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ABC CORDOBA 19-02-2004 página 40
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ABC CORDOBA 19-02-2004 página 40

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40 Córdoba JUEVES 19 2 2004 ABC El Departamento de Biología Vegetal de la UCO escudriña la madeja verde de Sierra Morena a través de la imagen que envía el satélite. Descubren flores autóctonas y árboles insospechados Flores a vista de pájaro POR P. GARCÍA- BAQUERO CÓRDOBA. La última foto tomada por el satélite a escala 1: 1000 refleja una densa hilera de árboles en una de las cotas más inaccesibles de Despeñaperros. Los becarios del Departamento de Biología Vegetal bajan el documento a sus pantallas, activan la lupa y comprueban que se trata de uno de los escasísimos ejemplos de aliseda, un árbol más propio de la cornisa cantábrica que de Sierra Morena Oriental. Este acercamiento a través del sofisticado tratamiento digital que se repite una y otra vez en la facultad de Biología de la UCO el profesor titular Jesús Miguel Muñoz acaba de concluir el trabajo financiado por la Consejería de Medio Ambiente Cartografía y evolución de la vegetación de espacios naturales protegidos de Sierra Morena Oriental Con él se pone fin a la serie anterior que puso su mirada en los Parques Naturales de Hornachuelos y Montoro y Cardeña. Con añoranza, Muñoz habla de los enclaves que tiene el Parque Natural de Hornachuelos dentro de poco habrá que decir tenía, por el tema de la presa de La Breña añade. Las caídas del Guadiato vistas en imagen pixeladas da aún más idea de inmenso bosque virgen. Es bastante interesante desde el punto de vista de la conserva- ción, precisamente porque son unos barrancos con unas pendientes muy fuertes, donde el manejo que el hombre hace del territorio no es muy factible, entonces, precisamente por eso, se conserva. Lo que no está tocado es porque no es rentable económicamente aclara. Precisamente por eso había unas masas de madroñales muy bien conservadas y acebuches. Aunque, independientemente de lo que son las caídas del Guadiato, este profesor de Botánica habla de otras muchas zonas de este parque que presentan un grado de conservación bastante elevado. Un poco más al noreste, en Cardeña, la cosa cambia. Las zonas rosadas en un mapa satélite dan idea de los pastizales y una menor densidad de los quercus (encinas y alcornocales) El relieve, en este caso, marca la pauta. Cardeña es una mesetita. La parte llana desde el punto de vista de la vegetación no tiene interés Becarios del Departamento de Biología Vegetal observa el satélite el único sitio de Córdoba donde está y donde se puede presentar alguna especie del género isoetes, que está en el listado de especies vulnerables, que encontramos en los pequeños arroyos, en lo que es la meseta destaca este profesor. Desde el punto de vista de lo que es la vegetación, donde hay algo más de vegetación natural es en los alrededores de las caídas, como las del lado del río Yeguas. Es lo de siempre, añade, al ser el relieve más abrupto, con unas pendientes más altas, aunque puedes tener unas laderas adehesadas, no es factible, no es rentable, y allí también se encuentra algo más. Sin que las comparaciones sean odiosas Muñoz retoma el tema de Hornachuelos, donde en cambio, al ser otro el relieve, permite más fácilmente que haya un mayor grado de conservación vegetal. En cuanto a refugios faunísitcos se refiere, no hay más hábitat en un sitio que en otro, y el lince, si necesita de una vegetación concreta, encuen- RAFAEL CARMONA Dehesas sin mucho encanto Desde el punto de vista económico la dehesa será la parte más interesante donde se puede tener ganado y obtener ingresos. Pero Muñoz rescata en su estudio la presencia del impresionante roble melojo, especie endémica que se encuentra al borde de la extinción. Es tra la misma en Cardeña y en Hornachuelos, aunque la orografía del terreno sea distinta explica Muñoz. Donde si se salta ya a otro nivel es en la Sierra Morena Oriental de Despeñaperros, por las cotas que se alcanza. Mientras en Cardeña y Hornachuelos las cotas no superan- -salvo contadas ocasiones los 700 metros de altura- en Despeñaperros, entre otras particularidades, se suben a los 1.000 metros, entonces te aparecen los melojos. En los estudios que servirán de base de datos histórica para la Consejería de Medio Ambiente no hubo sorpresas. Lo único que llamó la atención a estos científicos, pese la obviedad del hecho, es que el territorio está tremendamente marcado por la mano del hombre. Los sitios más inaccesibles muchas veces, quitando excepciones, es increíble, pero están tocados. Dices es lógico, qué te esperas, si los romanos ya andaban por aquí, pero aún así sorprende encontrar una lata por ahí critica este amante de la botánica. ¿QUÉ OCURRE CON RABANALES 21? DIEGO LLANES RUIZ CATEDRÁTICO DE GENÉTICA DE LA UCO E l malestar manifestado días atrás por muchos miembros de nuestra comunidad universitaria en relación al proyecto Rabanales 21 tiene, a mi entender, su origen en los siguientes hechos básicos. Desde la creación de Rabanales 21, S. A. la UCO ha visto reducida su finca experimental desde las originales 240 Ha a las 170 Ha de suelo no urbanizable. Esta pérdida se ve compensada con una participación del 25 en el capital social de la sociedad Rabanales 21, S. A. Y es esta sociedad la que decide solicitar un cambio en el PGOU, para que el suelo que antes no podía ser vendido, pase ahora a poder ser adquirido por las industrias interesadas en situarse en estos terrenos; todo ello con un importante beneficio económico para Rabanales 21, S. A. Es a este cambio del PGOU a lo que se oponen bastantes miembros de la UCO, como ha quedado patente en la alegación presentada en la Gerencia de urbanismo el pasado 9 de febrero. Pero, ¿cómo es posible que un núme- ro importante de universitarios no nos hayamos enterado de estos hechos hasta ahora y, por tanto, no valoremos lo conseguido tan positivamente como parecen valorarlo el rector y su equipo de gobierno? A mi parecer, la explicación reside en la naturaleza de los ámbitos donde se han tomado las decisiones. Al respecto, cabe destacar lo siguiente: 1. Ningún Consejo de Gobierno ordinario de la UCO ha tenido un punto específico en su orden del día donde se tratara la venta de terrenos a Rabanales 21. Tampoco ningún punto de los Claustros celebrados ha tratado el tema. Debemos recordar que el diseño y reparto actual de los terrenos fue aprobado por un Claustro en diciembre de 1991. 2. Todas las decisiones referentes al asunto se han tomado en las Juntas generales y Consejos de administración de dos sociedades instrumentales de la UCO, Finucosa y Ceucosa, la primera encargada de la gestión de la Finca experimental aportada por la UCO y la segunda un instrumento para crear ¿valor? en la UCO. En este marco es en el que Finucosa vende a Ceucosa las 70 Ha que, después, esta aportará a Rabanales 21, quedando así Rabanales 21, S. A. como propietaria actual de las 70 Ha. La situación es que dos sociedades creadas para la mera gestión de asuntos colaterales de la vida universitaria asumen responsabilidades en asuntos fundamentales para la actividad docente e investigadora. Por tanto, sólo los responsables de Finucosa y Ceucosa, y los pocos asistentes a las Juntas Generales de estas sociedades han conocido, hasta estos días, el desarrollo del proceso. Para entendernos, lo sucedido sería similar a que Sadeco y sus órganos de gobierno negociaran la venta de los terrenos que ocupa sin someterlo al correspondiente pleno municipal. Haría falta un análisis profundo sobre si lo realizado es lo más conveniente para el desarrollo tecnológico, la creación de empleo y la única Universidad pública en nuestra ciudad. Pero, en mi opinión, los gestores de la UCO y los responsables políticos (Junta, Diputación y Ayuntamiento) que participan en Rabanales 21, S. A. se equivocan cuando creen que recalificando unos terrenos públicos- cuya finalidad prevista es la investigación y la docencia- para un uso privado favorecen el desarrollo a largo plazo en nuestra ciudad. Bien por el contrario, en mi opinión, sólo han logrado implicar a la UCO en uno de los muchos Planes urbanístico- inmobiliarios que se desarrollan en nuestras ciudades, escasamente relacionados con el tan alabado desarrollo tecnológico. Este sería el fondo de la cuestión y un gran tema para el debate del universitario y del ciudadano cordobés. Desde aquí, me gustaría solicitar a las autoridades autonómicas y locales que reconsideren la conveniencia de modificar el PGOU, y de garantizar que los 170 Ha restantes se dediquen a actividades relacionadas con el modelo de Campus Agroalimentario que se nos prometió y no a Campos de Golf como se ha anunciado repetidamente y a las autoridades académicas que, como un primer paso para recuperar una gestión transparente y preocupada por la Universidad pública, valoren la conveniencia y oportunidad de suprimir las empresas instrumentales, Finucosa y Ceucosa, que no han demostrado suficientemente cumplir con sus objetivos gestores. Esta actuación evitaría, además, el riesgo de que otras propiedades patrimonio de la UCO sigan el mismo camino que las 70 Ha que ahora pertenecen a Rabanales 21 SA.

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