ABC CORDOBA 25-05-2008 página 48

46 CÓRDOBA DOMINGO 25 s 5 s 2008 ABC Tomás Egea, en el estudio donde trabaja en su vivienda en Córdoba Nacemos para hacer cosas bellas Tomás Egea s Pintor Accedió al universo del arte por la ingeniosa puerta del tebeo. Ha sido ilustrador, dibujante prolífico, pintor y decorador, cuando la coyuntura lo exigió, y ha trabajado con los mejores arquitectos de Córdoba. Un artista completo, que transmite serenidad y talento TEXTO: ARISTÓTELES MORENO FOTOS: RAFAEL CARMONA CÓRDOBA. Los pintores de raza nacen con el impulso en las vísceras y cada vez que se topan con una hoja en blanco se les va la muñeca dibujando garabatos. Tomás Egea nació agarrado a un lápiz y absolutamente fascinado por los tebeos. Primero por el Flechas y Pelayos una publicación propagandística del régimen, y posteriormente por Chicos el gran tebeo de los años cuarenta y cincuenta. Todos mis recuerdos están en los dibujantes asegura sin titubeos Tomás Egea (Madrid, 1933) Admiró a Jesús Blasco y Emilio Freixas, dos de los más brillantes dibujantes de la época, que retrataron aquella lejana Espa- ¿Qué le ha dado el arte? -La felicidad. ña en blanco y negro. ¿Y de qué le ha curado? -No lo sé. Para mí, el arte es algo tan normal como tomarse un vaso de agua. No hay que sacarle más misterios. Y ningún misterio le extrajo al primer tebeo que confeccionó cuando estudiaba en los Maristas de Murcia. Bien al contrario, aquella publicación rudimentaria y hecha a mano lo que le rentaba era un alquiler a los compañeros de clase. Por aquel entonces, Tomás Egea encaminaba su vida hacia la Medicina, pero suspendió la prueba oral, y recondujo su orientación a Bellas Artes, por indicación de su padre. Se trasladó a Madrid y acabó entusiasmado con sus estudios. Allí coincidió nada menos que con Antonio López, que estudiaba un año por delante suyo, y ya entonces despuntaba de forma indiscutible. Yo lo admiraba. Todos íbamos detrás de él para ver cómo pintaba. Era impresionante Su primer trabajo como dibujante se lo ofreció la institución Teresiana. Fue contratado por mil pesetas mensuales para hacer un tebeo, que era repartido entre los colegios de la orden. Iván, años después dibujante de Rodríguez de la Fuente, y Tomás Egea alquilaron una habitación, que habilitaron como estudio. Los argumentos nos los daban las Tere- sianas y eran muy malos, pero lo hacíamos con mucho cariño Posteriormente, a través de Orbegozo, trabajó como caricaturista. En la revista Dígame cobraba 45 pesetas por cada chiste sin palabras que publicaba. Pero su salto profesional lo dio gracias a su colaboración con Blanco y Negro Por mediación de José María Moreno Galván, crítico de arte, consiguió una entrevista con el confeccionador artístico del prestigioso semanario. -Fui a la calle Serrano y entré por la puerta de aquel edificio tan bonito. Pasé por un pasillo donde había carteles de todos los grandes dibujantes de Blanco y Negro y yo pensaba para mis adentros que algún