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ABC CORDOBA 19-02-2006 página 68
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68 Cultura DOMINGO 19 2 2006 ABC El grupo baenense La Espiral lanza al mercado su primer trabajo discográfico b El disco se compone de quince Un libro recupera la historia del renegado cordobés Sulayman del Pozo Miembro de una familia ilustre, llegó a ser virrey de Timbuktu b Los historiadores Vicente Millán y Adelina Cano han reconstruido la vida de este militar en un libro que acaba de publicar la firma cordobesa Almuzara LUIS MIRANDA CÓRDOBA. Cuando en 1995 Vicente Millán estaba en Timbuktu, la capital de Mali, investigando la diáspora de andaluces que se acabaron asentando en la curva del Níger, oyó la primera vez un nombre: Sulayman. Había sido bajá (virrey) de la ciudad en el siglo XVI, pero su origen era cordobés y, tras renegar de su patria y su fe, como no pocos compatriotas, había pasado al servicio de los musulmanes. Entonces no pensaba que acabaría escribiendo un libro sobre él, pero más tarde, en 1999, y en compañía de la también historiadora Adelina Cano, encontró su nombre en la Historia general de Córdoba de Andrés de Morales. Juntos han reconstruido la vida de este singular militar cordobés, protagonista de varios hechos de trascendencia histórica, y la han publicado en De Córdoba a Timbuktu un libro que acaba de editar Almuzara. Había nacido hacia 1540 y se le bautizó como Fernando del Pozo. Su familia era distinguida y fue hijo de un chantre de la Catedral y sobrino de canónigos. De su vida se conoce poco, pues, como reconoce Vicente Millán, los renegados son figuras vergonzosas En 1558 viaja a Orán, en la actual Argelia, para participar en las campañas militares que buscaban controlar las rutas del oro sahariano. Allí se enfrentaron al bajá de Argel, dependiente del Imperio Otomano, que acabó por vencerles. temas que abarcan desde el rock más contundente a las baladas, y con letras que siempre contienen un marcado mensaje social BELÉN GONZÁLEZ BAENA. El grupo baenense de rock La Espiral ha presentado su primer lanzamiento discográfico, que lleva su mismo nombre. Anteriormente conocidos como Blues Edén, el cuarteto se formó en 1995. Diez años después y tras algún parón en su carrera por motivos laborales el grupo afronta la grabación de su primer disco autoproducido. Para este trabajo se han grabado 15 canciones que abarcan desde el rock más contundente, a los medios tiempos y baladas y en las que se notan las influencias de todas las corrientes del rock desde los 70 a las más contemporáneas. Sus temas son de corte principalmente social, de homenaje a épocas pasadas y a músicos que hicieron de la paz su mensaje, siempre dando al público la posibilidad de que las interprete a su manera. Este grupo baenenses, a pesar de ser de aficionados, ha conseguido un trabajo muy profesional y aunque les ha supuesto un gran esfuerzo, para ellos ha sido un sueño realizado. El grupo ha pasado de un heavy metal a un rock duro con raíces clásicas, pero con toques del rock más moderno. Su germen comienza en Metal con el que también graban una maqueta, Con Pasión Bajo esta denominación actuaron con grupos cordobeses de la talla de Arena, posteriormente Malparaíso; Demonios en el Jardín y El Hombre Gancho. También fueron teloneros de Tarik y la Fábrica de Colores, Bruque, Asfalto, Los Secretos, Alex y Cristina y otros muchos. Además de haber dado concierto por muchos municipios de la provincia. La salida de miembros y la entrada de nuevos, da lugar a un cambio en la denominación del grupo, pasando a ser Blues Eden, en 1995. Bajo esta denominación actuaron junto a Nadir, de Priego de Córdoba y han realizado algún que otro concierto en Baena. Hace unos meses tras la salida del vocalista Javi Sánchez vuelven a cambiar de nombre y desde entonces son La Espiral, la mayoría de los temas de el álbum son heredados de Blues Eden y algunos nuevos. La autoría de las letras la comparten, el antiguo vocalista y Alfonso Cabello. La Espiral lo componen Juan Carlos Sánchez (guitarra y voz) José Antonio Jaime (guitarra) Rafael Reyes (bajo) y Francisco Vergara (batería) Adelina Cano y Vicente Millán, con un ejemplar de su libro frentó un ejército formado por la nobleza portuguesa, al mando del rey Sebastián, a los que se había unido el sultán despuesto, con el cuerpo marroquí, a cuyo mando estaban el sultán y el propio Sulayman. El monarca murió durante la batalla, pero el soldado cordobés lo ocultó y siguió dando órdenes en su nombre. La victoria fue suya y dio pie a que Felipe II se acabara anexionando en 1581 Portugal, entonces en situación de vacío de poder. Se inició la etapa más brillante en la historia de Marruecos y tuvo a Sulayman como protagonista. Escogieron a un huido de la batalla, Mulay Ahmad Mansur, como sultán, y con ejército formado por un 60 por ciento de renegados y un 30 por ciento de moriscos, todos de origen español y en muchos casos andaluz, especialistas en las entonces incipientes armas de fuego, se lanzaron a la conquista de las rutas caravaneras. Cinco mil hombres fueron a hacerse con Gao y Timbuktu y llegaron hasta la curva del Níger en 1591. Acabaron por acomodarse en la zona y el sultán envió a Sulayman para poner orden. Fue en 1600 y el cordobés acabó por convertirse en bajá. Allí estuvo hasta ROLDÁN SERRANO 1603, cuando tuvo que acudir a Marraquech para tomar parte en una guerra civil entre los hijos del sultán. Allí murió a manos de una tribu de la montaña, cuando emprendía el viaje de vuelta, pero su asesinato fue vengado. Quemado en efigie En Córdoba, mientras tanto, no se habían olvidado de él. Su familia había pagado el rescate a los musulmanes, pero Fernando- Sulayman no quiso volver, sino seguir haciendo carrera en Marruecos. Por este motivo la Inquisición inició un proceso contra él. En 1585 se recoge el auto de fe en que fue condenado y quemado en efigie según explica Adelina Cano. Los historiadores han pasado casi tres años redactando este libro, para el que han recurrido a crónicas africanas, portuguesas, francesas e italianas, todas contemporáneas a este personaje, del que reivindican su talla histórica, superior, dicen a la de otros militares como el Gran Capitán. También han sido decisivas las tradiciones orales que todavía siguen vivas en la zona de la Curva del Níger, y que siguen hablando del mítico bajá Sulayman Qurtubi. ¿Por qué renegó? Como Cervantes, Fernando del Pozo fue llevado preso a los baños de Argel y los turcos le ofrecieron la libertad a cambio de renegar de su país y de su fe. ¿Por qué aceptó y se acabó convirtiendo en Sulayman Qurtubi? En el Imperio Otomano tenía la oportunidad de ascender por sus méritos, pero en España era casi imposible resume el historiador. Los turcos formaron sus cuerpos de elite con renegados, que se contaron por miles y que les ofrecían más confianza que sus propios compatriotas. Su ascenso en el ejército musulmán fue inmediato. En 1575, un pretendiente al sultanato de Marruecos busca tropa para deponer al ocupante el trono. Habla con los turcos y mandan a un grupo de soldados, en su mayoría moriscos procedentes de España y renegados, entre ellos Sulayman, que ya aparecía en las crónicas con el título de alcaide, que equivale a general. Su leyenda se forjaría definitivamente el 4 de agosto de 1578, en la batalla de Alcazarquivir. Aquel día se en- Una casta y un vocabulario que siguen vivos en la Curva del Níger Los moriscos y renegados que formaban el ejército marroquí y que se asentaron en la Curva del Níger formaron una casta de poder y mantienen todavía sus propias costumbres. Blancos y cristianos les llaman despectivamente sus compatriotas, aunque no son ni una cosa ni otra. Su comportamiento y afición al alcohol provocan animadversión entre los musulmanes. Saben perfectamente de donde vienen explica Vicente Millán, que conoce la zona pantanosa y asilada que habitan. En su lenguaje se conservan palabras castellanas en abundancia: oro, vaso (por pozo) fango u ondu (que significa duna) Son los únicos de esa zona que usan el trigo y hacen el pan sin levadura. Su forma de vestir y construir casas también es distinta cuenta para ilustrar sobre esta peculiar cultura.

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