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ABC CORDOBA 04-01-2012 página 63
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ABC MIÉRCOLES, 4 DE ENERO DE 2012 abc. es cultura CULTURA 63 De la raíz a la vanguardia BMANOLO SANLÚCAR Tengo a Enrique de Melchor considerado como uno de los grandes. Era un poco más joven que aquella generación en la que estábamos Serranito, Paco de Lucía y yo, que tenía siete años más que él. Pero cuando nosotros empezamos esa lucha de reivindicación de la guitarra para ponerla como solista y para su enriquecimiento armónico, a pesar de que la diferencia de edad se notaba mucho, Enrique se sumó. Él, al que en principio podría bastarle con la herencia que traía de su padre, decidió buscar una guitarra moderna. Su padre, Melchor, era para mí uno de los grandes de la historia, tenía un toque tradicional con mucha personalidad. Pero Enrique, viniendo de ahí, no se conformó. Empezó a caminar en un terreno de contenidos, de armonías, en un nivel superior al acecho de la guitarra flamenca que buscábamos y que tratábamos de construir. Él se sumó a esta historia y para mí es uno de los guitarristas más significados de la segunda mitad del siglo XX, con unas ambiciones muy favorables y necesarias para la guitarra flamenca. Lo que más me llama la atención es su posición ante la guitarra, como se sitúa, con qué cabeza. Para mí eran muy importantes sus ambiciones de enriquecimiento guitarrístico. Porque genialidad individual ya había mucha. Si hablamos de nuestros mayores, teníamos la genialidad de Ramón Montoya, el Niño Ricardo, Sabicas, Esteban de Sanlúcar, Diego del Gastor... Todas eran personalidades muy independientes, de una naturaleza musical con mucha personalidad. Eso denotaba riqueza de individuos, pero había poco desarrollo de la cultura guitarrística. No había una ambición común, que luego se produjo en nuestra generación. El mundo de la música estaba muy desarrollado pero nosotros estábamos muy retrasados. Y cuando Enrique entra en esa lucha, no entra como guitarrista independiente que hace sus detalles a lo mejor agitanados y de una guitarra tribal. Por el contrario, él se suma a la evolución de la guitarra flamenca y por eso puede considerarse un grande, porque asumió su cultura desde la nobleza de defender la tradición al tiempo que ayudaba a integrar nuestra música en la modernidad. MANUEL RÍOS RUIZ Wert compara la ley antidescargas a la lógica penal contra las drogas S. G. MADRID E MAESTRÍA el arte jondo, y en la música española, a costa de imponer una estética en la que siempre primó el disfrute. El propio Enrique lo contaba así: Siempre digo a la gente que disfrute tocando. Tienes que pasártelo bien y, además, dedicarle mucho tiempo, porque la guitarra es algo muy exigente. Pero es imposible llegar lejos si no consigues disfrutar tocando Él lo logró desde que el Nani le puso su primera falseta en Los Canasteros y, con apenas 15 años, Caracol se acercó a él y le preguntó: ¿Estás preparado para tocar? Enrique recordaba, cada vez que contaba sus batallitas, que me puse colorado, me quería morir pero le dije que sí Entonces el maestro Manuel Ortega le respondió solemnemente: Te conseguiremos un traje, mañana es tu debut De ahí pasó a recorrer Japón y Europa con Paco de Lucía y a ofrecer su toque al cante de La Perla, Pansequito, Fosforito, Chiquetete, Enrique Morente, Carmen Linares o Rocío Jurado, de la que no se separó hasta la muerte de la chipionera. Sin embargo, su torrencial personalidad en el arrope de los cantaores quedó especialmente impresa en los discos que hizo junto a José Menese al amparo del pintor y poeta Francisco Moreno Galván. O en su participación en la gran obra Persecución del Lebrijano, donde le acompaña junto a Pedro Peña por galeras, un estilo nuevo Japón con Paco de Lucía creado en aquel disco que revolucionó el flamenco en los setenta. Portodoello, podríadecirseque Enrique era un egregio solista que satisfacía los anhelos de su enorme afición por el cante arrimándose a las mejores voces de su tiempo. Y aunque había grabado ensolitario variascosasya, en 1988 decidió iniciar una carrera discográfica que hoy resulta ineludible para cualquiera que ame con rigor la guitarra flamenca. Suprimeraobra, Bajolaluna publicada en 1988, incluye una soleá dedicada a su padre que es una de las joyas de la músicajonda. Después vinieron La nochey eldía (1991) undisco en elque colaboraron con su cante José Menese, José Mercé y Vicente Soto Sordera Sin embargo, su auténtica estética está plasmada con rotundidad por primera vez en Cuchichí (1992) donde muestra sus raíces asentadas sobre el toque de su propia casa, de Montoya y de Ricardo- -con aires de su idolatrado Mario Escudero- pero con aperturas rítmicas y armónicas que por entonces sólo estaban al alcance de Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y pocos más. Añosdespués, en 2005, recopiló algunas de sus más doradas composiciones, como la bulería Plaza Ducal cuna de los melchores de Marchena. Enrique era el menor de los seis hijos de Melchor, ambos dos tesoros de la guitarra gitana que ahora andarán ensayando aquel arabesco inmenso que grabaron para Ariola en el 73 y que hoy es el himno de una forma de tocar la guitarra que ya está bajo tierra. l hecho de ser hijo de un tocaor de verdadera entidad, Melchor de Marchena- -el del pulgar de oro, según sus coetáneos- suponía para Enrique de Melchor un reto desde que, siendo muy niño, decidió seguir los pasos de su padre. Y lo hizo poniendo el alma en conseguir distinción artística. Y, así fue, cuando con quince años solamente, el patriarca Manolo Caracol lo presentó en su tablao. Enrique de Melchor dejaba patente que se sabía la lección de punta a cabo, estilo por estilo, intercalando falsetas heredadas, las que le enseñó El Nani y las que él se venía inventado conforme se hacía más dueño de su sonanta. Enrique de Melchor ha tenido una trayectoria ideal para llegar a la maestría en su quehacer gustoso, dicho juanramonianamente. Su estadía en los tablaos, tocándole tanto para cantar como para bailar a primeras figuras, cada una con sus maneras y repertorios, supuso una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Después, tuvo la oportunidad de acompañar a Paco de Lucía en una gira de conciertos, despertándole el deseo de componer y de ofrecer recitales. Algo que le sirvió para demostrar fehacientemente su personalidad y maestría interpretativa, tan rica y bella. Sí, Enrique de Melchor, dentro del panorama contemporáneo de la guitarra flamenca, es una indiscutible primerísima figura en sus diversas facetas: compositor, solista y acompañante. Sus composiciones tienen la virtud de la justeza; medidas en su duración, para que el tema o el leitmotiv no se diluyan, ni tampoco resulte reiterativo, dejan en quien lo percibe una impresión sencillamente inolvidable. Y su sentida muerte supone una importante pérdida para el panorama actual del arte flamenco. Cabal entre los cabales, Enrique de Melchor queda en el devenir del género como un espejo en que pueden mirarse los nuevos profesionales de la guitarra flamenca. Su personalidad a raudales y su maestría indiscutible quedan registradas para siempre en su excelente discografía. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, afirmó ayer que el decreto que desarrolla la ley Sinde contra la piratería sigue la lógica penal contra la drogadicción, es decir, se persigue al que trafica, pero no al que consume Así lo ha indicado Wert en declaraciones a Carlos Herrera, recogidas por Efe, en las que se ha referido a la decisión del Consejo de Ministros de suprimir el canon digital y regular, en cumplimiento de la ley Sinde, la Comisión de Propiedad Intelectual para proteger los derechos de los creadores frente al expolio de las páginas de internet de descarga ilegal de contenidos. El ministro recordó que hay países en los que directamente se actúa contra los usuarios que toman sin permiso la propiedad intelectual que no le corresponde, mientras que el decreto aprobado el pasado viernes actúa únicamente contra aquellos que producen el expolio de los derechos de propiedad intelectual de los autores, y no contra los usuarios Esta regulación nos coloca simple y llanamente en el terreno de los países que respetan y hacen respetar la propiedad intelectual al igual que la propiedad material. Un país que aspira a ser un referente de la cultura global no puede permitirse ser un país que desconoce los derechos de los creadores culturales Ayer también, durante la toma de posesión del nuevo subsecretario de Estado de Educación, Cultura y Deporte, Fernando Benzo, se refirió Wert a la difícil situación económica que atraviesa el país, aunque su ministerio no ha sido el más desafortunado en el reparto refiriéndose a los recortes presupuestarios que ha provocado ya el reajuste de algunos departamentos. Un momento difícil para asumir retos, algo que ha hecho Benzo, en unas circunstancias con recursos más justos pero en el que estamos más sobrados en valores y en el que espera exista un mayor rigor si cabe Subrayó por último que su departamento exprimirá hasta el último céntimo del último euro Benzo, por su parte, aseguró que se enfrentaba a esta nueva etapa con ilusión, optimismo y esperanza. Algo que quiero trasladar a todos los trabajadores a los que realizó una petición: lealtad y vocación de servicio Subrayó además el papel fundamental de la educación y la cultura en la sociedad en un momento de crisis, una crisis fundamentalmente de valores

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