ABC CORDOBA 15-10-2004 página 57

ABC VIERNES 15 10 2004 Sociedad 57 Ciencia MARÍA BLASCO Investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Una brillante carrera científica María Blasco nació en 1965 en Alicante. En 1993 obtuvo el doctorado en bioquímica y biología molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de Margarita Salas. En el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York, trabajó posteriormente, donde inició sus investigaciones sobre los telómeros. Dirigió en EE. UU. el equipo que identificó los componentes del RNA de la telomerasa, la enzima que preserva la integridad de los telómeros, lo que permitió crear ratones transgénicos de gran valor para entender el papel de la telomerasa en el cáncer y el envejecimiento. Volvió a España en 1997 para continuar estas investigaciones en el Centro Nacional de Biotecnología. Cuatro años después se integró en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. binación de ADN, las células tumorales se apañarían para mantener los telómeros. Eso ocurriría en el 5 ó 10 por ciento de los tumores. -El aumento de los fondos destinados a subvencionar proyectos de investigación en los Presupuestos Generales del Estado de 2005 ha sorprendido y decepcionado a los investigadores que impulsaron la propuesta de un Pacto de Estado por la Ciencia. ¿También a usted? -Completamente. Fue algo sorprendente cuando se dijo que la inversión crecería un 25 por ciento. Ahora vemos que no es así. No sé cuál es la explicación o excusa que se está dando, pero yo pediría que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se llegue hasta donde se había prometido. -Los investigadores aseguran que son necesarias reformas estructurales. ¿Qué medidas serían más importantes para mejorar el funcionamiento de los laboratorios? -Es necesario un cambio de mentalidad. Hay que confiar en los científicos, en que sabrán utilizar el dinero que se les da para investigar. Hay que elegir científicos de relevancia internacional para dirigir centros y darles libertad de acción para hacer ciencia competitiva. Falta apoyo gubernamental porque lo que está muy claro es cuál es la fórmula para tener éxito en ciencia. Los científicos españoles están perfectamente formados para competir, pero no pueden hacerlo por falta de medios. Los científicos españoles no pueden competir por falta de medios Estudios con ratones han demostrado que la telomerasa puede ser una diana eficaz para fármacos contra el cáncer afirma María Blasco. Esta investigadora recibe hoy la Medalla de Oro que distingue al mejor científico europeo menor de 40 años en el área de la biología molecular TEXTO: A. AGUIRRE DE CÁRCER FOTO: SIGEFREDO MADRID. Por primera vez desde 1986, la Medalla de Oro que concede la Organización Europea de Biología Molecular al joven investigador europeo de mayor proyección internacional premia a un español. María Blasco, directora del Departamento de Oncología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) recibe hoy este premio en Viena, que incluye una dotación de 10.000 euros, en reconocimiento a sus estudios sobre el papel de la telomerasa en el cáncer y en el envejecimiento. Esa enzima confiere a las células tumorales la capacidad para dividirse indefinidamente, dado que su activación preserva la integridad de los telómeros, los extremos de los cromosomas que se acortan cada vez que la célula se divide hasta que son demasiado cortos y la célula muere. Blasco se convertirá en la tercera europea que consigue esta distinción y por ese motivo fue felicitada por la ministra de Sanidad, Elena Salgado, en un acto celebrado ayer en el CNIO. -A día de hoy ¿qué se sabe a ciencia cierta de la función de los telómeros y de la telomerasa en el cáncer y el envejecimiento celular? -La información más relevante procede de estudios con ratones a los que se ha alterado genéticamente la telomerasa y presentan telómeros anormales. Al menos en ratones, está demostrado que los telómeros cortos conducen a un envejecimiento prematuro y es una de las potenciales causas que desencadenan el colapso funcional del organismo. Y en cuanto al cáncer, se sabe que una de las alteraciones más comunes, necesaria para la formación de un tumor, es la activación de la telomerasa. ¿Hay estrategias terapéuticas en fase de ensayo clínico con la telomerasa como diana? -Aún no se han hecho ensayos clínicos con los fármacos experimentales ya disponibles, que están dirigidos a inhibir la telomerasa. Por esa razón no se sabe cuál puede ser su efectividad para los pacientes. En ratones sí se ha demostrado que la telomerasa puede ser una buena diana para la terapia antitumoral. Lo que sí se ha hecho ya en Filadelfia es una inmunoterapia diseñada para que el sistema inmune responda específicamente contra las células tumorales que contengan telomerasa. Parece que está funcionando. ¿Se ha comprobado si la telomerasa está sobreactivada en los tumores más mortales? -Sí. Los tumores donde hay más telo- María Blasco, ayer, en el laboratorio de oncología molecular del CNIO merasa son aquellos que tienen un origen epitelial, precisamente los más peligrosos: pulmón, colon... Son los tumores más difíciles porque tienen múltiples alteraciones cromosómicas. Se piensa que en ellos han ocurrido muchos eventos hasta llegar a ese estado final con numerosas aberraciones. En tumores hematopoyéticos, como los linfomas, que son más simples, la activación de la telomerasa es menor. -En dos décadas de biología molecular del cáncer se ha comprobado que las células tumorales sufren todo tipo de mutaciones genéticas y anormalidades cromosómicas. Destacados científicos postulan que inestabilidades genómicas predisponen a las células a transformarse en malignas. ¿Cuál es su opinión? -Comparto esa visión. Precisamente, las células tumorales activan la telomerasa como un mecanismo para mantener los telómeros, estabilizar los cromosomas y poder continuar dividiéndose manteniendo un nivel alto de aberraciones. La situación ideal para una terapia sería encontrarse con células tumorales sin telomerasa y telómeros cortos. No obstante, se piensa que puede haber sistemas alternativos a la telomerasa. Con mecanismos de recom- La décima tripulación de la Estación Espacial preparará el regreso de los transbordadores de la NASA J. M. NIEVES MADRID. Tal y como estaba previsto, Rusia lanzó ayer al espacio, a las 03.06 GMT (las cinco de la madrugada en España) la nave Soyuz TMA- 5 con dos astronautas rusos y uno norteamericano a bordo. El ingenio, que despegó del cosmódromo de Baikonur (República de Kazajistán) llegará mañana sábado a su destino final, la Estación Espacial Internacional, cuyos ocupantes serán relevados por esta nueva tripulación. Salvo imprevistos, la permanencia de dos de los integrantes de esta misión, el norteamericano Leroy Chiao y el ruso Salijan Charipov, será de seis meses. El tercer tripulante, el oficial de las fuerzas espaciales rusas Yuri Charguin, pasará sólo diez días en órbita y regresará a la Tierra junto a los actuales tripulantes de la estación, el ruso Guennadi Padalka y el norteamericano Michael Fincke, que permanecen en órbita desde el pasado mes de abril. El principal objetivo de esta misión, la décima de las enviadas hasta el mo- mento a la Estación Espacial Internacional, es el de acondicionar la estación para el acoplamiento de la nueva oleada de transbordadores norteamericanos, cuya actividad reanudará el año próximo el Discovery El tráfico de transbordadores norteamericanos, que son los que tienen la mayor capacidad de carga, se interrumpió bruscamente en febrero de 2003, tras el trágico accidente del Columbia que costó la vida a sus siete tripulantes.