEBLA LUNES, 13 DE FEBRERO DE 2012 abc. es opinion ABC FRANCISCO JOSÉ JURADO HERMANOS DE SANGRE Los países democráticos se han marchado de Damasco. No estaría de más que Córdoba diese un aldabonazo C UALQUIER persona que haya tenido una mínima relación con las Fuerzas Armadas; que guste y disfrute con la historia de los ejércitos, o que conozca someramente los usos y costumbres de la milicia a lo largo de los siglos, sabe perfectamente que incluso en la más cruel y puñetera de las guerras, hay unas reglas, unos códigos no escritos que los contendientes deben cumplir y procurar no saltarse. Uno de esos códigos dicta que no se pueden bombardear los hospitales ni las zonas de refugio de la población civil; en especial si esa población está desarmada o la componen mayoritariamente niños y o ancianos. Pues bien, estos días vemos cómo un tirano está vulnerando sistemáticamente dichas reglas bombardeando a su propio pueblo. En sus casas, en los hospitales, en las calles por donde deben transitar para buscar agua o el pan... Un tirano llamado Bashar Al- Asad, que, aunque sea portada de las noticias internacionales, tiene más relación con nosotros de lo que en un principio podríamos creer, no en vano nuestra ciudad está hermanada con su centro de poder, Damasco. Soy consciente de que los hermanamientos entre ciudades tienen más que ver con la cortesía diplomática o protocolaria que con otra cosa y que, por regla general, hay que aceptar a quien te solicita tal honor (como en el Facebook) Es decir, que obligan a muy poco desde el punto de vista político, y que Córdoba hizo bien vinculándose con la que fue capital del califato original, sólo sea por razones históricas. Dicho lo cual, las circunstancias actuales deben hacer que nos replanteemos con quién queremos salir en la foto, pues la única hermandad posible con este tipo de regímenes es la hermandad de sangre. Y aunque desconozco los mecanismos para hacerlo, creo de justicia que una ciudad que presume de tolerancia y cultura no puede estar hermanada con la capital de un Régimen dictatorial y hereditario que asesina a su propio pueblo, y que quizás no fuera mala idea por parte del Consistorio suspender ese hermanamiento a la espera de tiempos mejores. Porque no es mi hermano el que dispara. No es mi hermano quien reprime. Ni el que sojuzga al débil. Yo no quiero ese tipo de hermanos en la familia de ciudades con las que Córdoba mantiene estrechos lazos y vínculos afectivos. Todos los países democráticos se han marchado ya de Damasco. Lo han hecho por motivos políticos o económicos. No estaría de más que Córdoba diese un aldabonazo moral basado en la ética. En la ética y en la estética. Con según qué gente... ni a la puerta de casa, oiga. EL ÁNGULO OSCURO JUAN MANUEL DE PRADA TRABAJO Defraudar al trabajador en su jornal es un pecado que clama al cielo H ACE casi un siglo, Chesterton, analizandola obra deAldous Huxley Un mundofeliz, dondese nosdescribeunasociedadfutura sometida a un feroz proceso de alienación, escribía: -Pero esta misma obra se está realizando en nuestromundo. Songentedeotra clasequienes lallevan a cabo, en una conspiración de cobardes. Nunca se dirá lo suficiente que lo que ha destruido a la familia en el mundo moderno ha sido el capitalismo. Sin duda podría haberlo hecho el comunismo, si hubiera tenido una oportunidad fuera de esa tierra salvajey semimongólicaen la queflorece actualmente. Pero, en cuanto a lo que nos concierne, lo que ha destruido hogares, alentado divorcios y tratado las viejas virtudes domésticas cada vez con mayor deprecio, han sido la época y el poder del capitalismo. Es el capitalismo el que ha provocado una lucha moral y una competencia comercial entre los sexos; el que ha destruido la influencia de los padres a favor de la del empresario; el que ha sacado a los hombres de sus casas a la busca de trabajo; el que los ha forzado a vivir cerca de sus fábricas o de sus empresas en lugar de hacerlo cerca de sus familias; el que ha alentado por razones comerciales un desfile de publicidad y chillonas novedades que es por naturaleza la muertedetodolo quenuestrasmadresynuestrospadres llamaban dignidad y modestia. Chestertondefiníaelcapitalismocomouna conspiración de cobardes porque tal proceso de alienación social no lo desarrolla a las bravas, al modo del gélido cientifismo comunista, sino envolviéndolo en coartadas justificativas más o menos merengosas (pero con un parejo desprecio de la dignidad humana) Lo vemos en estos días, en los que se nos trata de convencer de que una reforma laboral que limita las garantías que asisten al trabajador en caso de despidoonegociaciónde suscondicioneslaborales... ¡favorecela contratación! Esalgotanilógico (ocínicamente perverso) como afirmar que el divorcio exprés favoreceel matrimonio, oque laretirada devallas favorece la propiedad; pero el martilleo de la propaganda y la ofuscación ideológica pueden lograr que tales insensateces sean aceptadas como dogmas económicos. Lo que tal reforma laboral favorece es la conversióndeltrabajador enun instrumentodelque sepuede prescindir fácilmente, para ser sustituido por otro que esté dispuesto a trabajar- -a modo de pieza de recambio más rentable- -en condiciones más indignas, a cambio de un salario más miserable. Pero todaafirmación ilógica encierrauna perversión cínica: del mismo modo que de un divorcio se pueden sacar dos matrimonios, de un despido también se pueden sacar dos puestos de trabajo (y hasta tres o cuatro) basta con desnaturalizar y rebajar la dignidad de la relación laboral que se ha roto, sustituyéndola por dos (y hasta tres o cuatro) relaciones degradadas, en las que el trabajador es defraudado en su jornal. Y defraudar al trabajador en su jornal es unpecado que clama al cielo; lo recordaba todavía Juan Pablo II en su encíclica Laborem exercens. Lo que subyace en esta reforma laboral es la conversióndel trabajo en un mero instrumento de producción en donde se quiebra el principio medular de la justicia social, que establece que el trabajo es siempre causa eficiente primaria, mientras el capital, siendo el conjunto de los medios de producción, es sóloun instrumentoo causa instrumental (Laborem exercens, 12) La quiebra del orden social del trabajo, la conspiración de los cobardes que avizorase Chesterton hace casi un siglo, prosigue implacable sus estrategias. Y llegará, más pronto que tarde, la venganza del cielo.

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