ABC CORDOBA 27-01-2012 página 49

ABC VIERNES, 27 DE ENERO DE 2012 abc. es ABC delOCIO 49 Más Edgar que Hoover J. EDGAR L Dirección: Clint Eastwood. a invitación es apasionante: el hombre que lo supo todo, J. Edgar Hoover, visto por el hombre que lo sabe casi todo, Clint Eastwood. La figura que creó, organizó y exprimió el FBI durante medio siglo, varias guerras y más de media docena de presidentes de los Estados Unidos, en manos de un cineasta capaz de despellejar la ley, la justicia, la música, el poder, la venganza o el amor... Una biografía tan enérgica y resistente de la que, en realidad, solo se saben retazos, que Eastwood maneja hasta dejar no una imagen del personaje, sino su sombra: antisemita, racista, calculador, tozudo, gay y con la inteligencia y el valor suficientes como para ser al tiempo una amenaza y un seguro. Eastwood escoge dos caminos arriesgados; el primero es el de la pasión, y el segundo, el de la memoria. El propio Hoover, yaanciano, relata su historia, y esa historia está apoyada esencialmente en su relación con su madre, con su colaborador y amante y con su fiel secretaria. Dicho lo cual, es un milagro que a pesar de ello asome un retrato tan frío y sórdido del personaje. Y esto origina las dos grandes pegas a esta película impecable: se queda en segundo plano lo esencial (Kennedy, Nixon, Luther King... y la necesidad de un maquillaje terrible, que banaliza la gran interpretación de DiCaprio, pero, sobre todo, que llega casi al ridículo en el personaje de su amante, Clyde Tolson, que interpreta sin alma Armie Hammer. Judie Dench y Naomi Watts, en cambio, bordan su desmesurado trapo. O. R. MARCHANTE John Edgar Hoover: información poder Dentro del casi obsesivo equilibrio de poderes en Estados Unidos, John Edgar Hoover (en la imagen, metralleta en mano) fue una excepcional aberración al ser capaz de retener la jefatura del FBI durante casi medio siglo, hasta su muerte el 2 de mayo de 1972. Al hilo de uno de los mayores escándalos de corrupción (Teapot Dome) en la política americana, este joven abogado logró en 1924 hacerse con las riendas de la incipiente agencia policial establecida dentro del Departamento de Justicia. Hoover fue el que transformó al FBI en lo que es hoy el FBI, elevando el nivel profesional de sus agentes, multiplicando sus recursos y aplicando tácticas tan llamativas como la lista de los diez fugitivos más buscados. Una expansión correspondida PEDRO RODRÍGUEZ con legendarios éxitos en la lucha contra los enemigos públicos de la época. Durante su mandato de por vida, con independencia de quién ocupase la Casa Blanca, Hoover demostró también un especial talento a la hora de crear y explotar una sofisticada maquinaria de relaciones públicas y autobombo. Aunque su excepcional longevidad como director del FBI hay que buscarla en el programa de espionaje doméstico impulsado tras la Segunda Guerra Mundial con la excusa de mantener a raya a comunistas y degenerados morales Su afán por acumular dosieres confidenciales sobre políticos y toda clase de personas relevantes demuestra que la información es poder. Y cuanto más incómoda sea esa información, más poderosa.